Wallbox, empresa especializada en cargadores para vehículos eléctricos que cotiza en la Bolsa de Nueva York, ha cerrado el primer semestre del año con pérdidas operativas de 67,6 millones de euros, un 19,6% más que en el mismo periodo de 2022. La compañía con sede en Barcelona tuvo en el mismo periodo unos ingresos de 68,1 millones, prácticamente los mismos que un año antes, y lo achaca a que no ha alcanzado la facturación que había previsto entre abril y junio: 33 millones frente a los entre 40 y 50 millones augurados.
El ebitda (resultado bruto de explotación), indicador que la firma toma como mejor referencia de la evolución del negocio, se ha situado en los primeros seis meses del año en 42,9 millones negativos, un 37,45% más. En rueda de prensa, el fundador y consejero delegado de Wallbox, Enric Asunción, ha dicho que la empresa pone ahora el foco en avanzar hacia la rentabilidad, reducir costes, el lanzamiento de nuevos productos y mantener una "confortable" posición de caja.
De hecho, en este primer semestre la empresa ha llevado a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) con el que ha dado salida a 95 trabajadores, lo que se enmarca en un plan de ahorro de costes cifrado en 50 millones anuales. Ello hace que Wallbox ya no comunique previsiones económicas a futuro, mientras que hace unos meses fijó en entre los 240 y los 290 millones los ingresos que esperaba para todo 2023.
Espera alcanzar el punto de equilibrio en el cuarto trimestre
Asunción ha definido este segundo trimestre como "emocionante", pues Wallbox ha aumentado un 67% sus ventas en EEUU, una de sus principales apuestas, mientras que en Europa se han registrado dos trimestres con "inventarios más altos de lo deseado" entre los fabricantes vehículos.
En cuanto a productos, las ventas de cargadores para carga pública se han incrementado un 700% y representan ya el 20% de los ingresos, frente al 2% de hace un año. Wallbox ha debido lidiar en este segundo trimestre con problemas en un lote de cargadores, que ha tenido que retirar del mercado, lo que ha restado 1,8 millones a su potencial facturación y ha reducido el margen bruto al 30 %, frente al 36 % anterior, según ha explicado el director financiero, Jordi Lainz.
"Nos enfocamos en lo que podemos controlar", ha explicado Asunción, antes de incidir en la demanda "algo floja" de algunos países y en que se esperan nuevos incentivos para la compra de vehículos eléctricos en países como Italia o Alemania, además de señalar la subida de tipos como un obstáculo añadido para la compra de esos coches. Wallbox tiene previsto alcanzar el punto de equilibrio en el cuarto trimestre de 2023, cuando debería registrar por primera vez un ebitda positivo, según ha ratificado su consejero delegado.