Este sábado WhatsApp cumple 15 años consolidada como una de las redes sociales más populares del mundo, con más de 2.000 millones de usuarios que aprovechan su servicio gratuito y encriptado -sobre todo desde 2016, con el cifrado de extremo a extremo, que impide que los mensajes sean interceptados o vistos por personas ajenas a la conversación-. Es líder entre las aplicaciones de mensajería instantánea, por delante de la china WeChat (1.336 millones), Facebook Messenger (979 millones), o Telegram (800 millones), según datos de la web Statista, recogidos por Efe. Su mayor rival es iMessage, la aplicación de mensajería nativa de Apple, que viene instalada en todos los iPhone y Mac. En España, la quinceañera plataforma de mensajería es la que se utiliza con mayor frecuencia -varias veces al día- y mayor intensidad, ya que es la preferida de las generaciones milenial, zeta y alpha, y la más valorada junto a YouTube, según el último Estudio de Redes Sociales de IAB Spain (2023).
La aplicación de mensajería instantánea fue creada el 24 de febrero de 2009 por dos antiguos empleados de Yahoo, Jan Koum y Brian Acton, y en 2014 pasó a formar parte de lo que hoy es Meta, cuando la adquirió su fundador, Mark Zuckerberg, por unos 19.000 millones de dólares. En estos 10 años en manos del creador de Facebook, la herramienta ha ido evolucionando y ahora es una de la que más crecimiento registra en los Estados Unidos. Si la posibilidad de mandar fotos se introducía en diciembre de 2009, los mensajes de voz llegaron en agosto de 2013.
La "app" ha ido incorporando innovaciones cada vez más complejas: desde las videollamadas o las notas de voz, hoy básicas, la posibilidad de crear grupos y ahora también de abandonarlos sin que se enteren todos los miembros. Su innovación más reciente consiste en permitir editar mensajes ya enviados. Como era de esperar, la Inteligencia Artificial (IA) ya se ha colado entre las novedades, aunque por su naturaleza privada resultan anecdóticas: los usuarios pueden usar la tecnología para generar pegatinas, imágenes y chatear con un asistente dentro de unos "límites".
"Las IA pueden leer lo que se les envía, pero tus mensajes personales siguen encriptados de principio a fin así que nadie, incluyendo a Meta, puede verlos", asegura la empresa en su web, si bien adelanta que pondrá la tecnología estará a disposición de desarrolladores y empresas, uno de sus filones.
Y es que, desde 2018, la app ofrece la plataforma WhatsApp Business de comunicación corporativa, con unos 200 millones de usuarios dispuestos a pagar céntimos por cada conversación con sus clientes y que parece ser una solución al problema de la rentabilidad.