El CEO de Seat Wayne Griffiths, ha dejado de serlo este lunes, según ha podido saber ON ECONOMIA. Llevaba en el cargo desde octubre de 2020. La decisión se hace pública tan solo quince días después de que la empresa catalana presentara unos resultados de 2024 satisfactorios, con 522 millones de euros de beneficios, un 4% menos que en 2023, pero con unos ingresos récord de 14.530 millones.
La decisión responde a la intención del británico de "emprender nuevos retos", según ha informado la compañía, que pondrá al actual vicepresidente ejecutivo de producción y logística, Markus Haupt, como CEO interino hasta el nombramiento del nuevo CEO, que se llevará a cabo "próximamente".
"Esta compañía es el destino final de mi carrera. Es el trabajo de mis sueños. No tengo otros planes. Al menos hasta que lancemos Cupra en Estados Unidos", aseguró el hasta ahora directivo durante la rueda de prensa de presentación de las cuentas anuales.
"Desde su nombramiento como CEO de Seat y Cupra en 2020, Wayne Griffiths ha desempeñado un papel decisivo en la evolución de la marca Cupra. Bajo su liderazgo, Cupra se ha convertido en una marca independiente dentro del Grupo Volkswagen y es ahora una de las marcas de automóviles de más rápido crecimiento en Europa", señala en un comunicado la empresa.
La empresa se encuentra inmersa en una profunda transformación debido a la transición hacia el vehículo eléctrico que marcan las directrices internacionales, tanto europeas como mundiales, para descarbonizar la economía. La empresa ha arrancado su electrificación desde China, donde ha empezado a fabricar el Cupra Tavascan 100% eléctrico, por lo que ha salido perjudicada por los aranceles europeos a los coches importados desde la potencia asiática. El Cupra Born, lanzado en 2021, fue el primer modelo eléctrico de la compañía y "uno de los hitos más importantes de su mandato" según la empresa.
Mientras tanto, Seat avanza hacia la electrificación desde su planta de Martorell, donde espera empezar a fabricar este tipo de vehículos en 2026, después de varios retrasos. En los últimos tiempos, tanto la compañía como los sindicatos han alertado de que el coste de los aranceles puede afectar a su mano de obra, y además necesitará aumentar su producción un 50% para mantener a sus 15.000 empleados en Catalunya.
Además, la empresa ha anunciado recientemente su intención de abrirse mercado en Estados Unidos, donde espera aterrizar antes de 2030 y donde se ha llegado a replantear si producir coches de combustión en vez de eléctricos después de la llegada de Trump al poder. Seat tenía dudas sobre si producir allí o exportar desde Europa, pero la política arancelaria de Trump les conduce más hacia la opción de la fabricación local.
Griffiths llegó a la empresa en 2016 como máximo responsable de ventas y la empresa lo consideró la causa de que en los siguientes tres años Seat fuera la marca con mayor crecimiento de Europa. Fue, además, uno de los creadores de la marca Cupra y de la nueva Seat MÓ.