La dirección de Volkswagen Navarra ha presentado este martes al comité de empresa una propuesta de expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) con vigencia del 1 de julio al 31 de diciembre de 2024, derivado del proceso de electrificación de la planta. Las cinco causas alegadas para el ERTE son falta de programa productivo, modificación de instalaciones, falta de capacidad de los proveedores, falta de piezas y la saturación del sistema productivo, ha informado UGT. Los sindicatos ha participado esta mañana en la tercera reunión para negociar el ERTE con los representantes de la empresa, quienes han presentado la medida ante las paradas de producción que vendrán obligadas por las obras de adaptación de la planta para fabricar, a partir de 2026, los dos nuevos SUV eléctricos.
En la propuesta se contemplan acciones formativas durante el periodo del ERTE y además se garantiza el 100% del sueldo y la antigüedad, como ya se viene aplicando desde el acuerdo del año 2018. Los trámites, se indica en la propuesta, deberán ser hechos por los trabajadores de manera individual. Desde UGT han mostrado su disposición a la firma de la propuesta, ya que "ofrece las garantías de empleo y salario que los trabajadores y trabajadoras necesitamos en estos momentos".
La propuesta de la dirección se iniciaría el jueves 4 de julio, con la suspensión de contratos del 15% de la plantilla justo antes de las vacaciones. A la vuelta del descanso estival en agosto, se aplicarán cuatro días para el 90% de la plantilla, seguidos de otra jornada de ERTE para el 55% de los trabajadores. Desde el 30 de agosto y el 24 de octubre, el ERTE se aplicará los viernes, de forma que siete de ellos afectará a un turno y otros dos a dos turnos.
Hasta finales de año, los sindicatos y la dirección tomarán las medidas adecuadas para seguir aplicando el ERTE en los meses de noviembre y diciembre.
Inversiones y descenso de la producción
La planta está centralizada en las inversiones para su electrificación. En 2023, el total fue de 75,2 millones de euros. De esta cifra, los trabajos relacionados con los dos futuros modelos eléctricos, que se lanzarán en 2026, supusieron 52,1 millones, cantidad en la que se incluyen 10 millones destinados a una nueva prensa, cuya inversión total alcanzará los 52,5 millones. El resto de actuaciones realizadas en la fábrica sumaron 21 millones de euros, a los que hay que añadir 2,1 millones adicionales invertidos en trabajos relacionados con el rediseño y lanzamiento del nuevo T-Cross el 11 de diciembre del año pasado.
El ligero descenso en la producción de 2023 con respecto a 2022 se debe, principalmente, a las obras de adecuación de las instalaciones de Volkswagen Navarra para el lanzamiento de coches eléctricos, y a la falta de piezas derivada de la escasez de semiconductores y de la inundación de un proveedor en Eslovenia en el mes de septiembre. De los 273.273 coches fabricados en 2023, 118.956 fueron T-Cross, 82.256 Taigo y 66.755 Polo. Además, desde el lanzamiento del nuevo T-Cross PA se produjeron 5.306 unidades de este vehículo
Volkswagen Navarra logró un beneficio después de impuestos de 85,5 millones de euros en 2023, un 2,2% menos que en el ejercicio anterior debido, en gran medida, al descenso del 5,1% en la producción anual de vehículos, que se situó en 273.273 unidades frente a las 288.088 del año 2022. Pese a esa disminución, el de 2023 es el segundo mejor resultado de la historia de la fábrica de Landaben, únicamente por detrás de los 87,4 millones de beneficio logrados en 2022. Los ingresos totales ascendieron a 3.940,6 millones de euros, el 95% procedente de la venta de coches y el 5% restante de la de carrocerías, componentes y recambios.