Anaís Garrell (Barcelona, 1984), es licenciada en matemáticas por la Universidad de Barcelona (UB) y doctora en robótica por la Universidad Politècnica de Catalunya (UPC). Actualmente, es profesora e investigadora de la UPC donde trabaja como científica en el Instituto de Robótica e Informática Industrial (IRI). Este año, acaba de publicar una serie de cinco cuentos, 'Els Robo-Científics', donde quiere poner de relieve la importancia en enseñar, desde bien pequeños, a saber utilizar los robots desde la ética de los humanos, más allá de aprender sus mecanismos más técnicos. Estos cuentos se dirigen a temas de actualidad ligados a aspectos educativos para los menores: 'La familia de los robots', para introducir los diferente robots, 'Los robots voladores', para entender coómo los robots nos pueden ayudar en tareas cotidianas, 'Los robots humanoides', para hablar de la figura de los abuelos, 'Los robots exoesqueletos', para ver cómo nos pueden ayudar si tenemos alguna dificultad; y 'Los robots educativos' para hablar del autismo.


Una científica preocupada por la educación...
Son vasos comunicantes. La Fundación Catalana para la Investigación, me concebió uno de los premios Joan Oró y con la subvención, he destinado buena parte a escribir estos cuentos, editarlos y distribuirlos. Sobre todo para las escuelas donde creo que pueden hacer un gran aprendizaje ya que cada uno de ellos acaba con una página de actividades y reflexiones para compartir. Son libros que estoy ofreciendo personalmente a las escuelas de forma gratuita porque el futuro de nuestras generaciones tiene que entender por qué sirven los robots y cómo debemos tratarlos. Dicen que este tema se tiene que focalizar en los adolescentes, pero pienso que es mejor empezar desde bien pequeños.

Autor: Pau de la Calle

"Se debe enseñar robótica, y no ciencia ficción"


¡Una nueva asignatura en la primaria!
Hay que enseñar robótica, y no ciencia ficción. Todos los casos que explico son reales y una de las protagonistas, la científica, es una mujer. Los padres también aprenden cosas, pero lo hemos trabajado para los pequeños, La escuela donde van mis dos hijos pequeños, el Aula de Barcelona, también ha colaborado. Su directora de parvulario me ha dado su opinión, en el cuento donde tratamos el autismo, que es un aspecto delicado, hemos requerido de la psicóloga de la escuela para asegurarnos de que todo estaba bien tratado. Básicamente está enfocado para niños de entre 4 y 8 años. Mi hija tiene 6, se lo lee y le interesa.


Y la protagonista principal me ha dicho que es una niña...
Efectivamente, todos los detalles no son casuales. La ratio en las universidades donde se estudia una ingeniería todavía es predominante el hombre, donde las mujeres a duras penas representan al 30% del alumnado. Por eso este libro está hecho íntegramente por mujeres. Yo no soy neurocientífica, pero está comprobado que las niñas cuando tienen 16 años se piensan que no pueden acceder a estos ámbitos de trabajo o investigación. Desde bien pequeña, yo tenía mucho interés por las matemáticas y nunca me frenaron, pero sí recuerdo a la década de los noventa al escuela sufrir esta discriminación. Y, en último término, también es un aspecto de modestia, no nos lo creemos lo suficiente. Te doy un ejemplo: conozco un caso de un chico que pidió una carta de recomendación para ir a Harvard y tenía un 6 de media, y una chica con un 9,5 que no se lo planteó porque no había sacado un 10. Y después está la presión de ser madre como si no trabajaras, y trabajar como si no fueras madre. Ahora, por suerte, está cambiando y también por el lado de los hombres, pero hay un repunte del machismo.

Autor: Pau de la Calle


Hay que hablar claro.
En mis puestos de trabajo he tenido mucha suerte, me han 'cuidado' durante muchos años, desde el entorno familiar hasta mi mentor y eso hay que ponerlo en valor. Pero también he estado en reuniones de 20 hombres cuando era joven y me trataban como si no estuviera, me decían 'toma notas'. Y ahora, como profesora, me tengo que imponer en las clases, de entrada soy distante y después, poco a poco, más próxima. Y te hablo de ejemplos que están pasando ahora con chicos de 18 años. A pesar de todo, sí veo más libertad por parte de las mujeres, que hacen lo que quieren en todo momento y rompen los cánones establecidos.

"Hay que educar a la gente para utilizar un robot"

Ética en la paridad y ética en la robótica. Volvemos a esta: ¿por qué hay que poner el acento en saber tratar con un robot?
Porque su presencia en nuestra cotidianidad es inmediata. Se tiene que educar a la gente a utilizar un robot. Tenemos cuchillos en casa y no nos cortamos porque nos lo han enseñado desde bien pequeños, lo mismo con ellos. Hace falta educar, sobre todo en roboética, no es tan necesario que un niño utilice el robot, pero sí el cómo. En el día a día, tus hijos aplicarán cuando se hagan mayores la robótica. Eso te lo aseguro.


¿Estamos yendo demasiado rápidos?
Totalmente, ya hay robots que juegan, buscan la pelota, entre otros. Alexa no es un robot como tal, pero yo a mis hijos no les dejo. Con ella se habla en imperativo y podemos trasladar a nuestros hijos que hablen así. No dejas de hablar a una máquina, pero si desde el minuto cero aprenden a hablar así, pueden interiorizar una conducta errónea. No tengo estudios, pero desde mi experiencia, intento aplicar lo mejor en mi casa. Otro ejemplo: tengo una rumba y ven que la utilizo, pero también me ven barriendo la casa. Los niños y las niñas lo tienen todo muy rápido y también se aburren muy rápido, hay que hacer entender cuál es el camino para tener valores. Y, a la vez, sin poner puertas. A mi hija de 6 años le dejo el móvil puntualmente, pero ya sabe qué puede mirar y qué no. En definitiva, tenemos que educarlos.

"Apostamos porque el robot aprenda preguntando a los humanos"

Hábleme de su último proyecto, el LENA
Junto con Àngel Santamaria estamos trabajando en la navegación de los robots. Ahora está de moda el deep learning y creo que no es la manera natural de aprender. Actualmente, con este sistema disponemos de una cantidad de datos enorme en el mundo y los computadores son muy potentes. Pueden hacer cálculos más rápidos de lo que hace una década, por eso el deep learning es brutal. Pero los requerimientos de las bases de datos y la computación hace que se pueda hacer un proceso de adaptación mejor. Un ejemplo: trabajo desde hace años en que los robots y los humanos se comuniquen a través del lenguaje de signos. Si vienes tú y haces otro tipo de gestualidades que las mías, el robot no lo entiende. Por eso lo que nosotros proponemos es el continued learning: el robot sabrá que tu ok con la mano puede ser diferente del mío. Nosotros apostamos para que cuando el robot quiere adquirir nuevo conocimiento, le pregunte a un humano y de esta manera aprende a través de la interacción. Te pongo en situación: el robot va a un semáforo y le pregunta al humano y este adquiere el lenguaje de los tres colores.

Autor: Pau de la Calle


Pero entonces el robot puede adquirir respuestas equivocadas.
Sí, como los humanos que también nos equivocamos. A pesar de todo, nuestro proyecto parte de la base que detrás de él, los humanos responden correctamente. También trabajamos de la mano con un equipo de sociólogos para analizar si los humanos están colaborando de forma correcta y tienen interés.


En definitiva, ¿humanizamos a los robots?
En absoluto, se debe diferenciar muy bien. La inteligencia artificial hará que los robots sean más inteligentes, de hecho estamos trabajando en otro proyecto donde queremos integrar ChatGPT en un robot. Sin embargo, volviendo a los cuentos, tenemos que saber cómo utilizarlos y también sumar la legislación y los límites de los robots. La Unión Europea hace años que está pagando comités de ética para decirnos hacia dónde tenemos que ir. I sí, China y los Estados Unidos van hacia otro camino y es peligroso porque no ponen estos límites éticos. Pero quiero pensar que eso no nos afectará, solo lo haría si entráramos en guerra y no creo que pase. Desde la UPC está prohibido desarrollar ningún proyecto de orientación militar, como el resto de universidades éticas.

"Un robot tiene que tener una finalidad"


No humanicemos los robots, ¿pero nos reemplazarán?
Es la pregunta que más me plantean. Sacará puestos de trabajo, pero los cambiará y la transición va para acá. En algunas cosas, los robots ya son más inteligentes que las personas. En temas físicos, traen más peso que nosotros, corren más rápido. Y a nivel intelectual, hicieron un experimento con dos gemelos idénticos, ¿el resultado? Los humanos no eran capaces de diferenciarlos, los robots sí. Pero hablamos de capacidades concretas, se centran en características que para nosotros pasan desapercibidas, y para ellos no.

Autor: Pau de la Calle


En definitiva, un robot será aquello que nosotros queramos.
Por eso la importancia de proyectos que cuenten con una robótica inclusiva. Nos focalizamos en personas sanas, de 20 a 50 años. Y sí, la robótica ya está en los hospitales, pero hay que abrir nuevos caminos. Y reitero por si no ha quedado claro antes: cuidado con querer humanizar los robots, un humano nunca será sustituible. Un abuelo que busque compañía, por la parte psicológica, no lo encontrará con un robot. Otra cosa es Japón donde ya existen este tipo de robots, pero para mí son herramientas. Un robot tiene que tener objetivos claros y si puede ser para que mejoren un mundo que está hecho un desastre, objetivo cumplido.