Eloi Planes asumió la presidencia ejecutiva de Fluidra en 2016, con una compañía que por decisión de su padre y cofundador del negocio, Joan Planes, ya era una firma cotizada desde 2007 y que forma parte del IBEX 35 desde 2021. Suele comentar Eloi Planes que aquella determinación y la que vino a posteriori, la compra de la norteamericana Zodiac, han sido los dos hitos más importantes para posicionar a esta empresa de Sabadell, inmersa en el negocio de las piscinas, que cubre el 95% del parque de piscinas en el mundo. Fue un 2 de julio, pero de 2018, cuando Fluidra cerró su fusión con el grupo norteamericano Zodiac, un negocio que sumaba un valor de 35 millones de euros en sinergias de costes de explotación, y que tenía que estar materializado cien por cien, en 2020. Los pronósticos se han cumplido. En 2023, Fluidra es un grupo que registró un beneficio neto de 160 millones de euros en 2022, cifra un 36,6% inferior a la de 2021, y logró ventas de 2.389 millones de euros, un 9% más que en el año anterior. En el primer trimestre del año, la situación ha empezado a revertirse ligeramente, en un año en el que "el sector tiene que asentarse".
¿Muestran estas cifras un cambio de tendencia en el sector, pero vaticinan aún un complejo 2023?
Este era un año que sabíamos en qué el sector tenía que asentarse. En los últimos años ha habido un crecimiento del sector muy fuerte y el año pasado se sumaron los problemas de la cadena de suministro muy compleja desde finales del 2021 y sobre todo en el primer semestre del 2022 redundó en una alta acumulación de stock de producto. A estos dos condicionantes se ha añadido que las previsiones ya eran de una caída de la demanda este año. Las previsiones para el conjunto de este año ya contemplan esta situación y creemos que cerraremos el ejercicio entre 2.000 y 2.200 millones de euros de facturación, con un ebitda entre los 410 y los 480 millones, con un beneficio neto por acción entre a 0,95 y 1,25 euros. En esta línea se mostraron ya los resultados del primer trimestre de este año y esperamos que se vaya ratificando.
¿Será un año que irá de menos a más?
En esta primera mitad del año estamos nivelando los stocks y, por lo tanto, será la parte más difícil de este ejercicio. Va a ser un año con una primera parte más complicada y la segunda algo menos.
En cuanto a la absorción de los stocks y dada el alza de los precios de los productos, ¿se prevé que una vez liquidados, los precios bajen?
Este es un mercado en el que las subidas de precios se consolidan, solo con la excepción de algún producto que pueda tener mayor variación. Siempre con un cierto decalaje entre las subidas y una inflación alcista, el mercado aceptó en general el incremento de precios. Otra cosa es lo que pasará con el stock porque los productos están colocados en el canal de distribución y venta y ahí la compañía no tiene potestad sobre los precios. De todas formas, a nivel de márgenes en los últimos trimestres se observa que van mejorando trimestre a trimestre, una tendencia que prevemos que se sostendrá en los próximos meses.
Por segmentos de negocio, ¿cómo evoluciona el año y la demanda mundial?
La nueva construcción de piscina está ligada por una parte a la construcción de vivienda nueva y otra a la ya existente, lo que permite que la evolución del segmento no esté ligado intrínsecamente al sector de la vivienda. Ahora, en nuestras perspectivas a corto, vemos que la construcción de piscinas está cayendo entre el 20 y el 25%, dependiendo del mercado. En general, cae la demanda en Estados Unidos y Europa, y hay algún mercado que cae menos de algún mercado que cae más. Ello, trasladado a nuestro negocio, en el que un 10% de las ventas provienen de la piscina comercial. Del 80% restante, un 30% es nueva construcción y el 70% es el producto que va dirigido al parque de piscinas. Pero en general, se observa la nueva construcción con descensos, vemos la piscina comercial funcionando bien y el after market también de forma consistente.
Ha citado Estados Unidos y Europa, ¿pero por mercados cómo evoluciona el negocio?
Tenemos mercados muy castigados por la acumulación de stocks, donde esa parte de los stocks, por ejemplo, en el canal comercial americano, seguramente el mercado con más stock, y en el que hay un ajuste muy importante en este primer semestre del año. En definitiva, los mercados que están sufriendo más la caída de la demanda son el norte y norte-centro de Europa, en los que el consumidor ha hecho un cambio de mentalidad. Ante la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania, la incertidumbre económica… el consumidor ha adoptado una posición de cautela, de contención del gasto. Son los mercados más complejos ahora mismo. En cambio, en el sur de Europa, se comportan relativamente mejor.
¿En esta caída de la demanda tiene que ver la cultura sobre la sostenibilidad?
El tema de la sostenibilidad tenemos que abordarlo por otros aspectos, no por una caída de la demanda. ¿Por qué hay un descenso en la construcción de piscinas? Hay dos elementos básicos: en primer lugar, porque en estos últimos años ha habido una demanda de nueva construcción muy alta, provocada por el hecho de que la gente estuviera más en casa, la presencia más permanente en las segundas residencias -teletrabajo…- que hizo que hubiera una demanda de construcción de piscinas muy elevado y que ahora ya se está normalizando. Aunque de hecho el número de piscinas construidas tampoco estaba en máximos históricos, hay una cierta normalización de esta demanda. Por otro lado, es evidente que la subida de los tipos de interés afecta en general a este tipo de decisiones y, en ciertos mercados, la financiación es más cara. Por ejemplo, en Estados Unidos en algunos estados; en Europa, en algunos países, mucha gente toma este tipo de proyectos con financiación externa. De todas formas, cuando esto se traslada a los números, la caída en los niveles de la construcción de piscinas ya se registró en parte en 2022, continua en el 2023, pero estamos llegando a unos niveles de construcción que son muy sostenibles. El gran mercado mundial es la piscina residencial, que es cercano al 80%. La nueva construcción es un 30% y el mantenimiento (aftermarket) un 70%.
¿Cuándo se dio ese máximo de construcción de piscinas?
El año de mayor nueva construcción de piscinas fue histórico, alrededor del año 2006-2007. En el momento más álgido se llegaron a construir unas 500.000 piscinas al año, en todo el mundo. Pero en 2021, no se llegó a este máximo. Ahora debemos estar en el orden de las 400.000 piscinas al año construidas en todo el mundo.
La demanda de piscinas de nueva construcción registra un descenso de entre el 20% y el 25%
¿En las piscinas comerciales el proceso es similar?
Hay varios elementos a tener en cuenta. Un segmento muy ligado a los mercados donde hay mucho turismo, en los que además durante los años de la pandemia se paralizaron muchos proyectos. Por ello, ahora, se ven muchos proyectos en funcionamiento. Por ello prevemos que este segmento funcione mejor y tenemos buenas perspectivas. El sector turístico está invirtiendo. Sí es cierto que en ciclos electorales también hay un tirón de la demanda, pero eso pasa en países como España, no en general. En definitiva, el elemento que está tirando más de la parte comercial es la recuperación del turismo que, además, en el sur de Europa se complementa con la demanda para viviendas que se ofertan como segunda residencia a visitantes extranjeros. Por eso, cuando hablamos del mercado del sur de Europa, tenemos que hacerlo con una visión más amplia porque al sector turístico se le añade la demanda que hay de viajeros del norte de Europa, por ejemplo.
Cuando se habla del sector, se cita normalmente los Estados Unidos, Europa, pero ¿y los mercados de Asia u Oriente Medio?
Fluidra también tiene mucha implantación en Oriente Medio, en Asia, norte de África… con una implantación fuerte. Pero el gran mercado de la piscina en un 52% está en Norteamérica -Estados Unidos, México y Canadá-, un 30% es la Europa occidental y 18% es el resto del mundo -middle east, norte de África, Latinoamérica, Sudáfrica, Asia, Asia Pacific... Es así porque el parque de piscinas existente en Norteamérica y en Europa es muy grande, y genera un negocio muy recurrente. Aunque hay que tener en cuenta que en este 18% más residual hay dos mercados con un peso muy importante: Australia y Sudáfrica. En el conjunto de estos mercados Fluidra es líder.
¿Algún proyecto en el que Fluidra esté involucrada?
Tenemos equipos de ingeniería en España, Singapur y México, que dan cobertura a todo el mundo. Ahora mismo estamos inmersos, entre otros, en un proyecto de renovación y ampliación del Centro Acuático Estadio Nacional de Chile, que albergará los Juegos Panamericanos, se realizarán en la capital Santiago, entre el 20 de octubre y el 5 de noviembre de 2023. También una laguna en Egipto o una fuente en la Mezquita Central, en Astana (Kazajstan), por citar algunos.
Sobre la situación financiera de la compañía, 2022, ha sido un año bursátil con descensos generalizados para las cotizadas españolas. El valor de Fluidra está en niveles inferiores a hace un año.
Hay diversos conceptos a tener en cuenta. Desde antes de la pandemia a ahora la acción de Fluidra se ha revalorizado un 50% y un 22% en lo que llevamos de año, superior a la revalorización del IBEX 35. Mirando a futuro, la acción tiene recorrido. El plan de eficiencia que presentamos y que elevamos a 100 millones, para mejorar la rentabilidad y mejorar márgenes, en cualquier escenario, creo que aún no está recogido en el precio de la acción. También cuando observamos los múltiplos a los que cotiza la compañía y los comparamos con nuestros competidores americanos (pears mundiales del sector) seguimos cotizando, aun siendo un líder global del sector, con cierto descuento. Si a todo esto añadimos que el mercado bursátil está todavía en una situación de prudencia por la incertidumbre generalizada, el valor de Fluidra tiene aún recorrido. Entendemos que la incertidumbre y la volatilidad acabaran por desaparecer y beneficiará a la cotización de Fluidra y de todo el sector.
Menciona el plan de eficiencia, ¿cómo va su implantación?
Se está ejecutando sobre los planes previstos, a buen ritmo. De hecho, se han puesto en marcha unos 300 proyectos del total previstos, que suponen unos ahorros de 24 millones de euros para este 2023, solo con las medidas ejecutadas durante el primer trimestre del año. Es decir, la mayor parte del impacto previsto para el conjunto del ejercicio que ciframos en unos 33 o 35 millones de euros. Es algo que también es interesante porque si pudiéramos seguir este ritmo, en un año se podrían alcanzar los 45 millones de euros, de tal manera que no solo lo estamos implementando, sino que vamos alineados con las previsiones que teníamos. El plan tiene dos pilares básicos: la mejora del margen bruto, con el rediseño de la oferta de producto y globalización del modelo de compras, y un ahorro en costes fijos, mediante la racionalización de las operaciones y reducción de los solapamientos de estructuras.
¿Cómo está el nivel de deuda?
En este momento, nuestro nivel de deuda es 2,6 veces el ebitda. Es un nivel ligeramente superior a nuestra manera de trabajar, ya que consideramos más favorable que se sitúe por debajo y lo más cerca posible de 2 veces el ebitda. Pero estamos en unos momentos de contexto complicado y queda más que justificado tener algo más de deuda. Y mantenemos el objetivo de reducirlo a dos veces el ebitda. Desde el punto estructural de la deuda, ejecutamos un plan de reestructuración hace poco más de un año y tenemos vencimientos a muy largo plazo, por lo que tenemos una situación de balance muy cómoda, muy sólida estructuralmente, que nos permite sostener estos niveles de deuda más altos. Además, también pudimos cerrar una parte muy importante de la deuda a tipos fijos en un momento de tensión inflacionista que nos permite tener una previsión de costes financieros aceptable. La operación de 2022 ha dejado a la compañía con un balance muy bien estructurado.
Tenemos una situación de balance muy cómoda, muy sólida estructuralmente, con la deuda a 2,5 veces el ebitda
¿Los mercados aprecian este esfuerzo?
Es un elemento primordial, el resultado del cual se incorporará progresivamente al valor de la compañía. Desde el grupo trabajamos mucho para ir a buscar a este inversor americano que está más acostumbrado al tipo de negocio del sector y que valora más la estrategia de la compañía y que, en definitiva, debe ayudarnos a cerrar este gap del nivel de valoración que ahora tenemos, que es ahora mismo nuestro azote y para ello trabajamos.
¿Fluidra acabará cotizando en el Nasdaq?
Ahora mismo no está en nuestros planteamientos a corto o medio plazo. La entrada de la compañía en el IBEX 35 ya nos ayudó a que Fluidra ganara visibilidad en los mercados y ganamos mucha liquidez que para nosotros era un elemento principal para garantizar el crecimiento. Es verdad que el mercado americano es un mercado con muchísima liquidez y es verdad que hay muchos fondos que si no estas ubicado en el mercado americano no van a entrar en la compañía. Por ello diría que es una decisión que a largo plazo debes plantearte si necesitas una doble cotización, pero no es una operación sencilla. Si no se hace a través de alguna operación real que genere liquidez en el mercado, lo que haces es dividir la liquidez y restas interés de los inversores hacia la compañía. Salir al Nasdaq no es una operación fácil, a corto plazo, y a medio y largo puede analizarse, pero ahora mismo no está en las previsiones.
Entre los accionistas actuales, ¿Piscine Luxembourg Holdings, fondo controlado por Rhône Capital, dejará la compañía?
Es un private equity y evidentemente tienen la naturaleza innata de capital transitorio. Por otro lado, es verdad que observan favorablemente el valor y el recorrido de la compañía y no tienen urgencia en salir y, mi percepción es que, esperaran el tiempo que se requiera a que los mercados se normalicen. Pero no soy yo quien debe decirlo.
¿Hay alguna operación de compra de empresas?
El sector de las piscinas, a nivel mundial, sigue siendo un mercado muy fragmentado. En el cual, siempre aparecen oportunidades. Dicho esto, en 2023, la prioridad de Fluidra es mantener un balance saneado y bien estructurado. Ello no quita que si vemos alguna operación interesante nos la planteemos. Seguimos viendo que el mercado americano y europeo es un área de grandes oportunidades para seguirnos reforzando.
Pero, a la hora de las adquisiciones, con la dimensión actual del grupo, ¿interesa más seguir ganando cuotas de mercado o entrar en segmentos más disruptivos -sostenibilidad, innovación-?
En una compra siempre valoramos las dos opciones: la tecnología y la aportación de valor para el grupo y la parte de cuota de mercado que se obtiene. Siempre hemos hecho operaciones en los dos lados y existen oportunidades todavía actualmente en las dos vertientes.
¿Qué nivel de inversiones prevén para este año?
Solemos invertir el 4% del volumen de ventas, entre los 70 y 80 millones anuales de inversión.
Sostenibilidad, innovación… ¿hacia dónde va el sector y qué proyectos tiene Fluidra?
Desde un punto de vista de impacto en nuestras vidas, la piscina tiene un impacto positivo enorme en sostenibilidad. Es un refugio climático en momentos de mucha calor -seguro que lo veremos este año-, es un elemento que salva vidas -saber nadar es importantísimo, solo por citar algún aspecto relacionado, es de señalar que en Francia hace falta capacidad de instrucción para saber nadar-. Pero tiene también un impacto positivo en la salud mental, la salud física, para socializar… Por otro lado, hay un impacto no tan social pero sí de eficiencia y no solo energética o de consumo del agua. Si se mira en perspectiva este tipo de impacto es realmente reducido. El consumo de agua de todas las piscinas de Francia no llega al 0,15% del consumo total del agua del país. Hay una diferencia muy palpable de cómo se ha tratado el tema normativo y estratégico el proceso de transformación energética en España, versus el tratamiento y uso del agua. Algunos países lo han hecho bien, pero en España no se ha hecho bien. Las administraciones deberían avanzar en esta regulación.
La piscina tiene un impacto positivo enorme en sostenibilidad
¿Cómo?
Pues de manera transversal para todos los usos del agua, no únicamente para las piscinas, a las que no hay de demonizar. Se puede regular para que sea mucho más sostenible, sin duda, porque existe la tecnología necesaria para conseguirlo, no es un futurismo. El consumo del agua en una piscina se puede reducir al 90% y el gasto energético un 70%, con las tecnologías actuales, pero escasea la regulación más eficiente y eficaz. El sector desde un punto de vista industrial y tecnológico a trabajado durante los últimos años para disponer de estas tecnologías, pero hay que aplicarlas; sentar las bases regulatorias para que se implanten. En Fluidra, en 2022, incrementamos un 37% la inversión en I+D+i, hasta alcanzar los 53 millones de euros, la cifra más alta de su historia. Esta cifra supone más que duplicar los 25 millones que se invirtieron en este ámbito en 2019, el primer año completo tras la fusión con Zodiac. En general, el sector va hacia una piscina más tecnológica, una piscina más conectada, una piscina con más producto, una piscina que -desde el punto de vista del negocio y como líder del sector- dará un montón de oportunidades de creación de riqueza, en general. Hay mercados en el mundo donde esto ya se está haciendo y donde están avanzando en sostenibilidad e impacto positivo para el planeta.
Póngame un ejemplo.
Australia lo está haciendo muy bien. Allí, la administración propone a la población que tenga viviendas sostenibles en todo su conjunto. A cambio le dan una certificación como casa sostenible y como lo obtiene compensaciones como contrapartida.
¿Y en España?
En la normativa de las piscinas públicas españolas, por ejemplo, se establece la obligación de renovar diariamente el 5% del agua porque hace muchísimos años con las tecnologías existentes no servían para diluir algunos subproductos. Hoy en día, las tecnologías están suficientemente avanzadas como para que esto no sea necesario. Y hay aún muchas comunidades autónomas que obligan a vaciar una vez al año las piscinas públicas. Hay tanto por hacer… es sin duda una oportunidad para el sector el poder aplicar las nuevas tecnologías. Pero la administración no está suficientemente concienciada. Desde Fluidra, cuando se abrieron las convocatorias para los fondos Next Generation, presentamos tres proyectos -uno para piscinas públicas, otro para piscinas residenciales y uno para un centro de I+D-, yo creo que muy interesantes. Uno de ellos era la reforma de todas las piscinas de uso público de España, para disminuir el consumo del agua, el consumo de productos químicos y el consumo energético.
Y, ¿qué pasó?
El espíritu de los Next Generation es transformar en sostenibilidad y digitalización y creo que era una gran oportunidad intentar regular el entorno de las piscinas, porque existen las tecnologías para transformar un parque público muy antiguo que necesita una puesta a punto y las ayudas hubiesen contribuido a ello.