Stellantis es el grupo automovilístico más expuesto a los aranceles impuestos por Donald Trump, mientras que BMW i Mercedes Benz son los que menos porque, al ser de alta gama, pueden repercutir los costes arancelarios a los clientes sin tantos perjuicios, según apunta el último análisis de Scope Ratings difundido este martes.
El arancel del 25% anunciado por Trump a las importaciones de vehículos europeos no afectará por igual a todos los fabricantes. En principio, Stellantis sería la más perjudicada por su elevada exposición al mercado estadounidense, donde destinó el 40% de sus ventas en 2024.
Stellantis agrupa 14 marcas: las estadounidenses Chrysler, Jeep y RAM; las italianas Fiat, Abarth, Lancia, Alfa Romeo y Maserati; las francesas Peugeot, Citroën y DS; y las alemanas Opel y Vauxhall. Además, Stellantis depende de México para la producción de su marca RAM (que supuso un tercio de los ingresos de EE.UU. en 2024) y de Canadá para Chrysler (10%) y Jeep (45%).
Por su parte, Volkswagen obtuvo el año pasado un 21% de sus ingresos del mercado estadounidense. También depende de sus líneas de producción en Canadá y México para el subministro de automóviles y camiones. Además, también es propietaria de la marca Porsche, que fabrica por completo en fábricas europeas.
Las también alemanas BMW y Mercedes-Benz son "potencialmente menos vulnerables”. Según Scope Ratings, estos dos grupos están en mejores condiciones de repercutir los costes arancelarios a los clientes a través de precios más altos en sus modelos para los que hay menos alternativas que para las marcas de gran consumo.
Pero estos dos fabricantes de automóviles premium estén "expuestos al mercado estadounidense", que representa entre una quinta y una cuarta parte de sus ingresos respectivamente, pero con una proporción siginificativa de coches fabricados en ese país, casi el 50% en el caso de BMW.
Por último, el italiano Ferrari ya ha anunciado que aumentará los precios debido a los nuevos aranceles sobre sus coches fabricados en Italia.
Los fabricantes también han chocado con las autoridades europeas. La Comisión Europea (CE) multó recientemente con 458 millones de euros a quince fabricantes de vehículos, entre ellos las firmas más conocidas del sector, y la patronal de la industria (ACEA) por impedir entre 2002 y 2017 la competencia en el sector de reciclaje, según ha informado este martes en un comunicado.
Las compañías y grupos involucrados son Stellantis, Mitsubishi, Ford, BMW, Hyundai/Kia, Jaguar Land Rover/Tata, Mazda, Renault/Nissan, Opel, General Motors, Suzuki, Toyota, Volkswagen y Volvo y todas ellas reconocieron su participación y responsabilidad en el llamado cartel del reciclaje, por lo que se beneficiaron de una reducción en sus multas.
Mercedes-Benz también fue parte de las prácticas ilegales que sancionó el ejecutivo comunitario, pero esquivó la sanción gracias a que comunicó su existencia a las autoridades comunitarias y cooperó en la investigación.