El turismo que todos queremos. Bajo este título presentaba Exceltur el pasado mes de julio un manifiesto en el que se recogen 80 propuestas para cambiar el modelo turístico de España. José Luis Zoreda (Palma, 1950) que es vicepresidente de esta asociación, y se ha encargado de su elaboración y presentación, tiene claro que durante muchos años, este país ha dado prioridad a la cantidad y no a la calidad. Lo que ha degenerado en destinos masificados y ciudades desbordadas.

Actualmente, el mayor problema está en la vivienda. La proliferación de apartamentos turísticos —muchos de ellos ilegales— ha aumentado la oferta y ha atraído más turistas a los destinos. Pero a la vez, ha reducido las viviendas residenciales. Zoreda cree que hay solución a este problema y la tiene Airbnb, la mayor plataforma del mundo de alquiler vacacional.

Usted nació en Palma de Mallorca y estudió en Barcelona, dos ciudades que precisamente están en el ojo del huracán por la masificación turística que sufren. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
Ha faltado una gestión acertada del crecimiento turístico, muy espoleada por un mantra que sigue vigente y es que el éxito turístico está en batir récords de afluencia. Las políticas públicas y los medios siempre recogían que el turismo iba bien o mal porque llegaban dos suecos más. Ese estímulo al volumen, en vez de al perfil o la calidad del turista, ha marcado mucho el desarrollo turístico de España. Pero el reto no está en batir récords de afluencia, sino récords de satisfacción ciudadana.

Precisamente esta semana, el INE ha dado a conocer un nuevo récord de turistas. De enero a julio, se han superado los 53 millones de visitantes ¿Qué opina sobre estas cifras?
Desde que nació Exceltur, el objetivo ha sido, no me cuente cuánta gente entra en la tienda, sino las ventas de la tienda. Poco a poco el gasto turístico va cogiendo más presencia que las visitas. Pero esa cifra, en un escenario donde se está cuestionando el volumen de afluencia de muchos lugares, nos parece una irresponsabilidad. No podemos seguir jactándonos del volumen como medida de éxito. Pedimos a los políticos que por favor dejen de enaltecer estas cifras porque hay una contestación ciudadana. 

¿Qué se ha hecho mal? 
El crecimiento de visitantes se debe a la proliferación de alojamientos que han crecido de manera descomunal y en su gran mayoría ilegal. Se ha tardado bastante en ser consciente de ello. Hasta ahora la capacidad de alojamiento estaba reglada, pero en los últimos años ha habido un crecimiento desbordante y desequilibrante.

José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur.

Y en este contexto, Exceltur presentó en julio un manifiesto con 80 propuestas para transformar el turismo...
Sí, hemos planteado un modelo turístico que tenga en el centro la satisfacción del residente. Se basa en cinco grandes ámbitos que la sociedad cuestiona. El primero es la turistificación, la masificación. Las playas abarrotadas, las carreteras congestionadas... Y aquí la primera medida es, limitemos la oferta ilegal. No solo de viviendas, también de guías turísticos, de barcos fiesteros, todo lo ilegal fuera.

El segundo es la gentrificación. Si seguimos permitiendo el crecimiento de la vivienda turística, no habrá más que dificultades de habitabilidad. La primera aspiración de cualquier ciudadano es la de tener una vivienda digna, alquilada o comprada, donde poder vivir. Metámosle el diente a ese fenómeno descontrolado. Las plataformas, Airbnb sobre todo, son las grandes culpables del problema.

¿Cómo podría Airbnb acabar con el problema?
Airbnb juega con el cinismo de no querer ser cómplice y evitar la ilegalidad. Pero tiene todos los medios tecnológicos y si quisiera solucionar el problema lo haría de un plumazo. No tiene más que impedir en su escaparate lo que no cumpla la legalidad vigente. Hay que ser muy severo con la normativa para evitar la proliferación de viviendas. No las viviendas turísticas en sí, que han existido siempre, sino las viviendas turísticas en el actual régimen de masificación. La sociedad se está levantando contra estas viviendas. Se están banalizando los barrios y generando problemas de habitabilidad.

¿Qué otras mejoras plantea Exceltur?
Además de acabar con la masificación y la gentrificación, consideramos que hay que mejorar la gestión del empleo. Y este sería el tercer ámbito de actuación. Desde el empresariado se debe trabajar en mejorar el sentimiento de pertenencia y tiene que haber una mejora de condiciones. El cuarto es ser más sensible con el medio ambiente. Y el quinto, mejorar la gobernanza, incorporar más las sensibilidades de los grupos de opinión constructivos, que aporten quejas y ayuden a mejorar el entorno. En nuestro manifiesto hay 80 medidas de estos cinco ámbitos. El empresario es consciente de que hay que dar un paso al frente y cambiar cosas.

Exceltur ha lanzado la marca 'Turismo Bien’. ¿Cómo sienta esto en el gobierno de España? Es toda una crítica al turismo actual...
Nosotros echamos en falta un gran plan estratégico país. Es una utopía en un país como este, con la confrontación política que hay. A la hora de sentarse en mesas comunes, empezarían las inculpaciones. Pero pedimos un gran pacto de Estado porque técnicamente no tiene ningún sentido que en España haya 18 legislaciones distintas para abrir un hotel o una agencia de viajes, hay que ponerse de acuerdo. Además, a los empresarios nos importa un rábano batir a Francia en turistas, es el político el que está todo el día diciendo que si lo vamos a batir o no. Lo que nos importa es la cuenta de resultados diaria de la compañía. Hay que cambiar el sistema de gobernanza y los objetivos. 

¿Qué papel juegan aquí Turespaña y Segittur?
Desde hace muchos años decimos que Turespaña y Segittur son instituciones que tendrían que tener una gobernanza distinta, donde se sentara el sector privado con capacidad de decidir y no solo estar a expensas de una gestión pública. El turismo es un sector muy desagregado y por eso pedimos a la administración central que haga algo, aunque tenga las competencias delegadas. 

"Aena está auspiciando el crecimiento desde un punto de vista egoísta"

¿Cree que solo debe actuar el sector público, las empresas turísticas como hoteleras y aerolíneas no deberían hacer autocrítica?
La capacidad de alojamiento está totalmente restringida por ley en muchas partes de España. Hay moratorias, y en lo que se ha estado invirtiendo en los últimos años es en mejorarla, en pasar de hoteles de 3 a 4 estrellas. Con lo cual, tenemos la misma capacidad de alojamiento, pero con más calidad. Lo que está creciendo de manera desbocada es en la vivienda vacacional.

Aena lleva comunicando desde hace meses cifras de pasajeros récord, por encima del 2019. Y eso solo se consigue si las aerolíneas aumentan su capacidad...
Estoy de acuerdo, pero en Aena están auspiciando el crecimiento desde un punto de vista egoísta, el de servir a unos intereses no nacionales, sino de los accionistas que son unos avorazados por el dividendo. Su mayor accionista es el Estado y el dividendo es uno de los mayores contribuyentes a reducir el déficit público. Además, el gobierno tiene miedo en ciertos momentos de que alguna limitación pueda condicionar la marca país. En cualquier caso, estoy de acuerdo. Hay que sentar las bases para que España no siga creciendo en volumen, a bajo precio. 

¿Cuándo cree que podrá conseguirse eso que ahora persigue Exceltur?
Estamos revirtiendo un proceso de tres o cuatro décadas y no se puede cambiar de la noche a la mañana. Todo lo que pudiera ser decrecimiento, supone perdida de empleo. Por tanto, puede llevar décadas, pero en algún momento hay que empezar. Antes de 2030 se tienen que haber puesto bases sólidas. Para ese año deberíamos haber dado una reorientación importante al modelo, a qué es lo que España debe de ofrecer, cómo venderlo de la mejor manera y ser más rentable. Otra cosa es conseguirlo.