José Luis Bonet (Barcelona, 1941) preside la Cambra de Comerç de España desde noviembre de 2014. Tercera generación de la familia fundadora de Freixenet, desde su nombramiento como director comercial en 1966, Bonet participó directamente en el crecimiento y expansión del grupo vinícola hasta llegar a la presidencia en 1999, sustituyendo a su tío José Ferrer, y en el proceso de venta en el grupo alemán Henkell ahora hace seis años. Hoy ocupa la presidencia de honor. En José Luis Bonet confluyen dos mundos aparentemente diferentes pero que él ha sabido hacer complementarios: el empresarial y el académico. Doctor en Derecho con excelente cum laude por la Universidad de Barcelona, durante 49 años ha sido profesor de economía política y Hacienda Pública. Es un convencido de que la internacionalización todavía es una asignatura pendiente de la economía y la empresa española y un crítico con el Procés.
¿Qué le parece el adelanto electoral en Catalunya?
Es positivo que los ciudadanos voten y que, a partir del resultado de esas elecciones, se abra una nueva etapa de normalización de la vida ciudadana en Catalunya una vez fracasado el independentismo. Catalunya necesita pasar página cuanto antes de esta década perdida y volver a centrar las políticas públicas en la recuperación del pulso y liderazgo económico.
¿Cómo ve ahora mismo la situación de la economía catalana?
Está en un momento de impàs. La economía catalana, debido al Procés, evidentemente no ha colapsado, porque la potencia de Catalunya es extraordinaria, pero sí que ha perdido el liderazgo y la relevancia que siempre ha tenido y que le corresponde. Su vocación es ser líder dentro de España y de Europa, evidentemente, y tener una relevancia importante y eso se tiene que reanudar. Yo creo que cuando toda esta situación se normalice de una manera ya definitiva, se tiene que luchar para que vuelva a pasar y pasará.
Cuando habla de liderazgo y de relevancia, ¿de qué está hablando exactamente?
Yo hice en el servicio de estudios un análisis de 75 indicadores de la economía importantes. Y el resultado es este. No ha colapsado, evidentemente, va tirando, pero no tiene la relevancia y el liderazgo que había tenido y que le corresponde.
El peso en términos de PIB sí que lo mantiene, en torno al 19%.
Es un tema de que se tiene que recuperar el brío y el fuelle que tenía antes. Y el problema de Catalunya, en mi opinión, es que eso se ha extraviado durante un tiempo. El 'seny' ha ganado a la 'rauxa' y eso ha conducido a este momento de impás. La potencia para cambiar eso, evidentemente que está, y se tiene que coger a la burguesía, sobre todo, recordarle que la burguesía catalana siempre ha sido emprendedora, que ha tenido esta vocación de hacer proyectos líderes y volver. Creo que las condiciones para hacerlo están, en consecuencia se tiene que ayudar a que eso pase.
"La amnistía es el perdón más absoluto. Mi opinión es que a las personas que digan que lo volverán a hacer no se las puede perdonar"
¿Tiene algo que ver el traslado de las sedes?
Las sedes volverán cuando quieran. Es decir, la empresa tiene que poner la sede en el lugar que le convenga. Y es evidente que en el momento que se marcharon no se daban las condiciones de estabilidad y normalidad que necesitan las empresas. En algunos sectores, como por ejemplo el financiero, con una amenaza de salir de Europa, tienes que pensar qué haces. Creo que las condiciones todavía no son las de absoluta normalidad y estabilidad. Sí que se va por el camino. Y cuando sea, quizás muchas quieran volver... Aunque todo eso del Procés se está, para decirlo de alguna manera, desinflamando, está muy claro que todavía hay unos planteamientos que no hacen la situación absolutamente estable y normal.
¿Qué papel cree que puede jugar la amnistía para conseguir este escenario de estabilidad?
Mi opinión es que las personas que digan que lo volverán a hacer, pues no se las puede perdonar, al final la amnistía es el perdón más absoluto. En el caso de que realmente continúen con la idea de que lo volverán a hacer, pues creo que no toca. Ahora, desde la perspectiva de que se tiene que pensar cualquier movimiento para que la normalidad esté, se tiene que luchar.
¿Qué le parece la prórroga de los Presupuestos por parte de Pedro Sánchez?
La prórroga de los Presupuestos no es una buena noticia, ya que supone renunciar al principal instrumento para asignar los recursos del Estado en consonancia con las necesidades y objetivos prioritarios de la política económica. En un momento de cierto optimismo ante la mejora de expectativas, es más necesario que nunca un rumbo claro de esa política con medidas que impulsen e incentiven la actividad empresarial. La ausencia de Presupuestos puede suponer una ralentización.
"La ausencia de Presupuestos puede suponer una ralentización. En un momento de cierto optimismo se necesitan medidas que impulsen la actividad"
¿Cómo valora la política económica de este Gobierno?
Este gobierno tiene que entender... En fin, lo primero que se tiene que decir es que ojalá que hubiera un consenso político, que no está, ni se lo espera. Muy lamentable. Pero como mínimo está la cooperación pública-privada. Eso es fundamental, porque eso quiere decir que tú puedes trabajar con las escalas inferiores del gobierno y empujarlos hacia hacer proyectos. Eso es lo que hay en este momento. Por otra parte, en el Gobierno no se entiende que haya, digamos, gente que no esté alineada con lo que conviene a la economía del país, haciendo, por ejemplo, una política pública antiempresa. Están fustigando a las empresas. Mire, España —y yo lo he vivido— ha dado un salto gigantesco. En el momento de la transición, el PIB per cápita en España era de 1.000 euros, de un país subdesarrollado. Ahora estamos cerca de 30.000, de un país que ya va. En España, el año 75 la exportación era el 11% del PIB, un país cerrado. Ahora es el 45% del PIB. Eso se ha abierto. ¿Quién lo ha hecho eso? Las empresas. Y cuando digo empresas, quiero decir los empresarios, que son los líderes de la empresa, los directivos y todos los trabajadores y stakeholders. Es decir, las empresas son el pueblo con armas económicas. Estos son los que han dado este salto adelante. ¿Y qué tienes que hacer tú ahora? ¿fustigar a estos señores? ¿Hombre, no, lo que tienes que hacer es animarlos y que salgan adelante más que nunca,no?
¿Con qué se sienten fustigados?
El año pasado, había ministros que se permitían el lujo de criticar a empresarios. ¿Pero escuche qué le pasa a usted? Usted tiene que ayudar a los empresarios. El sistema, afortunadamente, es un capitalismo mixto, que se llama economía social de mercado, y eso está consagrado en la Constitución del 78. ¿Y eso qué quiere decir? Que la pieza clave es la empresa. Evidentemente, el sector público también tiene una parte muy importante, pero la pieza clave son las empresas. Por lo tanto, lo que se tiene que procurar es que haya más empresas que sean eficientes, que aprovechen el recorrido... dicho de otra manera, que trabajen. Que trabajen con talento, si es posible, y mucha tenacidad. Son las tres T del éxito. En la vida, cualquier persona, entidad, institución, si aplica las tres T gana: talento, trabajo y tenacidad.
¿Qué le preocupa en estos momentos al empresariado catalán y español?
Primero, la geopolítica. No solo hay dos guerras en movimiento relativamente cerca, sino que está la amenaza de que eso pueda ser peor. Eso es muy preocupante. Todos esperamos que no pase, pero el riesgo está. Pensemos, por ejemplo, en el turismo. En este momento es un éxito extraordinario lo que está pasando en España, cosa que no me sorprende nada porque tiene atractivo vayas donde vayas. Está para hacer el recorrido de las fortalezas que tiene España. Si realmente hay una guerra eso se ha acabado. Y eso preocupa porque es un sector tractor. La estadística te dice que es el 12% del PIB, pero es el 20% o el 25%, porque lo arrastra todo. La segunda preocupación es el agua, y sobre todo en Catalunya. Pierdes el turismo, pierdes la agroalimentación, todos los sectores, todo el mundo pierde. No entiendo cómo no se ha hecho el trabajo, porque es un problema técnico, de inversiones en trasvases, desaladoras... ¿Cómo quieres que vengan turistas si no dejas llenar las piscinas? Esta gente viene aquí a veranear. Cada año vienen 600.000 daneses, una cuarta parte de la población, porque no llegan a seis millones; 19 millones de ingleses. Eso es extraordinario, España es un paraíso, y el agua es un tema muy importante.
Dicho esto, las preocupaciones van en función de los sectores. Si vives del turismo, vas mejor que nunca. Si estás en un sector industrial pasa que la exportación en Alemania no es tan buena porque Alemania está prácticamente en recesión, Francia casi... En consecuencia, ya no tienen la alegría que tenían, eso sí que preocupa, sobre todo en las pymes que en definitiva son empresas familiares que sufren porque se han subido los tipos de interés —quien más quien menos tiene deudas— tienen problemas con los suministros, la inflación no lo han podido repercutir del todo, un poco sí pero han perdido margen... estos están sufriendo. ¿Y por qué no caen más, que ya caen eh? Porque son empresas familiares con una gran resiliencia, y aguantan, aguantan y aguantan. Pero aguantar tiene dos problemas. Una, que no sabes hasta dónde podrás aguantar, y dos, que es, lo que me preocupa más: que se colocan a la defensiva. Tiene su lógica, en momento de turbulencias, no hacer mudanzas. Pero en el caso de España no tiene que ser así, porque el recorrido que tienen es inmenso, la internacionalización está a medio hacer. Por lo tanto, no se tienen que cerrar y bunquerizar, tienes que ser prudente, sí, porque en la vida si no eres prudente, mal. Pero dentro de la prudencia, tú no tienes que dejar de pensar en el recorrido que tienes, sobre todo en la internacionalización en el caso de las pymes.
"Lo que más preocupa en estos momentos a los empresarios es la geopolítica y el agua, sobre todo en Catalunya. No entiendo cómo no se ha invertido"
¿Está detectando este posicionamiento defensivo?
Piense en las bodegas, de donde yo vengo. En España hay 4.000 bodegas. La mayoría este desarrollo no lo han hecho, todavía. En el mundo del aceite pasa lo mismo. No se trata de exportar commodities, o sea, vinos a raudales, pero sí luchar por posicionarse en los mercados, con marca, redes comerciales... No es fácil, es difícil pero se tiene que hacer y se puede hacer.
Aún así se exporta más que nunca y hay más empleo que nunca.
No es incoherente porque el recorrido es inmenso. Algunos lo hacen y otros se asustan y no lo hacen. Yo lo que digo es que tenemos que procurar hacerlo todos. Cuando se planteó los Next Generation, los objetivos eran sostenibilidad, digitalización, formación. Yo cogí el teléfono, llamé a la ministra y le dije: 'eh, que no ponen internacionalización, ¿eh?'. ¿Por qué? Porque Italia, Francia, Alemania, ya la tienen pero España no. En consecuencia, España tiene que hacer alguna cosa en este sentido, tiene que haber algún tipo de política que active eso. Entonces hicieron algo, menos de lo que tendrían que haber hecho, pero hicieron algo.
¿Cuáles son las grandes reformas pendientes en España?
La educación, lo primero. Es fundamental. No está bien, creo que no está la orientación necesaria de las personas en los momentos claves. Yo creo que a la gente, cuando son adolescentes, con 14 o 15 años, alguien los tiene que coger y decir: ¿'oye chico, tú en la vida qué quieres hacer'? Y eso no se hace y ya empiezas mal. En cambio si se cogiera...'Pues mira, yo quiero ser piloto de avión. Hablemos. ¿Cómo lo harás'? Con valores: sabes que si no te esfuerzas no lo harás, que si no tienes una mínima disciplina no lo harás, que si te distraes más de la cuenta no lo harás...valores. A partir de aquí, conocimientos. Conocimientos para estar en el momento que corresponde estar: nuevas tecnologías, idiomas, etc. La educación se tendría que enfocar aquí. Y la universidad, que es una pieza clave junto con la formación profesional, se han de dualizar. Es decir, más emprendida en la universidad y más emprendida en el mundo de la formación profesional dual. ¿Por qué? porque entonces hay una conexión de lo que es fundamental, que es el talento, con la estructura fundamental de la economía, que son las empresas. Me parece de sentido común. Yo he vivido en la universidad, me he pasado 50 años dando clases, y en los años 70 hubo una especie de ola marxistoide que se cargó todo lo que tenía que ver con empresas, con profesiones... Lo digo públicamente, los grandes empresarios y los directivos de las empresas tendrían que ser profesores asociados de universidad per se y sin cobrar. ¿Por qué? Porque lo que ellos saben de lo suyo no hay ninguna universidad que sepa. Y segundo, los profesores full-time, los que están todo el día allí, tendrían que pasar 15 días al año mínimo dentro de una empresa, para ver qué pasa.
Hace 15 días conversaba con Antón Costas, el actual presidente del Consejo Económico y Social, y me decía prácticamente lo mismo: que la clave es la formación dual.
Está claro. En el caso de la formación profesional, dos claves, una que se está ganando es prestigiar la formación profesional, muy necesaria, porque si no, pasa que no hay la gente con las capacidades para hacer las cosas. Y segundo, la dualidad, que no se ha ganado ni mucho menos. Se tiene que hacer aquí un gran esfuerzo y en todo el tejido productivo, las pymes incluidas, porque recuperarían lo que antes era el aprendizaje.
¿Cómo valora la aplicación de los fondos Next Generation? Hay voces críticas con la ejecución y sobre si se esta cumpliendo su papel transformador de la economía a partir de sus objetivos. ¿Están sirviendo para que se transforme en el sentido pretendido?
Pienso que los Pertes van demasiado lentos, por razones probablemente burocráticas. Pero no me preocupa porque son proyectos que tienen las empresas, que saben lo que tocan y por dónde va su negocio. En este proceso burocrático de pasar del cajón a la mesa se va lento pero ya lo arreglarán. ¿Por qué? Porque el Next Generation tiene un límite de tiempo, por lo tanto, se tiene que hacer y confío. En lo que me toca a mí personalmente, como presidente de la Cámara de España, que es la digitalización de las pymes, el kit digital, va bien. Este momento el programa es de 3.067 millones, de euros y ya hay 1.400 millones que están en manos de casi bien 400.000 pymes. Se está haciendo el trabajo. Las pymes están aprovechando eso para entrar en el camino de la digitalización. Y eso es importantísimo, porque la economía, si no utiliza las nuevas tecnologías, no tendrá la productividad necesaria, que nos falta mucho. En consecuencia, eso permitirá mejorar la productividad, que es uno de nuestros grandes problemas, y, por lo tanto, la economía crecerá. Yo creo que eso se verá, no de una manera inmediata, pero sí a medio plazo.
Estamos asistiendo, en los últimos tiempos, en Catalunya, en España, a un control creciente de las empresas españolas por parte de capital y fondos extranjeros, sean cotizadas o no, sean familiares o no. La suya, Freixenet, es un ejemplo. ¿Qué piensa? ¿Estamos haciendo algo mal como país?
Lo que pienso es que aquí falta emprendeduría. Creo que necesitamos más empresas, más proyectos empresariales, y gente que lo saque adelante. Que vengan las empresas tiene una parte muy buena y es que realmente esto de aquí es atractivo. ¿Hay que ir con cuidado? También. Hay lo que dicen la autonomía estratégica, quiere decir que hay determinados sectores que es muy importante tener controlados y no que las decisiones estén...en Arabia Saudíta, por ejemplo. ¿Eso quiere decir que se tiene que cerrar? No, no, depende de lo que le convenga a la empresa y siempre que pueda estar controlada desde la perspectiva española. Lo que se está haciendo en este momento, que el sector público coja una participación de empresas que son fundamentales, mientras la empresa tenga su independencia y el sector público esté para ayudar a la empresa y darle apoyo, a mí me parece bien, siempre consensuado con la empresa, y para realmente dar pasos en la línea de más innovación, más progreso, en definitiva. Si es porque quieren mandar, entonces no. El intervencionismo no conviene.
"Falta emprendeduría. Necesitamos más empresas, más proyectos empresariales, y gente que los saque adelante. Que vengan empresas tiene una parte muy buena y es que somos atractivos. Pero también hay que ir con cuidado"
¿Cree que hay un problema de releve generacional en España?
Relacionado con la educación. Nosotros tenemos un programa europeo dentro del Fondo Social Europeo, el PICE, y lo que hace es intentar incorporar el mundo de la empresa y del trabajo en ni-nis. Es impresionante, porque ves una madre que lleva al hijo de la oreja, que no ha hecho nada en su vida, no sabe por qué está en la vida, no sabe nada...la madre está desesperada, lo trae allí y entonces, lo primero que hacen es decirle lo que hemos hablado antes. El 50% digamos que se salvan. Una de las razones porque la tasa de paro juvenil ha bajado de más del 40% en menos del 30% es este programa. Por lo tanto, yo veo que hay mucho talento desperdiciado y aquí se necesita que el talento de la gente se aproveche. Hay un problema de formación que empieza por la orientación y los valores que hemos comentado. Y a partir de aquí se puede funcionar.
Creo que tenemos que defender las fortalezas que tiene este país. Son extraordinarias. Cuando digo este país, digo Barcelona, Catalunya, España y dentro de Europa. Europa es la que está más afectada por la guerra de Ucrania y se tiene que recuperar. Y eso curiosamente pasa por España, porque yo creo que Europa lo hará asentando sus principios fundamentales, claves en la historia de la humanidad, y segundo, con alianzas con Iberoamérica y África, y eso pasa por España o sea que el trabajo es mucho.
¿Cómo valora el resultado de las pasadas elecciones en la Cámara de Barcelona?
Bien, esta vez no se ha hecho trampa. Han sido limpias y por tanto, ha ganado una candidatura que no es la que presentaban los que habían estado anteriormente. Creo que es el buen camino para que la Cámara de Barcelona tenga el prestigio y el liderazgo que ha tenido siempre. Cuando estaba Miquel Valls era un referente claro.
"Esta vez en las elecciones de la Cámara de Barcelona no se ha hecho trampa, han sido limpias y es el buen camino para que recupere el prestigio y el liderazgo que ha tenido siempre"
¿Cree que había perdido este prestigio y liderazgo?
Yo creo que sí, que efectivamente, cuando uno tiene otro objetivo prioritario respecto al que tienes que tener al final se perjudica a la institución. Esto quiere decir que haya mala fe? No, esto quiere decir que el objetivo primero no era el que correspondía en una cámara de comercio.