Zara ha estrenado esta semana un sistema de pago que permite al cliente pagar con su móvil o tarjeta sin tener que pasar por caja y sin que las prendas lleven alarmas físicas antirrobo. Se trata de un servicio piloto que de momento se ha puesto en marcha en cuatro tiendas de Zara (en la de Compostela en A Coruña, en la de Gran Vía de Bilbao, en la de plaza de España de Madrid y en la de paseo de Gracia de Barcelona), con la idea de que se vaya expandiendo progresivamente por toda la red de establecimientos de la marca estrella de Inditex.

Para hacer posible este sistema, el gigante de moda gallego ha desarrollado un dispositivo capaz de identificar cada prenda mediante tecnología FRID (identificación por radiofrecuencia) y de desactivar las alarmas "blandas" o invisibles que Zara ya instala en todas sus prendas (que sustituyen a las tradicionales alarmas físicas antirrobo) justo cuando el cliente paga. "Esto permite incluso que un cliente se pruebe las prendas en el probador y que se lleve puestas la que desea comprar sin tener que quitárselas y pasar por la caja", explican desde la multinacional. 

Según detalló este miércoles el consejero delegado de Inditex, Oscar García Maceiras, durante la rueda de prensa en la que presentó los resultados anuales del grupo, la nueva tecnología de alarmado invisible ya está plenamente operativa en Zara, y estará disponible en Bershka y Pull&Bear este año. "Se irá implementando progresivamente en el resto de cadenas y es la base para que sigamos profundizando en la digitalización de nuestras tiendas y su total integración con las plataformas online en los próximos años", agregó. 

Beneficio y facturación récord

Inditex, la mayor empresa cotizada española, ha encadenado tres años con beneficio y facturación de récord, pero la tendencia a la normalización del ritmo de crecimiento tras los fuertes avances pospandemia y, sobre todo, el suave arranque de 2025 ha sido penalizado en bolsa esta semana. El grupo textil gallego ganó 5.866 millones de euros en su ejercicio fiscal de 2024 (cerrado el 31 de enero), lo que supone un avance del 9 % interanual. Sin embargo, el ritmo de crecimiento de las ganancias mostró una desaceleración respecto a años anteriores, que también se observó en la facturación, que se elevó un 7,5% para quedar en 38.632 millones, una cifra también inédita para la empresa.

De hecho, desde que se desatara la pandemia hace ahora cinco años, esta es la primera ocasión en que la propietaria de Zara y de otras marcas como Massimo Dutti, Bershka o Stradivarius no cierra el ejercicio fiscal con avances de dos dígitos tanto en ganancias netas como en ingresos. A ello se suman que en lo que va de su actual ejercicio fiscal (desde el 1 de febrero hasta el 10 de marzo) las ventas en tienda y en línea a tipo de cambio constante, ajustadas por el efecto calendario debido al año bisiesto 2024, se han elevado un 4%, un ritmo inferior a lo que preveían los analistas.

Al respecto, Inditex ha querido destacar que en solo la última semana comercial las ventas han crecido un 7% interanual, lo que en cualquier caso no ha logrado evitar que el mercado bursátil recibiera con caídas la publicación de estos datos.