Como expresidenta del lobby empresarial Barcelona Global, a Aurora Catà (consejera independiente de Repsol, Banco Sabadell y Atrys, entre otros cargos directivos) se le atribuye la responsabilidad de haber liderado el éxito de la candidatura para que la Copa América de vela se celebre en Barcelona en 2024. Aseguran los organizadores que es el tercer acontecimiento deportivo más importante del mundo, después de los Juegos Olímpicos y del Mundial de Fútbol. Catà, ahora vicepresidenta ejecutiva de la institución organizadora del certamen, comenta para ON ECONOMIA qué implica para la economía de la capital catalana.

¿Cuál es la clave de la buena colaboración público-privada que habéis insistido en destacar para hacer esta Copa América?
La Copa América es mucho más que una competición deportiva. La vertiente deportiva es una excusa para una competición tecnológica, para la sostenibilidad, una apuesta por la diversidad, por una implicación de toda la ciudad en este gran acontecimiento. En estos valores la alcaldesa, Ada Colau, [el teniente de alcalde] Jaume Collboni, [el president de la Generalitat] Aragonès, el [presidente del Port de Barcelona] Damià Calvet... todos han estado absolutamente alineados de una manera muy natural.

¿Hasta qué punto ha contribuido el poco entusiasmo de València a este éxito?
Cuando entramos en la carrera de la candidatura éramos cuatro ciudades y València ya no estaba. Málaga fue un grandísimo competidor y una ciudad que estuvo luchando hasta el final. Tener la infraestructura suficiente para hacer el acontecimiento sin inversión adicional sumaba, y Barcelona lo tenía.

¿Cuál es la propuesta económica de todas las partes implicadas? ¿Qué aporta cada uno?
La propuesta va ligada al coste del acontecimiento. Una parte es financiada por las administraciones públicas, 45 millones, y el resto, 25 millones, con una garantía del sector privado que si no se llega a cubrir determinados importes a partir de una fecha determinada, se ejecuta. Para ver la foto final hay que esperar al final. Pero lo que sí es evidente es que sin esta garantía no habríamos tenido la cantidad para competir.

Hay una parte financiada por las administraciones, 45 millones, y el resto, 25, con una garantía del sector privado

¿Quiénes son los empresarios que participan en la garantía y cómo se instrumentaliza? ¿Son dinero o avales?
No estoy autorizada a revelar los nombres, más allá de Dani Puig [Yacht Work List] y Gonzalo Rodés [Havas Media]. Una garantía implica adelantar un dinero, aunque haya un banco detrás. En caso de que lo tengas que utilizar, el banco aporta el dinero. Otra cosa es cómo se instrumentaliza una vez acabado el acontecimiento. La garantía ha sido muy relevante para conseguir la Copa.

¿Qué banco hay detrás?
No hay ninguno todavía, ya se decidirá.

¿Y cómo se activarían las garantías en caso de que sea necesario?
Si determinado dinero de espónsores no es suficiente para llegar al importe, el banco, como si fuera una póliza de crédito, pondría el dinero.

Últimamente, se ha sabido que Prada se marchaba.
Pero no es inversor, sino un patrocinador de la competición que abandona. Ya estaba previsto, sin embargo, que se marchara.

¿Cuál ha sido el papel de Barcelona Global al obtener esta Copa América?
Siempre digo que el rol ha sido el de hacer la mayonesa. Conseguir alinear estas administraciones, sumarlas al proyecto... En Barcelona Global la inspiración nos encontró trabajando, a través de Barcelona & Partners, más una suma de 30 empresas catalanas y españolas, todo un equipo en marcha trabajando para la ciudad...

¿Cuál ha sido el rol de Barcelona & Partners en esta Copa América?
La función de esta agencia es traer compañías consolidadas con determinantes verticales o acontecimientos que puedan crear riqueza en Barcelona. Lo creamos desde cero y cuando nos llega la propuesta de la Copa América ya teníamos un equipo de gente preparado y la financiación para pagar una candidatura. Papeles, abogados, cartas a Mike Blackman [Integrated Systems Europe] y John Hoffman [Mobile World Congress] para que escribieran por qué habían escogido Barcelona, otros de personas famosas como Ferran Adrià... Obviamente, sin un equipo, no lo hubiéramos conseguido.

¿Cómo notarán los barceloneses esta riqueza que dicen que aporta a la ciudad?
En primer lugar, no es una competición corta. Son 68 días y la gente que vendrá a verlo tampoco vendrá solo un día. Los equipos vienen a prepararse meses antes, incluso hay un equipo que ya está aquí. La semana pasada un participante de Nueva Zelanda alquiló 100 apartamentos y eso se nota en la economía. Se calcula que vendrán 150 familias por equipo, que se escolarizarán 600 niños. Es un impacto muy grande y muy largo en el tiempo. Y después hay un legado en el cual está trabajando la Fundación Barcelona Náutica con muchos proyectos.

¿Se han aprobado nuevas inversiones para la ciudad?
El proceso todavía está en fase de definición, pero seguro que se acelerarán inversiones que ya estaban previstas. Cosas que podían estar para dentro de tres años, adelantarlo a dos, por ejemplo. En el ámbito de infraestructuras, para poner un ejemplo que no está concretado, para poder transmitir bien la competición, tener un barrio que sea todo 5G, o actualizar la circularidad del mismo barrio. Hay otros proyectos como crear una escuela de vela, que ya se está hablando. Y muchos más.

Se pueden alcanzar proyectos como dotar todo un barrio de 5G o actualizar la circularidad del mismo barrio

¿Cuál será el impacto económico para la ciudad? Se habla de 1.000 millones de euros.
Se está haciendo un estudio en la Universitat Pompeu Fabra. Cualquier cosa entre los 500 y los 1.000 millones de euros será muy razonable.

¿Cuál ha sido el rol del Gobierno?
Ha sido desde el inicio supportive. Ellos querían que la Copa América viniera a España y han tenido una complicidad muy bonita, pero nos consta que también con Málaga. Fueron neutrales.

¿Cuándo se habla de pedir al Gobierno ayudas al Govern en materia de fiscalidad o permisos de residencia, de qué estamos hablando?
Entre otras cosas, declarar el acontecimiento de interés general. Los abogados trabajan para eso, que facilita muchas cosas.

¿Cree que Barcelona está a punto o tiene todavía algún reto pendiente por delante?
Es una gran oportunidad para poder explicar al mundo lo que es Barcelona y los valores que representa. La ciudad volverá a estar a primera división y los barceloneses podrán volver a sacar pecho. Barcelona es la mejor ciudad del mundo y eso atraerá muchas empresas e inversores.

¿Le consta que ya haya empresas invirtiendo?
Lo que me consta por ahora son cosas menores, pero es evidente que arrastrará a muchas empresas. Si miras la retransmisión de las regatas en el ámbito audiovisual, es puntero: sobreponen dos capas de información, la imagen y los grafismos de velocidad, de cómo se está moviendo la regata. Después, todos los barcos trabajan con inteligencia artificial. Pocos acontecimientos utilizan así la tecnología, la inteligencia artificial y el diseño de producción audiovisual. Hará falta un apoyo de e-gaming, que se está desarrollando. La Copa América potencia la inteligencia artificial, la tecnología y el e-gaming.

¿Habéis hecho un estudio de la huella ecológica que tendrá la competición?
El objetivo es alcanzar un nivel de cero emisiones. Todos los barcos de apoyo irán con hidrógeno verde por primera vez y también por primera vez intentaremos alcanzar un nivel cero de emisiones, como mínimo, pero lograr un nivel negativo sería ideal. También por primera vez habrá una regata totalmente de mujeres y otra de jóvenes, pero los barcos serán todos iguales.

Uno de los objetivos de BCN Global es atraer talento y proyectos. ¿Cómo cree que está Barcelona en este sentido?
Se va adelantando. Yo soy exigente y me gustaría que fuéramos mucho más rápido. Pero la ley de start-ups es un paso importante. Yo siempre he hablado de fiscalidad neutra para atraer talentos e innovación, no puede ser que Portugal la tenga y nosotros no. Por eso me hizo tanta ilusión esta ley, yo estaba en la tribuna del Congreso aplaudiendo, porque nos lo hemos currado mucho.

Uno de los objetivos de la Copa América de Vela es conseguir un nivel de cero emisiones y si se puede, un nivel negativo

Está presente en numerosos consejos de administración. ¿Cómo ve la situación de la economía en España y Catalunya?
Vienen curvas y hay poca gente que lo discute. La crisis en Europa es diferente a la que hay en los Estados Unidos, y España parece que está haciendo las cosas bastante mejor que otros países, si miras evolución del paro, inflación y otras cifras, aunque la situación es complicada. En Catalunya veo ganas de salir adelante.

La oposición a derecha e izquierda critica a la Generalitat por falta de políticas públicas. ¿Cómo lo ve?
Un reto que tienen Catalunya y Barcelona es conseguir una administración más eficiente, lo cual no quiere decir perder las garantías.

¿Cree que la administración catalana es menos eficiente que la española?
No sé si hay relación. Hay muchas competencias delegadas y los procesos delegados son complicados, aquí y en Murcia. Ves la evolución y te das cuenta de que una cosa fácil de pedir a la administración catalana se alarga. En Londres puedes dar de alta a una compañía digital en diez minutos y aquí puedes tardar meses. Hace falta una apuesta decidida por la administración digital. La gente de FemCAT ha luchado mucho para eso, que haya una administración con vocación de servicio, people-friendly.

Un reto que tienen Catalunya y Barcelona es conseguir una administración más eficiente.

¿Se han encontrado en la Copa América esta falta de eficiencia?
Las administraciones se han entregado. A veces tienes que esperar, porque debes pasar por los procesos. Sin embargo, con las limitaciones que tocaban, el día que se tenía que hacer una cosa se hacía. Desde este punto de vista, la Copa América ha sido muy ágil, lo cual demuestra que es posible.