Tan solo unas horas después de confirmar la presentación de sus resultados para el próximo miércoles, la empresa catalana Wallbox, considerada unicornio por ser una startup con más de 1.000 millones de valoración, ha cerrado con el comité de empresa un Expediente de Regulación de Empleo de 96 trabajadores, 60 bajas menos de las anunciadas en un primer momento después de la negociación colectiva. Fuentes cercanas a la negociación aseguran que la empresa augura unos resultados "negativos" para justificar estos recortes, si bien no han compartido con ellos los resultados del último trimestre que serán presentados el miércoles. "Defienden que confían en el producto a largo plazo pero que no pueden presentarte ante los inversores con una plantilla sobredimensionada", explican estas mismas fuentes.
En medio de una oleada mundial de despidos en empresas tecnológicas, Wallbox fue de las primeras catalanas en anunciar recortes. Lo hizo a finales de enero, con el anuncio de que prescindiría del 15% de su plantilla, que tiene 1.400 trabajadores, para ahorrar 50 millones de euros. Al final, esa cifra se ha reducido al 6,5% que representan los 92 trabajadores de los que prescindirá. De estos, hay 20 que han pactado su salida debido a una "sustitución de perfiles" que armoniza la voluntad de la empresa con la predisposición de estos trabajadores.
Pérdidas de 28 millones
Según un comunicado del sindicato Comisiones Obreras en su sección de Industria, las indemnizaciones pactadas son de 33 días por año trabajado, como correspondería a un despido improcedente, y una cantidad de 2.000 euros brutos fija para todos los trabajadores. Los trabajadores afectados por el ERE quedarán liberados de sus cláusulas de permanencia y no competencia, si es que las tienen, y entrarán en una bolsa de trabajo durante seis meses después de la extinción del contrato, que se hará efectiva el próximo 8 de marzo. Las salidas, según la información que publicó la empresa a principios de febrero, afectarían a los seis centros que la firma catalana tiene en España: cuatro en Barcelona - los cuales concentran la mayor parte de las salidas -, uno en Madrid y otro en Valencia.
En sus últimos resultados presentados, el pasado mes de noviembre, Wallbox presentó pérdidas de 29 de millones de euros, pero sus ingresos crecieron por encima del doble, un 146%, hasta alcanzar los 146 millones de euros, gracias en parte a haber multiplicado un 536% su actividad en el mercado de Estados Unidos.
La empresa de gestión de energía y carga de vehículos eléctricos se encuentra ante un escenario paradójico: por un lado, la electrificación del automóvil está en aumento y su facturación lo refleja, pero por el otro la espiral inflacionario y la escasez de materias primas afecta especialmente a los componentes de su cadena de montaje, como por ejemplo los microchips. La tendencia, además, de las startups a afrontar grandes inversiones para encarar el crecimiento deriva muchas veces en pérdidas que, en este caso, la han llevado a optar por esta reducción de plantilla.