La empresa leridana Indubius Network es el artífice que el certificado europeo que vela por el bienestar animal Welfair haya llegado a 30.000 granjas y mataderos, repartidas por España y Portugal, principalmente, y en Dinamarca. Pero el sello europeo ya ha atravesado el Atlántico: Indubius lo ha hecho llegar a Chile, Ecuador, Costa Rica y México. "En las próximas semanas y meses haremos, también, las primeras auditorías en granjas del Brasil, Colombia y Argentina", expone Carles Rosell, consejero delegado de la compañía.

Rosell concreta que, con la expansión, la firma pasará de cinco a 11 empleados en la oficina central situada en el parque Agrobiotech, en Lleida. Para llegar a cada mercado, la firma busca el apoyo de socios locales para estar más cerca de las granjas, exportadores y empresas intermedias transformadoras. Es decir, Indubius tiene acuerdos de colaboración con 25 entidades certificadoras españolas e internacionales que son las encargadas de llevar a cabo las auditorías, de acuerdo con los criterios y normas del sello Welfair. Hoy por hoy, del total de granjas, unas 6.000 se encuentran a España y unas 1.500 en Portugal.

Este sello, que se creó hace 6 años, es el único certificado multiespecie (no pertenece a ninguna industria animal concreta), independiente (no está asociado a ninguna patronal o sector) y basado en criterios científicos y en la observación directa del animal, con la misión de contribuir a medir el bienestar animal y a impulsar la mejora continuada del sector.

A estas alturas, ya ha llegado al consumidor final. El sello es fácilmente visible en los envases de varios productos de alimentación frescos y elaborados procedentes de las especies bovina, ovina y porcina. Además, de conejos, gallos de indio, gallinas, entre otros. Y también se puede buscar en huevos, embutidos, productos lácteos y sus derivados. Por lo tanto, se encuentra en los lineales de los supermercados adheridos como Bon Preu, Consumo, Bonarea, Plusfresco, Almendro Origen, Lidl, Carrefour, El Corte Ingles, Auchan, Eroski, Día, Aldi o Alcampo. También los artículos de las empresas Huevos Roig, Aneto, Verntallat, La Selva, Viube, Batalle, Catalana de embutits, Letona, Leche Nuestra, Pascual, Coren, Lactalis (Puleva), Noel, Miguel De Vergara, Hello Fresh, El Pozo, Campofrio, Ato, Leche Celta o Aldelis, entre otros.

Creada ahora hace todavía no un año, Indubius tiene un plan de crecimiento e internacionalización exponencial. "En 2030, la facturación se situará entre los 5 y los 6 millones de euros", aventura Rosell, "porque el consumidor final está cada vez más concienciado con el cuidado de los animales". Eso hace que "la gran distribución, como ya demuestra nuestra experiencia e implantación de la certificación, escoja a sus proveedores en función de la existencia del sello que valide el bienestar animal durante su crianza, pero también en toda la cadena de valor, hasta las empresas transformadoras." En este sentido, entre los clientes de la firma hay también 2.500 empresas, entre España y Portugal.

Una granja de engorde con la certificado Welfair
Una granja de engorde con el certificado Welfair. Foto: Welfair

Welfair es ahora mismo la certificación más extendida, defensa Rosell, ante otros sellos. Según su opinión, Welfair ha ganado cuota de mercado porque es fruto de un proceso pionero y largo, riguroso y científico, que se sigue para obtenerlo. Welfair acredita el bienestar animal centrándose en ellos, los animales; no en las instalaciones en las cuales viven o en las cuales serán sacrificados, manifiesta. Eso "lo hace fácilmente exportable", porque "nosotros observamos el animal, la salud -sin dolor, lesiones, enfermedades-, la alimentación, el entorno, el estrés físico o térmico, la socialización con los granjeros, el comportamiento... no solo las instalaciones, ya que cada país tiene sus propias normas de control de los espacios de crianza, de despiece, envasado...".

Las granjas están "muy interesadas" en obtener la certificación porque "avala su trabajo", destaca Rosell y concreta que obtener la auditoría tiene un coste de unos 200 euros anuales, por lo cual está al alcance de ganaderos y agricultores. Al mismo tiempo, la auditoría también se extiende a toda la cadena de valor, "para garantizar la trazabilidad de los productos".

Por lo tanto, "somos realmente los que sabemos más sobre el bienestar animal", con una observación que se alarga durante 7 horas para validar la auditoría. "No persigamos únicamente que se cumplan las leyes, sino también las medidas adicionales con criterios científicos para demostrar que el animal está bien", dice Rosell. En definitiva, asegurar una vida animal con un comportamiento emocional y de conducta saludable, relacionándose con otros animales de su especie en un entorno adecuado y con el espacio necesario.

Justamente, los criterios científicos son los que están detrás de la iniciativa. El certificado Welfair está homologado por el Instituto de Investigación y Tecnologías Alimentarias (IRTA) de la Generalitat de Catalunya con colaboración con el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (NEIKER). Es importante destacar que Welfair está basado en dos referenciales europeos. Por una parte, Welfare Quality: un proyecto de investigación europeo desarrollado entre el 2004 y el 2009 para la integración de los animales de granja. Y por otra, Awin, lo proyectáis europeo posterior al primero que nació con el objetivo de desarrollar protocolos e indicadores científicos con la misma metodología para ovejas, cabras, caballos, gallos de indio y asnos.

Por lo tanto, el nacimiento de Indubius Network es un ejemplo de la transferencia de conocimiento entre los centros de investigación y la industria. La compañía, amparada por el IRTA, la han creado dos socios -del mundo digital y del sector agrario que prefieren mantener el anonimato- que han obtenido la licencia para comercializar Welfair.