Wallbox, empresa especializada en cargadores para vehículos eléctricos que cotiza en la Bolsa de Nueva York, ha firmado un préstamo sindicado sostenible y para la internacionalización por un importe de 35 millones de euros. Este crédito lo ha suscrito con EBN Banco, el Instituto Oficial de Crédito (ICO), el Institut Català de Finances (ICF), la Compañía Española de Financiación del Desarrollo (Cofides) y MoraBanc Grup. Su vencimiento es a cinco años.
El tramo para inversiones sostenibles estratégicas (donde participan ICO, ICF, MoraBanc Group y EBN Banco) se destinará a líneas de fabricación para los cargadores Supernova y Quasar 2, según informa la empresa en un comunicado este lunes.
Esta línea permitirá mejorar la logística de la planta de la empresa situada en la Zona Franca de Barcelona y adaptar las líneas existentes a las futuras versiones de los cargadores, así como al desarrollo de equipos de medición y control de calidad. También destinará parte de los fondos a la ampliación de la planta de circuitos impresos que tiene en Sant Boi de Llobregat (Barcelona).
Inversiones en EUA
Por otra parte, el tramo para la internacionalización (financiado por Cofides con cargo al Fondo para Inversiones en el Exterior, Fiex) se destinará a la ampliación de la planta que la empresa posee en Estados Unidos.
El director financiero de Wallbox, Jordi Lainz, indicó que el crédito permitirá acelerar el plan estratégico y reforzar la posición financiera. El CEO, Enric Asunción, añadió que estos recursos "permitirán continuar mejorando" las operaciones industriales tanto en España como en Estados Unidos.
Wallbox cerró el primer semestre de este 2023 con pérdidas operativas de 67,6 millones de euros, un 19,6% más que en el mismo periodo de 2022. La compañía con sede en Barcelona tuvo en el mismo periodo unos ingresos de 68,1 millones, prácticamente los mismos que un año antes, que achacó a que no ha alcanzado la facturación que había previsto entre abril y junio: 33 millones frente a los entre 40 y 50 millones augurados.
El ebitda (resultado bruto de explotación), indicador que la firma toma como mejor referencia de la evolución del negocio, se situó en los primeros seis meses del año en 42,9 millones negativos, un 37,45% más. En rueda de prensa, Enric Asunción indicó a finales de julio que la empresa pone ahora el foco en avanzar hacia la rentabilidad, reducir costes, el lanzamiento de nuevos productos y mantener una "confortable" posición de caja. Precisamente, en el primer semestre la empresa llevo a cabo un expediente de regulación de empleo (ERE) con el que ha despedido a 95 trabajadores, proceso que enmarcan en un plan de ahorro de costes cifrado en 50 millones anuales.