Joan Llonch Andreu ha sido vicepresidente de Banco Sabadell y, en la actualidad, es miembro de la junta de la Asociación de Accionistas Minoritarios que se opone a la opa hostil lanzada por el BBVA. En esta entrevista argumenta que a los accionistas particulares e institucionales, sobre todo a los del BBVA, no les sale a cuenta esta operación. Llonch también es profesor del Departamento de Empresa de la Universitat Autònoma de Barcelona y forma parte del patronato de varias fundaciones. Su familia está vinculada al banco desde hace seis generaciones, desde su fundación en 1881.

¿Se ha planteado vender sus acciones?
No me lo planteo porque el banco va bien y tiene un plan de reparto de dividendos muy atractivo. El accionista particular de Banco Sabadell siempre ha sido conservador, no tiene las acciones para especular sino para recibir unos dividendos, unos ingresos. Muy distinto sería que nos ofrecieran un precio desorbitado, un valor al cual nunca llegaríamos por nuestra cuenta, pero no es el caso: lo que nos están ofreciendo ahora, ya nos lo ha dado la misma evolución del negocio de Banco Sabadell. Y en mi caso, también existen vínculos históricos y sentimentales.

Su familia estuvo en la fundación del banco hace un siglo y medio y su abuelo [Joan Llonch i Salas, 1902-1976] llegó a presidirlo. ¿Si no quiere vender es por motivos sentimentales o económicos?, ¿o por las dos cuestiones?
Las dos influyen. Si no tuviera este vínculo sentimental, posiblemente me lo miraría más fríamente y valoraría únicamente la cuestión económica. Sin embargo, en este caso, se añade que soy la quinta generación –y mis hijas, la sexta– de uno de los fundadores. Mi tatarabuelo [Joan Llonch Sanmiquel, 1842-1916] fue el primer consejero delegado; mi bisabuelo, fue consejero director; mi abuelo, presidente; y mi padre no llegó al consejo porque falleció en un accidente de coche bastante joven. Yo he tenido el honor de poder ser miembro del consejo durante muchos años. Por lo tanto, el vínculo familiar cuenta mucho. En mi casa, el abuelo vivía en Barcelona, pero cada día venía a Sabadell por el negocio textil y pasaba un rato en el banco. Cuando volvía para comer, a menudo hablaba del banco, nada confidencial. Lo he vivido desde pequeño, para mí el banco no ha sido nunca algo extraño, era parte de nuestro entorno. En mi caso, todo eso cuenta, como creo que cuenta para muchos otros descendientes de los 127 fundadores del Sabadell en 1881. Hay muchos accionistas con una vinculación especial con el banco.

Sin embargo, todo tiene un precio, ¿no?
Sí. Puedes ser más o menos romántico, pero soy economista y los números son los números. Si el precio que pusieran sobre la mesa fuera básicamente en efectivo, en dinero y no con un cambio de acciones, podría ser más atractivo para la mayoría de accionistas privados. Pero esta oferta, tan vinculada a la evolución de la acción del BBVA, nos da miedo porque no sabemos qué puede pasar si vamos al cambio: después habrá ventas, bajará la acción del BBVA... o sea, toda esta teórica plusvalía o prima que podíamos conseguir, que en este momento no existe, se podría diluir al cabo de poco si la acción del BBVA no tiene el recorrido que ha tenido hasta ahora. Por lo tanto, ¡cuidado!, en este momento los números no nos salen.

¿El accionista del Sabadell ganará más si no tira adelante la opa?
Yo estoy convencido de que sí. Discrepo bastante de la opinión de algunos competidores de Banco Sabadell, no son analistas, que han dicho que no habría problemas de competencia. Yo creo que sí, que los habrá, especialmente en el negocio de pymes y también en determinados territorios. Desde la crisis de 2008, con la desaparición de las cajas de ahorros, hemos pasado de aproximadamente unas 90 entidades financieras a las 10 que hay ahora, de las cuales cuatro controlan el sector, es un oligopolio. Entonces, no tiene sentido que se diga que todavía no hay bastante concentración, cuando en el resto de países europeos hay mucha menos concentración que en España excepto el Reino Unido y los Países Bajos. Y este argumento del BBVA de ser más fuertes a nivel internacional, cuando Banco Sabadell, excepto el negocio que tiene en el Reino Unido, es un banco básicamente español, de aquí. En el Sabadell no tenemos necesidad de entrar en un negocio global, no aspiramos a ello, y eso que ha sido pionero en el negocio internacional, de los primeros bancos que abrió oficinas de representación en muchos países del mundo, pero siempre para dar servicio a clientes españoles que necesitaban este apoyo para su negocio, ya sea en el Reino Unido, Francia, China, Estados Unidos o allí donde se ha necesitado. Una cosa distinta es abrir oficinas para hacer banca comercial en estos países. Se hizo en el sur de Francia y no funcionó porque 'zapatero, a tus zapatos', el negocio de Banco Sabadell, lo que conocemos, siempre ha sido básicamente en España.

¿Y para los accionistas del BBVA, saldría a cuenta la opa?
De entrada, les supondrá una dilución. La incorporación de los accionistas del Sabadell podría representar un 16% del BBVA, decía al presidente Carlos Torres. Por lo tanto, todos perderán un poco de peso dentro del accionariado del BBVA. No sé si realmente lo necesitan como accionistas. Otra cosa es que lo necesite el consejo y la alta dirección del BBVA para diversificar su negocio. Para un accionista del BBVA, si no le gusta cómo funciona el banco, se vende la acción y se compra de otra compañía. No le veo el atractivo.

Entrevista Joan Llonch, exvicepresidente Banco Sabadell / Foto: Carlos Baglietto
Joan Llonch, exvicepresidente de Banco Sabadell y miembro de la junta de la Asociación de Accionistas Minoritarios / Foto: Carlos Baglietto

¿Y cómo puede afectar a los trabajadores?
Siempre, en una fusión, si hay sinergias es porque hay despidos, porque hay ahorro de costes importantes. De entrada, de dos servicios centrales, con uno ya basta. Y después, de fusiones de oficinas, todas las que haga falta. ¿Cifras?, no lo sé, se ha hablado de que se podrían despedir unas 5.000 personas. Básicamente en España porque, en el resto de países, Banco Sabadell no está, motivo por el que no habría duplicidades. Eso también se debe tener en cuenta. Los sindicatos ya han puesto de manifiesto su preocupación porque, en los últimos 15 años, se ha producido una reducción de alrededor del 50% del número de oficinas y quizás un 40% en el de ocupación en la banca, hablo de memoria. Eso todavía haría más grave el problema. Ahora, quién se quede sin trabajo en el sector financiero, como no sea de la alta alta dirección, lo tiene muy difícil para encontrar ocupación porque lo que hacen todas las entidades es reducir personal. Para mucha gente eso sería un problema.

¿Tendría sentido un banco con dos sedes, en Madrid y Sant Cugat?
Sentido económico?, no tiene absolutamente ninguno. Ahorras cuando simplificas al máximo y con un único servicio central tienes más que suficiente. Otra cosa es que, políticamente, al BBVA le convenga decir ahora que mantendría esta duplicidad, para acontentar al accionariado del Sabadell: decirles que no desaparecerá del todo, que tendrá una presencia en Catalunya. Políticamente le interesa decirlo, pero, económicamente, no tienen ninguna necesidad. Una cosa distinta es que mantengan una delegación, como la pueden tener en otros territorios, pero los servicios centrales del Sabadell, que están básicamente ubicados en Sant Cugat, creo que se eliminarían en su mayor parte. Por lo tanto, no. Lo mismo pasa con la marca. También se comentó que en ciertos territorios se podría mantener la marca Banco Sabadell, pero BBVA compró Unnim, compró Caixa Catalunya –y mira que es potente la marca Caixa Catalunya, cuando nadie está utilizando el nombre 'Catalunya'– y ha quedado en cero, en nada. Recordemos a Banca Catalana, el BBVA también la eliminó. Entonces, ¿por qué no eliminarán la marca Banco Sabadell?

Y hablando de los accionistas, ¿qué peso tienen los particulares?
En torno al 48%. No sé si con los últimos movimientos de los institucionales, algunos de los cuales han aumentado su participación, ha disminuido un poco la de los particulares, pero deben estar entre el 45% y el 50%.

¿Y qué porcentaje están en Catalunya o en otras comunidades?
Lo desconozco, pero un porcentaje muy elevado tiene que estar en Catalunya porque, tradicionalmente, el banco se fue extendiendo desde Sabadell hacia el resto de Catalunya y la política que siguió durante esta expansión, creo que muy inteligentemente, es que allí donde abría nuevas oficinas procuraba que los clientes se convirtieran en accionistas. Una parte también proviene de la antigua CAM, de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, debido a aquellas cuotas participativas que se reconvirtieron en acciones. Están repartidos por toda España, pero la parte principal está en Catalunya. Eso respecto a los particulares, los institucionales están por todo el mundo.

Entrevista Joan Llonch, exvicepresidente Banco Sabadell / Foto: Carlos Baglietto
Joan Llonch es miembro de la quinta generación de uno de los fundadores de Banco Sabadell / Foto: Carlos Baglietto

¿Y qué cree que harán los institucionales?
Si actúan de manera razonable y supongo que lo harán porque son muy profesionales, creo que, en estos momentos, si no hay una mejora de la oferta por parte del BBVA, no les sale a cuenta ir a un cambio de acciones, ir a la opa. Hice un análisis de los accionistas institucionales que están en el BBVA, de los que están en el Sabadell y de los que están en los dos bancos porque su problemática es diferente. Si estás solo en el Sabadell, lo que esperarás es que te paguen el máximo posible por tus acciones. Pero, por ejemplo, BlackRock está en los dos, posee por encima del 6% en cada banco, si bien, en términos de importe económico, no hay comparación: el BBVA es cinco veces mayor y, por lo tanto, tiene cinco veces más exposición. ¿Le interesará que el BBVA tire la casa por la ventana [con una mejora sustancial de la oferta en la opa]?, no, porque saldrían perdiendo. Los [accionistas institucionales] que están en los dos bancos no creo que faciliten al consejo del BBVA mejorar la oferta. No estarán a favor porque se estarían echando piedras sobre su tejado. En cambio, los que están solo en el Sabadell, si la oferta es atractiva, tienen más a ganar. Sin embargo, por ejemplo, Zurich es socio del Sabadell en el negocio de seguros, con cerca del 4%. Evidentemente, a Zurich le interesará que Banco Sabadell continúe porque BBVA ya tiene su acuerdo de seguros con otra compañía.

Por lo tanto, Zurich se opone a la opa. ¿Y Goldman Sachs?
Goldman Sachs es asesor en este momento de Banco Sabadell, también ha adquirido acciones, no tantas como Zurich, y creo que en este momento también estaría más a favor de mantener la independencia del Sabadell.

¿Hay más accionistas institucionales en esta posición?
Hay un banco suizo que parece ser que está más a favor de mantener su posición en Banco Sabadell. Y el resto no se ha manifestado porque, claro está, también dependerá de cómo están las cotizaciones el día en que se inicie la oferta. Como que no es una oferta en dinero, en la que los números se hacen rápido, dependerá de la cotización del BBVA. Y si se da un porrazo por factores económicos, que pueden pasar, eso puede hacer que la operación se vuelva mucho menos interesante para estos fondos y se digan 'ya estoy bien' en el Sabadell.

La guerra comercial desencadenada a raíz de las decisiones del presidente Donald Trump, con efectos sobre México, ¿puede afectar a la opa?
Ya está afectando porque los bancos europeos tienen una correlación entre ellos en sus cotizaciones y, en cambio, el BBVA se correlaciona con los bancos mexicanos. O sea, el mercado ya interpreta que es un banco más latinoamericano que europeo. Todo lo que pueda pasar en Latinoamérica y, especialmente, en México, que es donde tiene el negocio más importante en el continente, le puede pasar factura. El año pasado publicó unos resultados de 10.000 millones de eruso de beneficios y unos 5.000 millones, la mitad, provienen de México. Si las cosas no le funcionan igual que le han funcionado hasta ahora, eso puede suponer una disminución del beneficio global del banco. Y ya sabemos que las cotizaciones están en función de los resultados que tienen las empresas.

No sé si ha hablado con David Martínez Guzmán. ¿Saben qué posición adoptará?
No he hablado con él. Coincidí con el señor Martínez cuando yo era consejo del banco, pero desde que salí solo he tenido algún contacto , hace tiempo, por temas ajenos al banco, pero actualmente no le he consultado sobre qué piensa ni qué hará ni creo que, si le pregunto, me lo diga. Pero el consejero delegado de Banco Sabadell nos está diciendo –el próximo jueves hará una presentación de su plan de negocio, a dos o tres años– que las perspectivas son muy buenas. Entonces, el señor Martínez, si ve que Banco Sabadell tiene garantías de que las cosas seguirán yendo muy bien, pues, creo que eso lo puede convencer de mantenerse en el accionariado. Yo sé que él está muy cómodo en el accionariado del banco y en su consejo se ha integrado muy bien. Ha establecido una relación afectiva con el presidente y con el resto de consejeros. No es uno más que ha aterrizado allí, sino que se ha integrado. Pero no quiero entrar en especulaciones, ya se verá.

A finales de febrero, miembros de la Asociación de Accionistas Minoritarios de Banco Sabadell se reunieron con la prensa madrileña. ¿Entendieron vuestras posiciones?
Sí, francamente nos llevamos una sorpresa. Ya sabíamos que el recibimiento había sido muy positivo porque invitamos a 15 medios. En el acto previo, tuvimos una conversación más distendida y muchos nos dijeron que el relato lo teníamos ganado. Eso está claro. Otra cosa es qué pasará después. Pero, a nivel de medios, nos dicen que el Sabadell y su equipo de comunicación lo han hecho bien. Yo creo que Banco Sabadell puede vender una historia más interesante. Actualmente el BBVA es una cosa muy impersonal. Banco Sabadell sigue teniendo unas raíces, una vinculación, una presencia, y eso hace que guste más este talante que el del BBVA. El Sabadell ha ganado el relato.

Entrevista Joan Llonch, exvicepresidente Banco Sabadell / Foto: Carlos Baglietto
"Banco Sabadell ha ganado el relato", afima Joan Llonch / Foto: Carlos Baglietto

Pero ganar el relato en la opinión pública no determina la opa. ¿Qué porcentaje del accionariado está en la asociación?
Conocemos personalmente a unos cuantos de los accionistas que están en la asociación. Tradicionalmente, han tenido unos paquetes significativos, pero, evidentemente, no se pueden comparar con los institucionales, si bien no son pequeños accionistas. Hay que tiene un capital importante en el banco y, en los momentos más críticos –la crisis de la inmobiliaria, la pandemia, etcétera– se mantuvieron como accionistas, no se asustaron.

¿Consideráis que el gobierno de Pedro Sánchez está actuando como aliado?
No. Yo creo que está haciendo su trabajo, que es procurar que las cosas se hagan dentro de la ley y que se mantengan los procesos. Creo que ha manifestado su postura de manera coherente, pero eso no quiere decir que, a la hora de la verdad, tome una decisión u otra. Se ha mantenido neutral. No es una cuestión de favoritismo, todo lo que ha dicho tiene sentido: que la operación puede perjudicar la competencia, la integración financiera, puede ir en detrimento del crédito para las empresas e, incluso, de los particulares. Creo que tiene que velar para que los ciudadanos y las empresas no salgan perjudicados en beneficio de uno tercero.

¿Como ve el futuro de la opa?
Esta es la pregunta del millón. En estos momentos, lo veo muy complicado para el BBVA. Dadas las circunstancias, si no hacen un movimiento, no sé cuál, que tendría que ser mejorar la oferta de manera significativa... veo que lo tienen complicado y con la incertidumbre de qué decidirá la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. De si le imponen condiciones draconianas, de vender negocio, o si el Gobierno la impide la fusión. El señor Torres ha dicho que si noalcanzan el 100% o no les dejan fusionar, pueden mantener los bancos por separado, pero entonces no tendrán ningún ahorro de costes. Nosotros compramos a través de una opa amistosa, no hostil, el Banco Guipuzcoano con un acuerdo de los consejos de los dos bancos y, al cabo de dos años, los fusionamos. ¿Por qué? Porque si se mantienen separados no hay ningún tipo de ahorro de costes. Entonces, si no pueden fusionar los bancos, no será negocio.

Por lo tanto, la decisión que tome la CNMC será decisiva...
Totalmente. Por una parte, si es poco perjudicial para el BBVA, le puede facilitar la operación; pero si le pone las cosas muy complicadas, también puede ser una válvula de escape para el señor Torres. Ir a una oferta pública y no conseguir el 51% que necesita, sería un fracaso para él y para el consejo del BBVA. Eso le puede dar la justificación para decir que 'estas circunstancias no eran las que nosotros habíamos previsto cuando hicimos la oferta, nos han cambiado totalmente el planteamiento, ahora ya no nos interesa'. Sería una salida elegante, creo yo. Sin embargo, si se empeña en sacar adelante la opa, con las actuales circunstancias... lo considero una persona muy inteligente y no creo que se quiera suicidar yendo a una oferta que tiene muy pocas posibilidades de prosperar.

¿Quiere subrayar alguna cosa de esta conversación?
Se nos ha dicho durante muchos años que los catalanes no sabían hacer banca. Creo que con el ejemplo de CaixaBank y de Banco Sabadell eso queda desmentido. Perder un banco, que siempre ha sido catalán, también sería una pérdida para Catalunya, para su influencia en el resto del Estado y para su capacidad de financiación.