El director e investigador sénior del Centre de Recerca en Economia Internacional (CREI) y profesor del departamento de Economía y Empresa de la UPF ha sido reconocido por sus investigaciones pioneras en el ámbito de la economía internacional, con el Premi Nacional de Recerca 2022, un galardón otorgado por la Generalitat de Catalunya y la Fundació Catalana per a la Investigació i la Innovació (FCRI). Considerado uno de los mejores economistas europeos (ha recibido dos ayudas Advanced Grants de el European Research Council), ha centrado la investigación en temas de macroeconomía y economía internacional. Empezamos esta entrevista refiriéndonos a uno de sus últimos trabajos: Explorando el comercio regional europeo.

¿Qué se extrae de este análisis?
El estudio lo hemos realizado Marta Santamaría (Universidad de Warwick), Uğur Yeşilbayraktar (Universidad de Duisburg-Essen) y yo mismo. Hemos extraído tres resultados básicos. El primer resultado es que el comercio europeo tiene un fuerte sesgo local y estatal. Porque el 40% del comercio se hace dentro de una misma región, un 41% dentro del mismo estado, y un 19% entre diferentes estados. En segundo lugar, hay dos factores que determinan este hecho: el efecto distancia y el efecto frontera, que conjuntamente explican dos tercios de la variación en el comercio entre regiones. La distancia geográfica es importante porque, como más larga sea esta distancia, más altos son los costes de transporte y más pequeños son los incentivos para comerciar. Nuestros datos indican que, como media, un incremento de un 1% en la distancia geográfica conlleva a una reducción del 1,2% del comercio. Eso quiere decir que el comercio en Europa es todavía un comercio "de proximidad".

¿Y tercera conclusión?
Que el efecto frontera tiene un aspecto regional muy importante. Los datos muestran que el efecto distancia no puede explicar el motivo por el cual el comercio dentro de las regiones es mucho mayor que el comercio con regiones dentro del mismo estado. Nuestros datos indican que la presencia de una frontera regional (sea por un tema político o estadístico) reduce su comercio al 44,6% de lo que habría sido sin la presencia de fronteras. Eso quiere decir que el estado interfiere en el comercio no solo a nivel estatal, sino también a nivel regional.

Después de la covid y la guerra de Ucrania, Europa -y a remolque España y Catalunya- está inmersa en políticas de relocalización y reindustrialización. ¿Es lo que hace falta?
Catalunya debe adaptarse al mundo que vivimos, no podemos cambiar el mundo. Dicho esto, los economistas cuando hablamos de la globalización vemos un proceso muy fuerte de globalización que sucedió hasta la crisis de financiera del año 2007-2008. Después de esta crisis financiera hubo una bajada de las cadenas de suministro internacionales, pero que duró uno o dos años y se recuperó. Posteriormente, se ha registrado otra de bajada después de la pandemia, pero parece que también se vuelve a retomar el comercio. Lo que sí es cierto es que a partir del año 2010, el crecimiento del comercio ya no es tan fuerte, a nivel mundial. Desde la Segunda Guerra mundial, básicamente, y hasta el año 2010, el crecimiento del comercio era espectacular y es lo que denominábamos la globalización. Pero a partir del 2010 este crecimiento no es que se vuelva negativo ni mucho menos porque sigue siendo positivo, pero no tiene la misma fuerza. Si uno quiere pensar qué efectos tiene eso sobre la economía europea, y sobre especialmente la economía catalana, hay que ver dónde se ha reducido este comercio o cuál es el comercio que no sigue siendo tan fuerte y cuáles son los países con los que nosotros más comerciamos.

Jaume Ventura, director e investigador del CREI. / MIQUEL MUÑOZ

¿Y cuál es el resultado de esta observación?
Si se mira todo el mundo, la mayor parte de la caída en este crecimiento del comercio se ha dado en China y la India con aumentos mucho más reducidos que en el pasado. En Estados Unidos está más o menos estable. Pero si nos centramos en Europa, el crecimiento del comercio es tan fuerte como nunca se había dado. Y si se observan las exportaciones que hace Catalunya, la gran mayoría de ellas se dirigen a Europa. Entonces, desde el punto de vista de Catalunya, nuestros mercados externos siguen siendo fuertes. Es decir, no estamos notando tanto esta suavización de la globalización a nivel mundial, porque ha afectado a áreas del mundo con las que nosotros tenemos menos relaciones. Obviamente, no sé lo que pasará dentro de 10 años. No sé qué pasará en el futuro, pero esta es la situación actual.

¿Por qué cae el comercio a raíz de dos crisis?
De entrada, este es un tema de debate. Los economistas no podemos dar una respuesta. En el caso de la pandemia es obvio que los costes de transporte aumentaron mucho, llevar mercancías de un país a otro en mitad de la pandemia tenía unas regulaciones sanitarias mucho más importantes, y los costes eran más importantes, etcétera. En la crisis financiera, lo que se dio fue que muy buena parte del comercio internacional funciona a través de crédito entre importadores y exportadores, y cuando en aquel momento las finanzas se detienen y no hay posibilidades de pedir préstamos a los bancos, muchas operaciones entre importadores y exportadores de repente se encarecieron. En consecuencia, se eligieron destinos de comercio más próximos, porque las mercancías tardaban meses en llegar, todavía más meses en cobrarse y no se encontraba crédito para cubrir estos periodos... y se tuvo que volver a la proximidad, donde estos intervalos entre la compra y la venta, entre el tiempo en que se envía la mercancía y se recibe, son mucho más reducidos.

¿Por qué en otros lugares se estabiliza y en Europa no?
Por las propias reglas del comercio internacional. China, por ejemplo, durante muchos años enfocó toda su producción en el exterior, a vender. Posteriormente, China, hace unos años, decidió invertir dentro de su propio mercado. Entonces, con más inversión interna, exporta más pero el crecimiento de las exportaciones es más pequeño que el de su comercio interior. Ha sido un cambio de visión, de política muy natural, comprensible. En Europa, ha seguido creciendo el comercio porque se ha seguido integrando más y más entre Estados a medida que van pasando los años. No es un tema de que Europa esté más fuerte o China sea más débil, sino que son diferentes orientaciones económicas.

Jaume Ventura, director e investigador del CREI. / MIQUEL MUÑOZ

¿El hecho de que Europa esté tirando del carro del comercio tiene su razón de ser en los fondos Next Generation?
Cuando hablamos de globalización, estamos hablando de comercio a larga distancia... de cómo está cambiando el comercio durante una década, con una visión de las cosas a largo plazo. Cuando tú decides producir unas cosas para venderlas no estás mirando qué pasará dentro de tres meses, sino que miras qué pasará en los próximos años, la próxima década. No estamos hablando de lo que pasará el próximo trimestre, etcétera. Ahora mismo, lo que está pasando es que la inflación no es alta, ha sido alta, pero parece que está bajando y no tenemos por qué esperar que vuelva a subir. Los tipos de interés que son altos en parte porque el banco europeo ha estado preocupado por estos temas y ha subido los tipos de interés. No sé cuánto tiempo estarán altos, pero no creo que estén altos durante mucho más tiempo. Pero eso son cosas a corto plazo.

Uno de los reproches, por ejemplo, en el tema de los fondos europeos, es la burocracia...
Este es un motivo que está ligado a muchos otros problemas que tiene la Unión Europea, que es un club de estados y lo hace todo a través de los Estados y los Estados por intereses políticos quieren gestionar y asignar la mayoría de estos fondos. Si de repente tienes la posibilidad de dar mucho, mucho, mucho dinero, no dejarás que otro lo gestione; quieren hacerlo ellos mismos por motivos políticos. Esta es la razón por la cual se está frenando la gestión de los fondos. La gestión de los fondos se está haciendo de manera muy diferente según cada país e, incluso, dentro de cada país según las regiones y sus respectivos gobiernos. Este será un tema digno de estudio dentro de unos años, cuando sepamos qué ha pasado. Ahora es difícil de determinar.

"La burocracia europea empeorará sin la aportación del Reino Unido"

Ha dicho públicamente que el Brexit hará perder referentes anglosajones en términos de política y que eso estropeará el continente. Explíqueme.
Yo siempre he sido un gran admirador de la burocracia anglosajona, especialmente cuando la comparo con la burocracia continental europea, porque la anglosajona es mucho más ágil, está mucho mejor preparada, es mucho más abierta... Desde Catalunya siempre nos hemos quejado, precisamente, de que Europa tiene una burocracia que no es ni hábil, ni competente, ni flexible y que, cuando una fracción importante de esta burocracia desaparecerá -los anglosajones- y serán reemplazados por franceses, alemanes, españoles, italianos... Me temo que la burocracia europea empeorará. Es una opinión personal basada en mis interacciones.

Jaume Ventura, director e investigador del CREI. / MIQUEL MUÑOZ

¿Comparte la opinión de algunos expertos que dicen que Europa, después de ver las consecuencias de aplicar la receta de la máxima austeridad para salir de la crisis financiera, lo que ha hecho para salir de la crisis sanitaria de la pandemia ha sido una política expansionista, como hizo Estados Unidos en 2009?
No estoy tanto seguro de eso. No sé si lo veo así. Una de las reacciones más importantes de la crisis financiera en Europa fue el crecimiento brutal de la deuda pública. Por ejemplo, en el Estado español pasamos de una deuda pública que no llegaba al 40% del PIB y a casi al 100%. De hecho, durante aquella crisis, en algunos países europeos -Grecia sería el ejemplo más claro, pero también Italia, España, Irlanda- sufrieron una crisis de la deuda. De repente los gobiernos no se podían endeudar más, porque la gente se pensaba que no pagaríamos. Entonces esta noción de que en la crisis financiera se aplicaron normas de austeridad no es del todo cierto. Sí que hubo austeridad en el sentido de que cuando cayeron los ingresos de forma sustancial, no se podía gastar más, pero en parte se recurrió al endeudamiento. El ajuste hubiera sido todavía mucho mayor sin este gran incremento del endeudamiento.

¿Por lo tanto, ahora qué se está haciendo?
¿Qué son los fondos Next Generation? Pues es lo mismo. ¿De dónde sale el dinero? Nos están subiendo los impuestos, en cierta magnitud... todo eso son deudas, también. Una deuda que está aumentando y que cuando se acabe todo, los gobiernos estarán mucho más endeudados, exactamente como pasó en la otra crisis. ¿Cómo se resolverá eso? La diferencia con la crisis financiera es que entonces la deuda era nacional. Si los alemanes admiten deuda, todo el mundo se piensa que pagarán. Pero si lo hacen los españoles o griegos, u otros, los mercados tienen menos confianza. Una de las maneras en que eso se resolvió fue socializando aquella deuda a nivel europeo, es decir, la cogió el Banco Central Europeo -detrás están los alemanes- y se creó una nueva institución que se dedicaba a comprar deuda de los diferentes países. Ahora lo que pasa es que los Next Generation ya son fondos que se están emitiendo con deuda, también, pero esta deuda quizás será más resistente porque no es una deuda de países concretos. Pero la verdad es que no lo sé, no está muy claro. La información sobre cómo están endeudándose para conseguir estos fondos, no está del todo clara, ni es transparente.

"No tenemos información transparente de cómo se está endeudando Europa para disponer de los fondos Next Generation"

¿Es decir, seguimos teniendo una política económica muy diferente a la de Estados Unidos?
La política económica de Estados Unidos tiene aspectos diferentes. Pero no quiero entrar en detalles. Es un tema demasiado técnico.

No obstante, déjeme que insista haciendo referencia a un reciente informe del colectivo EuropeG que asegura que Europa necesita un mercado de capitales único similar al norteamericano. ¿Lo comparte?
Lo que está intentando Europa es construir un mercado al estilo del de los americanos. La deuda pública americana tiene un mercado descomunal, no solo Estados Unidos, sino en todo el mundo, porque es deuda federal, del Tesoro. Nosotros queremos hacer lo mismo con deuda europea, no con deuda de los diferentes países. En los Estados Unidos, aunque existe deuda particular de los estados -que hay quien la compra-, cuando uno piensa en la deuda americana, se refiere a la deuda federal. Y, Europa, si se quiere integrar, tendrá que tener en algún momento unas estructuras que tengan un peso propio, en lugar de estar dictadas por lo que deciden los Estados. Esta, sin embargo, es mi visión como ciudadano, no como experto en economía.

Jaume Ventura, director e investigador del CREI. / MIQUEL MUÑOZ

Su trayectoria investigadora también se ha focalizado en el análisis de las burbujas. Para poner un ejemplo, en el caso de la vivienda, parece como si después de varias burbujas no se hubiera aprendido nada y se volvieran a cometer los mismos errores... porque ahora los precios vuelven a subir.
Podríamos decir que usted está haciendo una hipótesis. Su planteamiento defiende que una subida de los precios es algo negativo porque en el futuro caerán. Si todo el mundo fuera rico y se construyeran muchas casas y fueran caras y todos las pudiéramos comprar, seguramente usted no tendría la misma opinión. Cuando se tiene que valorar el crecimiento a partir de lo que se denominan burbujas, se tiene que valorar todo. Periodos en los cuales, por ejemplo, los precios de las viviendas son altos y los precios de las empresas, el mercado bursátil, etcétera, son momentos en los cuales los inversores encuentran muchos fondos para invertir, porque tienen mucho de colateral -porque son propietarios de edificios, de inmuebles, de empresas- de bienes que tienen mucho valor y pueden conseguir mucha inversión. ¿Y para qué sirve esta inversión? Pues para crear puestos de trabajo y con sueldos altos. Está el riesgo de que después puedan caer los precios. Por lo tanto, su pregunta es: ¿No hemos aprendido que con la burbuja los precios han subido? Quiere decir: ¿No hemos aprendido a mantenerlos altos y evitar que caigan, o qué hacer para pararlos y que no tengamos tampoco una bonanza económica?

Exacto, ¿no hemos aprendido la lección? ¿Tenemos que prevenir y evitar las burbujas?
Pues, entre los economistas, tenemos un debate sobre cuál preferimos, si una economía que no tenga tanta inestabilidad pero que se base en sueldos más bajos, menos puestos de trabajo..., o una economía que genere más empleo, más riqueza, pero que de vez en cuando tenga el riesgo de que pueda haber una bajada de precios. Estamos planteando dos modelos de crecimiento diferentes; y no está nada claro -al menos en opinión de los economistas académicos- cuál es mejor. Porque la gente cree que la burbuja es igual al momento del desastre, pero nadie mira el periodo en que las cosas funcionan bien y se generan puestos de trabajo y riqueza. Se tiene que valorar todo. Sí que es cierto que muchas de las inversiones que se producen durante estos 'booms' son ineficientes, que no están basadas en el retorno, mal pensadas, que no dan los frutos deseables, pero muchas son buenas. Entonces, no tenemos tan claro cuál es el mejor modelo de crecimiento.

¿Nos tenemos que acostumbrar, pues, a que los ciclos económicos sean más cortos?
Quizás sí. Que sean más cortos o que la economía sea un poco más inestable. Para que haya burbujas es necesario que haya una situación en la cual la gente puede comprar y vender con cierta facilidad. Eso de comprar y vender, participar en el mercado bursátil, adquirir inmuebles..., que en el pasado era más costoso, hoy en día es más fácil porque los mercados son más líquidos y eso crea esta volatilidad.

¿Pero, en una bajada, hay quien apunta que sirve para consolidar los proyectos maduros y hacer desaparecer los más débiles?
No necesariamente. No tiene por qué ser así.

"Nos tendremos que acostumbrar a que la economía sea cada vez más inestable"

¿Este exceso de liquidez es lo que facilita que la nueva economía funcione con empresas que no son rentables?
Hay inversores que quieren encontrar el próximo Amazon. Invierten en muchas empresas sabiendo que hay una parte de ellas que no conseguirán el éxito, pero algunas sí lo harán. Es la ley de los grandes números: si tú tienes que financiar tu propia idea y tiene una probabilidad mínima de tener éxito, quizás te lo piensas porque es demasiado riesgo personal. Pero si alguien tiene dinero en el bolsillo para poder hacer cien empresas, pues ya sabe que un 95% se irá al garete, pero el otro 5% funcionará. Es una manera de diversificar riesgo. Obviamente, estos inversores no quieren perder dinero y meditan bastante todas sus operaciones y el mercado.

Su firma figura en los escritos del colectivo Wilson que surgió durante el procés para desmentir el bombardeo mediático sobre los desastres económicos que comportaría la independencia de Catalunya, para debatir lo que consideraban "mentiras". Últimamente están surgiendo lobbies económicos que cuestionan el crecimiento y avance de Catalunya. ¿Recibirán una respuesta del colectivo Wilson?
No. Esta no es nuestra función. Nosotros somos académicos.

"Yo no veo que vaya bien Catalunya"

¿Pero les damos la razón? ¿Catalunya va mal?
Catalunya tiene cosas que van bien y cosas que van mal. Yo estoy extremadamente decepcionado con los políticos y con muchas de las decisiones que se han tomado en Catalunya. Yo no veo que vaya bien Catalunya, políticamente hablando. Pero parte de eso también es culpa nuestra.

¿En qué sentido?
¿Hablamos de política?

Usted defiende que, desde el punto económico, está claro que la independencia sería muy beneficiosa para Catalunya.
Sigo diciendo lo mismo. Por ejemplo, Dinamarca es un país más pequeño que Catalunya, Suiza es como Catalunya...

¿Pero quizás no es tanto un problema de dimensión como sí de modelo político que se ha ido gestando en estos años?
El modelo de política que tendría una Catalunya independiente todavía no lo conocemos.