Las crónicas de la prensa económica presentan Cosentino como el líder de las superficies pétreas para el diseño de interiores, como la multinacional andaluza que más exporta, incluso como el rey de las encimeras de cocina porque las venden por todo el mundo. Son conocidos por las marcas Silestone y Dekton. Y los artífices de este imperio son los hermanos Martínez-Cosentino Justo: Francisco, Eduardo y José, que falleció este 13 de julio a la edad de 78 años. Si bien siempre han hecho bandera de Almería, sobre todo de Macael, localidad famosa por sus canteras de mármol blanco, donde nacieron ellos y su empresa, han mantenido una estrecha relación con Catalunya.

De entrada, el hermano mayor, Eduardo Martínez-Cosentino Justo (nacido en 1940, a la derecha de la fotografía superior) reside en el área metropolitana de Barcelona desde que, cuando todavía era adolescente, se fue a vivir a casa de su tío Gabriel, en Hospitalet de Llobregat. Desde muy joven se puso a trabajar para vender los productos de mármol de Macael por Catalunya, que en aquellos años eran sobre todo fregaderos de cocina. Y, con 83 años, sigue residiendo en Barcelona, donde tuvo a sus seis hijos, cinco de los cuales trabajan para Cosentino.

El hermano mediano, José (1945, a la izquierda de la fotografía), conocido por Pepe Cosentino, fallecido hace solo unos días, se licenció en Ciencias Económicas en la Universidad de Barcelona (1969-1975) y después trabajó en Catalunya para Henkel y Torras Hostench. Cuando regresó a Almería, sus hermanos ya habían creado unos años antes la empresa Mármoles Cosentino, embrión del actual grupo. Durante tres décadas ejerció de tesorero. Y fue padre de cuatro hijos, dos de los cuales también ocupan posiciones de responsabilidad en Cosentino.

Incluso el hermano menor, Francisco (1951, en el centro de la fotografía), al que llaman Paco, presidente del consejo de administración, tiene una sorprendente relación con Barcelona. Alumno brillante, a los 18 años ya era maestro de primaria y su primer destino fue una escuela del barrio del Coll, en el distrito barcelonés de Gracia, donde estuvo tres cursos a finales de los sesenta y principios de los setenta. Durante este periodo, los tres hermanos estaban en Barcelona. Pero Francisco decidió regresar a Macael para levantar, con poco más de diez empleados, la que acabaría siendo una de las grandes multinacionales andaluzas que ahora da trabajo a más de 6.000 trabajadores.

En una conversación con ON ECONOMIA, Santiago Alfonso, vicepresidente de comunicación y reputación corporativa de Cosentino, detalla la especial relación de los tres hermanos con Barcelona. En la historia de la empresa, consultable en su página web, se apunta que cuando sus padres –Eduardo Martínez Cosentino y Eduarda Justo, los fundadores– introdujeron en los años cincuenta y sesenta maquinaría moderna para cortar el mármol, consiguieron aumentar la producción, que "destinaban mayoritariamente a Catalunya, donde se realizaba la labor comercial".

En la actualidad, Cosentino mantiene en Catalunya una planta de distribución de sus productos, en el polígono industrial El Pla, entre Sant Feliu y Molins de Rei, así como un Cosentino Center y un Cosentino City para la actividad comercial, que dirigen una hija y un hijo de Eduardo, el hermano mayor. Pero su primer mercado no está aquí, ni en España, ni siquiera en Europa, sino en América del Norte.

Las canteras de Macael

Consentino tiene sus orígenes en Macael (Almería), donde la primera generación de este linaje empresarial (los abuelos, Eduardo y Eduarda) se dedicaron desde 1945 al negocio del mármol. Dos décadas después compraron una cantera, denominada Perro Muerto. A partir de 1979, la segunda generación (los hermanos Martínez-Cosentino Justo) revolucionó la actividad, trasladó el centro de producción a la vecina Cantoria –donde está la sede central–, pero no fue un camino de rosas. Francisco Martínez-Cosentino ha explicado públicamente que se han arruinado algunas veces, y una fue por culpa de Marmolstone, la apuesta que hicieron por un nuevo material elaborado a partir de los restos del mármol. No funcionó. Pero en 1991 acertaron con Silestone, un nuevo material con el que llevaron color a las cocinas de todo el mundo. Pero no solo sirve para las cocinas porque se utiliza para cualquier espacio. Poco después de salir al mercado, ya se utilizó para revestir el interior de la infraestructura de telecomunicaciones de la Torre de Collserola (Barcelona).

El año pasado, Cosentino aplazó la anunciada salida a bolsa después de que su presidente fuera condenado por cinco casos de silicosis en empleados de una empresa colaboradora. Un juzgado de Vigo le impuso, en conformidad, una indemnización de 1,1 milliones de euros y seis meses de prisión. Pero, con posterioridad, un juzgado penal de Bilbao lo exculpó en marzo pasado por ocho casos de silicosis en otra empresa colaboradora de Vizcaya que produce conglomerado de cuarzo. De momento, no han lanzado ningún anuncio sobre cuándo se plantean saltar al parqué.

Primera fábrica en Estados Unidos

El próximo año planean construir su primera fábrica en Estados Unidos, en Jacksonville (Florida), con una inversión de 250 millones de euros. En América del Norte (Estados Unidos y Canadá) disponen de una gran red logística por tratarse de su primer mercado, que concentra el 60% de las ventas globales de Cosentino. Precisamente, el primer anunciante español en una Super Bowl (final del campeonato de fútbol americano) fue Silestone en la edición del 2005. De la misma manera que Isabel Preysler fue la cara de Porcelanosa en España durante años, la exmodelo Cindy Crawford es la cara de Cosentino en el mercado norteamericano, una embajadora de sus productos.

Eduardo Martínez-Cosentino Alfonso Cindy Crawford / Cosentino
Eduardo Martínez-Cosentino Alfonso (CEO en EE.UU.) con Cindy Crawford en una campaña / Cosentino

Cosentino facturó el año pasado 1.570 millones de euros, un 8% menos que el ejercicio anterior, con un beneficio neto de 97,5 millones, un 17% menos. La compañía atribuyó estos resultados a la baja a la "normalización del mercado", que se había disparado después de la pandemia por el aumento generalizado de reformas en los hogares. Este 2023, la exportación supuso un 92% de las ventas, lideradas por Norteamérica (60%), que está muy por delante de Europa (30%) si bien están llevando a cabo un plan de expansión en el Viejo Continente.

Según el último informe de actividad de Cosentino, su plantilla ha pasado de 3.917 empleados en 2017 a 6.039 el año pasado. De estos, 3.484 trabajan en España (donde disponen de ocho plantas de producción) y 1.261 lo hacen en Estados Unidos. La compañía está apostando por las energías renovables, solo hay que ver los alrededores de su planta de Cantoria. En 2022 instalaron 30.000 paneles fotovoltaicos y, el año pasado, 27.000 más.

Inversiones inmobiliarias

Los miembros de esta familia también invierten en el sector inmobiliario, participan en una urbanización en Mojácar que se encuentra en construcción, poseen el hotel Jardines La Tejera –en Olula del Río, localidad próxima a Macael y Cantoria– y han realizado incursiones en capital riesgo. En el ranking Ricos 2024, que elabora El Mundo, Francisco Martínez-Cosentino y sus hermanos aparecen en la segunda posición de grandes fortunas andaluzas, solo superados por Rafael Domíguez de Gor, propietario del grupo textil Mayoral.

También son activos en el campo social a través de las fundaciones Eduarda Justo, centrada en la educación, e Ibánez Cosentino, en el arte. El hermano mayor, Eduardo Martínez-Cosentino Justo, se ha incorporado este julio en el patronato de la Fundación Princesa de Girona.

Tercera generación

La tercera generación está formada por 13 primos, de los que 10 trabajan para Cosentino y algunos ya han entrado en su consejo de administración. Se dividen en tres ramas familiares: Martínez-Cosentino Ramos (los 6 hijos de Eduardo, que controla una participación del 40%), Martínez-Cosentino Rosado (los 4 hijos de José, con el 20%) y Martínez-Cosentino Alfonso (los 3 hijos de Francisco, con el 40%).

En esta tercera generación está Pilar Martínez-Cosentino Alfonso, vicepresidenta ejecutiva y miembro de la actual junta del Instituto de la Empresa Familiar, y su hermano Eduardo, con un enorme peso dentro de la compañía por tratarse del vicepresidente global de ventas y CEO de la filial norteamericana. Desde finales del año pasado forma parte de la junta de la Cámara de Comercio España-Estados Unidos. Los dos son hijos del presidente.

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Pilar Martinez-Cosentino, vicepresidenta ejecutiva del grupo Cosentino / A. Pérez Meca / Europa Press

En la rama de los Martínez-Cosentino Ramos, Eduardo es director comercial en la Península Ibérica, mientras su hermana Isabel es directora de Cosentino City Barcelona.

De los Martínez-Cosentino Rosado, hijos del difunto José, Eduardo es directivo de Tesorería y dos de sus hermanas ocupan posiciones en las áreas financiera y de comunicación.