Crítico, analista y, al mismo tiempo, optimista. El ex primer ministro italiano Enrico Letta (Pisa, 1966) y actual presidente del Instituto Jacques Delors ha presentado recientemente un informe sobre el futuro del mercado único que le encargó el Consejo de la Unión Europea. En su estudio, el político y docente italiano plantea una hoja de ruta para el nuevo ciclo político e institucional europeo con el objetivo de fortalecer la economía y la competitividad de Europa, así como el bienestar de sus ciudadanos. Su diagnóstico es claro y es que solo con un mercado común, la Unión Europea será competitiva, atractiva y capaz de atraer talento y capital. Una semana después de las elecciones al Europarlamento, comparte sus reflexiones con ON ECONOMIA aprovechando su participación en el Encuentro Empresarial en el Pirineo.
En las recientes elecciones europeas vimos un crecimiento importante de los partidos de derecha y extrema derecha e Italia es un buen ejemplo. ¿Qué piensa sobre el resultado de estas elecciones?
El auge de la extrema derecha es un problema grave, evidentemente. Hoy Europa lo que necesita es integración, cooperación y trabajar conjuntamente, no estar fragmentada. Ha habido un viraje hacia la derecha, el debate en el Parlamento Europeo será duro, pero no hay que tener miedo. Hay un gran riesgo con respecto a la necesidad de asegurarse que los partidos de extrema derecha no sean decisivos para hacer el trabajo y espero que los partidos tradicionales sean autosuficientes. Ellos han tenido un número de diputados, pero nosotros tenemos un número para soportar desde la frontera. Espero que podamos seguir dando apoyo y continuar con el Green Deal, que es un gran logro de los últimos cinco años y tenemos que continuar hacia esta dirección.
¿Cuál es el primer reto en el Parlamento Europeo con la entrada de estos partidos?
Ahora lo que hace falta es saber qué piensan los países sobre el futuro de la Unión Europea. En las elecciones de hace cinco años, algunos países como Italia, Francia, Alemania u Holanda lanzaron la idea de la salida de la UE y ahora estos mismos territorios están cambiando de opinión. Ahora son menos pro Brexit que hace cinco años, así que tenemos que saber si lo que quieren es marcharse o si quieren participar en el debate sobre cómo relanzar la integración europea, proteger nuestro sistema, nuestras empresas y nuestros ciudadanos. Los retos externos de hoy son más grandes que ayer.
¿En qué sentido?
El año 2019 no teníamos una agresión rusa en Ucrania y China cada vez es más agresiva económicamente. Aparte, la India es un nuevo competidor e incluso los Estados Unidos con el enfoque proteccionista en el que se ha convertido. Necesitamos una Unión Europea más fuerte, más integrada y menos ingenua. Hace unos años, China y la India juntas representaban el 4% del PIB mundial, ahora representan el 25%. Tenemos que tener la capacidad de integrar y, si somos capaces de hacerlo, podremos competir con estos países y también con los Estados Unidos. Si no lo hacemos, solo podremos competir siendo una colonia de los EE.UU.
Mientras los EE.UU. están corriendo, nosotros vamos andando. Cualquier europero que quiere emprender se plantea ir allá para buscar financiación y potenciar su start-up
Ha puesto énfasis en la integración. ¿Qué debe hacer Europa para conseguirla?
La clave fundamental es integrar los tres sectores principales de la Unión Europea, que son las telecomunicaciones, la energía y los servicios financieros. Europa no está integrada en ninguno de estos sectores, sino que cada país va por su parte. Si ponemos el foco en las telecomunicaciones, no hay un solo mercado, sino que hay 27. Las consecuencias de eso son empresas pequeñas en comparación con las grandes multinacionales chinas o norteamericanas. Es por eso que la integración de estos mercados nos dará beneficios tanto a los consumidores como en el fortalecimiento de las empresas europeas. Si no, nuestros ahorros seguirán saliendo de Europa y yendo a los Estados Unidos para reforzar las empresas norteamericanas.
Usted ha sacado pecho en reiteradas ocasiones del mercado único europeo. ¿Cuál es el objetivo?
El mercado común creo que es la herramienta más importante para la Unión Europea para intentar recuperar competitividades que hemos perdido y que actualmente lidera los Estados Unidos. Por este motivo pedimos un informe sobre el futuro de los mercados y vimos que Europa está realmente a la cola. Mientras los EE.UU. están corriendo, nosotros vamos andando. En los últimos años he visitado varias ciudades europeas y tengo la sensación de que cualquier persona que quiere emprender se plantea irse a los EE.UU. para buscar financiación y para potenciar su start-up; no se plantea quedarse en Europa. Además, no tenemos un mercado único de finanzas, sino que tenemos 27 mercados. Las consecuencias de eso, una vez más, es que nuestros ahorros se van a los EE.UU. Es una paradoja, porque estas empresas del otro lado del Atlántico salen reforzadas con nuestro dinero y eso es un suicidio financiero. No es una cuestión de ideología, es un punto de pragmatismo. Hay que ser pragmáticos si no queremos continuar con este suicidio. Necesitamos crear un mercado único, fuerte, atractivo, provechoso, competitivo y capaz de atraer inversiones americanas, pero para hacerlo necesitamos estar integrados. Los empresarios, por su parte, me piden simplificación y menos burocracia. Una vez más están las reglas, porque si tenemos 27 reglas diferentes, es muy complicado simplificar y agilizar las gestiones.
De hecho, en su informe presentado a principios de abril sobre el futuro del mercado único asegura que los sectores de las telecomunicaciones, la energía y los servicios financieros son los "estratégicos" para Europa.
El informe lo hice para informar al Consejo Europeo sobre el mercado único y lo hice desde mi experiencia personal. Yo he vivido dos veces fuera de mi país, antes del mercado único y después. El mercado único se hizo cuando España y Portugal entraron en la Unión Europea y yo en aquel momento vivía en París. En aquel momento éramos una familia de inmigrantes italianos viviendo en Francia. Volví a vivir allí entre los años 2015 y 2021. En aquel segundo periodo éramos una familia de ciudadanos europeos que vivíamos en París. Hay una gran diferencia entre ser una familia de inmigrantes o ser una familia de ciudadanos. El mercado único crea una ciudadanía común y unas empresas comunes. En Europa tenemos un ejército común, una bandera y un presidente que hacen de escudo y de protección. Así y todo, el mercado único no se ha completado, como podemos ver en los transportes, los servicios financieros y la energía. Nos faltan intercomunicaciones.
¿También somos flojos en eso?
Hace un tiempo, decidí visitar todos los estados miembros de la Unión Europea y, a pesar de ser el continente más pequeño del mundo, fue imposible hacerlo con los trenes de alta velocidad. Empecé a organizar mi viaje por los 27 países con alta velocidad y fue un fracaso. La Unión Europea tiene un problema con el transporte, no estamos interconectados, no somos un mercado único y lo mismo pasa en los mercados financieros. Hace falta una estrategia industrial competitiva para hacer frente a los Estados Unidos y China.
¿Y con respecto a la innovación?
Una vez más, la UE está a la cola y también lo vinculo con el mercado único. Este mercado único es conocido como el mercado de las cuatro libertades: la comida, las personas, el capital y los servicios. Eso es intangible, la economía europea está impulsada por los intangibles y ahora hace falta una quinta libertad que es la innovación, la investigación y la inversión en datos. Es un tema central del futuro de esta región y hay que impulsar esta quinta libertad.
España es líder en crecimiento económico dentro de Europa, espero que Italia pueda seguirle
¿Qué propone?
Europa no tiene que significar solo libertad para cambiar de país, sino también para quedarse en el suyo. Es necesario realizar políticas para frenar los movimientos poblacionales que están creando una sensación de espolio en las zonas periféricas de la Unión Europea. Vengo de un país donde la población más joven se va para encontrar fortuna en el norte, y lo mismo está sucediendo en todos los países de Europa del Este. Estos movimientos son un viaje solo de ida, del este al oeste y al revés, y eso está generando una sensación de espolio. En el informe hablo de que ya basta. Es bueno marcharse fuera a estudiar, pero es bueno si tienes la libertad de volver donde están tus orígenes. Eso es y tiene que ser Europa, una mezcla rica y fantástica.
¿Cómo ve la situación económica en España?
El país está creciendo muy bien en términos económicos, creo que hoy es líder en cuanto al crecimiento y estoy seguro y espero que países como el mío, Italia, puedan seguir el crecimiento que se está llevando a cabo en España.
¿En una Europa fragmentada, la unión política es una utopía?
Europa tiene que liderar de manera horizontal. Somos 27 países y cada uno de ellos tiene una identidad. Soy italiano, pero también soy europeo y de Pisa. Tenemos que tener un liderazgo horizontal basado en el consenso como lo que defendía Jacques Delors. Para alcanzar el éxito hay que ir juntos, tenemos que ser prácticos y pragmáticos e integrar la industria. La clave es crear un legado fuerte para generar puestos de trabajo, atraer capital, inversores y dinero y eso nos pasará si vamos todos a la una. Espero que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, le baste con el informe para tener la solución para Europa.