Repsol ganó 1.792 millones de euros hasta septiembre, un 36% menos que en el mismo periodo del año pasado a causa de la “volatilidad” de los precios energéticos y de los márgenes industriales, según comunicó la compañía a la CNMV.

La multinacional que preside Antoni Brufau presentó un resultado ajustado de 2.684 millones en los nueve primeros meses del año, un 30% menos a causa de la bajada del precio del crudo y del gas, así como de los márgenes de refino. En el tercer trimestre, el resultado cayó un 75%.

Este descenso no frena la remuneración al accionista de Repsol, que ha aprobado un dividendo de 0,475 euros por acción como primer pago a cuenta del ejercicio 2024, cifra que supone un incremento de más de 7 céntimos con respecto a los 0,40 euros que pagó hace un año.

“Estamos dando pasos importantes en la ejecución de nuestros objetivos estratégicos, orientados a una transición energética rentable y justa. Defendemos con firmeza que nuestras actividades industriales y energéticas son motores de riqueza, empleo y prosperidad que merecen apoyo institucional”, ha destacado Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol.

La compañía, que tiene una pugna con el Gobierno por el impuesto a las energéticas, ha puesto en valor que “ha comenzado a producir, a partir de residuos, combustibles 100% renovables en su planta de Cartagena, la primera a escala industrial en la Península Ibérica, y ya cuenta con más de 580 estaciones de servicio en España y Portugal que suministran este producto”.

La apuesta por las renovables

Esta apuesta forma parte del plan estratégico que Repsol presentó en febrero, y que tiene la descarbonización de la compañía y el aumento de renovables como grandes objetivos. La capacidad instalada de generación de electricidad solar y eólica ha crecido este año, hasta alcanzar los 2.464 MW al final del tercer trimestre, cifra que supone un aumento del 57% en un año.

Dentro de esta apuesta, la compañía ha destacado la puesta en marcha del parque solar de Frye (637 MW), en Estados Unidos, “que ha permitido que la electricidad generada renovable casi se duplique en el tercer trimestre frente al año anterior, hasta los 1.587 GWh”.

Repsol tiene en cartera proyectos de 60.000 MW en varias fases de desarrollo, de los cuales 2.870 MW se encuentran en fase de construcción. Además, este año ha cerrado la integración de ConnectGen, que aporta una cartera en desarrollo de proyectos eólicos onshore de 20.000 MW.

El plan estratégico de la compañía prevé una inversión de entre 3.000 y 4.000 millones de euros netos para “desarrollar orgánicamente su cartera global de proyectos renovables” hasta alcanzar entre 9.000 MW y 10.000 MW de capacidad instalada en 2027.

La pugna por el impuesto

Repsol ha sido la empresa que más ha batallado en contra de la conversión en permanente del impuesto a las energéticas, que el Gobierno, especialmente Sumar, quería implantar a partir de 2025. Sin embargo, finalmente el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha renunciado al impuesto, después de que Junts se haya negado a votarlo. Aun así, ERC y Bildu sí han introducido la enmienda a la ley, si bien tiene nulas posiblididades de ser aprobada en el Congreso.

La aprobación del impuesto ponía en riesgo miles de millones de inversiones, no solo de Repsol sino también de otras compañías, como Cepsa. En Catalunya era especialmente relevante, pues los dos proyectos de economía circular que planeaba Repsol en el complejo petroquímico de Tarragona, con una inversión de 1.100 millones, estaba en peligro. Eso es lo que empujó a Junts a no apoyar al Gobierno con el gravamen.