Ignacio Pla (Barcelona) es secretario general de ASNEF desde el año 2019. La Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito representa a 53 entidades, reguladas y especializadas en financiación al consumo, en España. Entre ellas, Cetelem, Cofidis, Financiera El Corte Inglés, Telefónica Consumer Finance, o financieras de concesionarios de coches como Mercedes-Benz, Volkswagen o Stellantis.  

Pero dichas entidades conviven en España con otras 700 que no están reguladas ni supervisadas por el Banco de España porque la ley, de momento, lo permite. Sin embargo, este 2025 tendrán que desaparecer o convertirse en empresas reguladas, ya que se debe adoptar una nueva directiva europea antes del mes de octubre.  

La normativa acabará con los abusos en los tipos de interés que cobran estas entidades, que superan en muchos casos el 3.000% TAE, e igualará a España con la legislación que se aplica en el resto de Europa, algo de lo que Ignacio Pla sabe bastante, ya que también es vicepresidente de Eurofinas (la Federación Europea que representa a la industria de la financiación al Consumo) desde enero del pasado 2024.

¿Cuántas entidades de crédito no reguladas hay en España?
En España, prestar dinero hoy por hoy, todavía es libre. Puede prestar cualquier persona física o jurídica y por lo tanto, hay un montón de entidades no reguladas. Nadie sabe el número, hay cientos de ellas. El propio Banco de España las ha cifrado en alrededor de 700, pero no sabemos con exactitud.

¿Y ASNEF a cuántas representa?
Actualmente a 53 entidades de crédito, que son de tres tipos. Los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), bancos cuya actividad principal es el crédito al consumo y bancos extranjeros que prestan dinero en España porque tienen sucursal de bancos europeos. La peculiaridad es que nosotros no podemos captar depósitos. Es decir, en un EFC no se puede abrir una cuenta bancaria. 

¿Cómo acaba la gente pidiendo dinero en entidades no reguladas?
Si vas a comprar un coche, lo habitual es que te preste dinero alguna de nuestras financieras. Ya sean filiales de bancos o marcas de coches. Sin embargo, una parte de la financiación se está yendo a entidades no reguladas porque si la persona está ya muy endeudada, nosotros con las herramientas que tenemos, denegamos la operación. Y esta parte de la población, que suele ser la más vulnerable, suele irse a estos prestamistas que, si el Tribunal Supremo ha declarado usura en algunas tarjetas un 26% TAE, están cobrando un 3.000% o 3.500% TAE, que es la media en la que se presta en ese sector no regulado. Son estas deudas no controladas las que sobreendeduan a los consumidores que normalmente son los más vulnerables.

Entrevista Ignacio Pla, secretari general ASNEF / Foto: Pablo Blázquez
Entrevista Ignacio Pla, secretari general ASNEF / Foto: Pablo Blázquez

¿Cómo se puede permitir que un consumidor pague intereses tan altos?
Se permite porque no hay una legislación en España que lo impida. En países como Italia, Portugal, Alemania, Francia, Polonia y Bélgica, tienen desde hace años la reserva de actividad para prestar dinero. Y el que se quiera endeudar tiene que ir a una entidad de crédito, banco o EFC, pero regulados por el banco central de cada país. Por eso estas entidades no reguladas donde han crecido como setas es en España. Por otro lado, los tipos de interés en España son libres y por tanto, un 3.000% TAE, mientras un juez no diga que es usura, no se retira. Además, para créditos pequeños de 300 euros el consumidor no va a la justicia. Por lo tanto, no hay declaraciones de usura de este tipo de créditos.

¿Hay solución?
Solución va a haber y a corto plazo, porque en octubre del 2023 se aprobó la modificación de la directiva de crédito al consumo y va a establecer la reserva de actividad en toda Europa. Así que España va a tener que adaptarlo como máximo en octubre de este 2025. Pasados dos años se tiene que haber hecho la trasposición por el legislador español para que haya una competencia leal. Porque nosotros prestamos en el mercado con distintas condiciones que los que no están regulados, lo que por supuesto supone que mis costes son más altos. 

¿Mejorará la situación para los consumidores?
Sí, esto va a suponer una mejora sustancial para la seguridad jurídica del mercado y una protección para el cliente. Porque la segunda cosa que establece la directiva y que no existe en nuestro país, es que no se produzcan abusos con los tipos de interés. Por lo tanto, esperamos que el legislador español establezca un índice de referencia para que el consumidor sepa dónde está el límite y qué se entiende por usura. El Tribunal Supremo ha declarado que son seis puntos sobre la media de un producto concreto, que es el revolving, a partir de ahí, es usura. Pues lo mismo en otros productos.

¿Supone esto la desaparición de estas 700 entidades?
No, estos prestamistas no regulados desaparecerán o se convertirán en una entidad regulada. Las entidades que son serias y cumplen, se convertirán, lo que será una ayuda para el consumidor y permitirá acabar con el sobreendeudamiento que está habiendo. Estas entidades no declaran en la CIRBE cuanto prestan y si el Banco de España o cualquier entidad regulada lo consulta, no saben si esa persona ya tiene cuatro o diez créditos pequeños.

Con las tarjetas revolving hubo mucha polémica, ¿fue culpa del sector o un problema de educación financiera?
Lo más importante es la educación financiera, que el cliente sepa lo que está firmando. Muchas veces la legislación intenta proteger al consumidor y a veces la desprotege, se ve con la información precontractual que es más extensa que el propio contrato y nadie se la lee. El legislador se ha dado cuenta de este fallo y propone que la información precontractual sea ahora más sencilla y clara, además de que sea en dos fases. En cualquier caso, el revolving no es un producto complejo, no es un bono del Estado. Si te presto dinero lo tienes que devolver. Esto es sencillo y lo entiende cualquiera. Lo que sí que es cierto, es que hay otros productos más baratos y el revolving no es bueno usarlo para todo ya que la TAE es más cara. 

¿Quién puede consultar el fichero de ASNEF?
Nuestro fichero recoge las deudas monetarias impagadas superiores a 50 euros y se basa en la reciprocidad. Es decir, todo aquel que consulte la mora de otros, aporta su mora, sea mucha o poca. Si no aportas no pueden entrar. Además, hay un control muy estricto en materia de protección de datos. Lo consulta todo aquel que quiera y cumpla los requisitos, hay bancos, cajas, aseguradoras, energéticas, telecos o incluso comunidades de propietarios o entidades dedicadas al alquiler de vivienda. Está abierto a todas las entidades que tengan que evaluar en algún momento la solvencia de un consumidor.

Entrevista Ignacio Pla, secretari general ASNEF / Foto: Pablo Blázquez
Entrevista Ignacio Pla, secretari general ASNEF / Foto: Pablo Blázquez

La morosidad de las EFC roza el 6,5%, superando con creces a la banca. ¿Por qué es tan alta?
El crédito al consumo siempre ha tenido una morosidad mayor que el hipotecario porque el riesgo es mayor. Además, no conocemos tan a fondo al cliente cuando prestamos, sabemos sus ingresos y algunos datos que podemos obtener, así que el riesgo siempre es mayor que en un banco, que sabe los gastos diarios. Dicho esto, nuestra mora históricamente siempre ha sido algo mayor, pero un 6,5% es una cifra normal. Es una mora baja y sostenible que además se ha mantenido en el tiempo, hemos llegado a tener en el pasado un 16%.

¿Cómo ha ido el crédito al consumo en 2024?
La demanda ha caído un 4,7% en el conjunto del año. El crédito al consumo siempre ha estado muy ligado a la estabilidad en el trabajo y si el trabajador percibe una cierta inestabilidad, se retrae. Aunque hay otro motivo, y es que los tipos de interés están cayendo y las hipotecas están más baratas, entonces las familias dedican sus recursos a esto, a hipotecarse o cancelar hipoteca.

¿Hay algún sector donde haya caído más?
Hay incertidumbre sobre todo en la automoción. Se están dando mensajes a la población que no son claros en cuanto a, qué va a ocurrir con los motores de combustión o qué va a ocurrir al entrar en las grandes ciudades. Hoy se decide una cosa y mañana se cambia de opinión. En Bruselas, la Comisión Europea establece unas obligaciones para los fabricantes de automóviles que no pueden cumplir, y el consumidor final recibe una información muy equívoca que afecta a su decisión de compra de un vehículo nuevo. Todo esto hace también que esperen porque no saben si comprar un vehículo eléctrico, hibrido o de combustión. Lo cual a mí también me influye y caen nuestros datos de financiación al consumo.

¿Han cambiado los hábitos de consumo, se compran menos coches?
En las grandes ciudades la gente joven sí ha cambiado algunos hábitos. Ahora disponen de coches de alquiler por minutos y no los necesita. Aparcar es difícil, el parking es caro y la movilidad por temas de C02 se ha complicado. Entonces, a veces se decide no comprar y se opta por otro tipo de movilidad. Pero en el resto de España no es así y la gente joven, el primer bien que compra normalmente es un coche. Donde sí hemos visto un cambio es con la financiación de las placas solares y financiación verde. Antes no había y ahora tienen fuerza.

¿Cuál es la época de mayor demanda de crédito?
Cuando llega la Navidad y hasta el fin de las rebajas, esta es la época más importante para nosotros. En verano también hay más demanda, por las vacaciones y porque muchas familias aprovechan para cambiar el coche.

¿Qué esperan de este 2025?
Esperamos que aumente la demanda de crédito porque significará que la gente tiene trabajo, que es estable y tiene en sus previsiones de futuro la esperanza de que va a poder hacer frente a sus obligaciones. Nosotros seguiremos con nuestra evaluación responsable y haciendo que el cliente tenga una información clara para que tome una decisión informada y concreta, sabiendo que esto es un producto financiero, que conlleva una responsabilidad y que hay que devolverlo.