Tras la firma del acuerdo del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Vodafone España entre los sindicatos y el fondo británico Zegona, actual propietario, el mecanismo de salidas se ha puesto ya en marcha y se espera que para final de mes se produzca la salida de los hasta 898 afectados. En la negociación del despido masivo se acordó un mecanismo de salidas voluntarias, que la empresa podía vetar. El proceso para adscribirse a él se puso en marcha tras la firma del acuerdo el pasado miércoles 17 de julio y finalizó el viernes 19.
Por lo que ahora, se ha abierto el plazo hasta el próximo miércoles día 24 para que la empresa vete o no estas salidas, según informan fuentes sindicales. Tras el fin de este plazo, está previsto que el lunes 29 de julio, la empresa notifique a los empleados afectados por el ERE y que el miércoles 31 de julio sea su último día en la empresa, junto con el pago de la indemnización acordada.
En el acuerdo del ERE firmado el pasado miércoles, se incluyó la posibilidad de prejubilaciones para aquellos trabajadores mayores de 57 años antes de diciembre de 2024, con el 80 % del salario regulador (que estaría compuesto por el 100 % del salario bruto más el 50 % del variable). Para el resto, se planteó una horquilla de indemnizaciones de entre 45 y 33 días por año trabajado (45 días hasta enero de 2012 y 33 desde esa fecha), con un límite de 24 mensualidades.
Además, se estableció una prima de 3.500 euros para salarios inferiores a 40.000 euros (incluyendo fijo más variable), tanto para despidos voluntarios, como forzosos. Esta cantidad es adicional a la indemnización. La empresa acelera así la salida de los trabajadores después de que el 12 de junio trasladara a los sindicatos el inicio del procedimiento de despido colectivo que justificaba por razones "económicas, productivas y organizativas, determinadas por el fuerte deterioro financiero y comercial".
El fondo de inversión británico Zegona completó la compra de Vodafone España a finales de mayo en una operación valorada en 5.000 millones de euros y que supuso que esta empresa se convirtiera en su activo, frente a la situación previa en la que pertenecía al grupo de telecomunicaciones británico Vodafone.
Vodafone España está inmersa después de esta compra en una reorganización de la compañía, con el objetivo de estabilizar el negocio. El pasado lunes, la empresa anunció ya un cambio en su estrategia comercial al reorganizar sus tarifas de telefonía, internet y televisión.
Hace una semana, en el congreso de la patronal sectorial DigitalEs, el nuevo consejero delegado de Vodafone España, José Miguel García, ya aseguró que el objetivo era conseguir la estabilidad de la empresa lo antes posible. "Tenemos planes e iniciativas para tener estabilidad lo antes posible", dijo. García apuntó que se trata de ser competitivo y que Vodafone vuelva al crecimiento sostenible dentro de este parámetro de competitividad.