El grupo Ametller Origen es un negocio familiar, con sus raíces en Vilafranca del Penedès (Barcelona), que integra la producción agrícola, la elaboración y la comercialización de frutas y hortalizas y que se ha convertido en uno de los principales agentes de la alimentación en Catalunya. Siempre con un mismo objetivo: contribuir de manera determinante a la mejora de la alimentación y la salud de las personas. Con los hermanos Josep y Jordi Ametller al frente, la compañía se ha adentrado en un ambicioso proyecto para levantar el Agroparc Penedès, con una inversión de 180 millones en 10 años, para transformar 258 hectáreas de terreno "en un punto de encuentro sostenible del sur de Europa".
Abrimos 2023 con una situación cuando menos compleja para la distribución alimentaria. ¿Qué valoración puede hacer del contexto que se vive y de cómo tiene que responder una compañía como Ametller Origen?
En Ametller Origen hemos aprendido a ser líquidos, a adaptarnos a todos los cambios que se van produciendo. E incluso, de algunos de ellos somos o queremos ser motor.
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Por ejemplo, en el tema de la eliminación de envases de plástico. Mucho antes de que se estableciera el nuevo impuesto que grava el uso de plásticos no reutilizables -que entró en vigor el pasado día 1 de enero-, nosotros ya trabajamos con nuestros clientes en el tema de reciclaje y de reducción y eliminación de plásticos en nuestros envases, las bolsas, el despilfarro alimentario, los platos preparados tienen un envoltorio reciclable, los uniformes de los trabajadores son sostenibles... De hecho, fuimos la primera cadena de distribución en ofrecer todos los envases de los platos preparados en materiales reutilizables o reciclables, como el cartón que se puede reciclar hasta 30 veces.
¿Por lo tanto, son partidarios del gravamen?
Más que partidarios diríamos que, como promotores que somos de iniciativas que fomentan la reducción de la huella de carbono y de la preservación del medio ambiente, aplaudimos que España haya sido el primer país de Europa en tomar medidas para reducir los plásticos contaminantes. Aunque a corto plazo sean medidas que generen unos costes. Estos costes tienen que aflorar para que entre todos seamos más responsables y hagamos lo que esté a nuestro alcance para reutilizar y reciclar mejor, porque es cosa de todos. Cualquier medida que vaya en esta línea la aplaudiremos.
También hemos empezado el año con una reducción del IVA en los productos básicos.
En el tema del IVA, la única cosa que pedimos es que, en la medida en que sea posible, este tipo de decisiones se fijen con más margen de tiempo para que la industria las pueda implementar. Pero también las vemos bien. De hecho, todo lo que sea promover el consumo de producto fresco está en línea con nuestro propósito de negocio: contribuir de manera determinante a la mejora de la alimentación y la salud de las personas. Hay que tener en cuenta que los imputs inflacionistas nos vienen dados por muchas vías: los costes de los fertilizantes, la sequía, el cambio climático -porque nos afectan desde las heladas hasta la falta de lluvia. Por ejemplo, este año seguramente tendremos una mala cosecha porque no ha llovido lo suficiente y porque no ha habido las horas de frío necesarias para que las plantas florezcan en condiciones.... por lo tanto, habrá menos flor y menos cosecha de fruta... todo eso está repercutiendo mucho en la inflación del producto fresco.
¿En su esfuerzo por contribuir a la mejora del Planeta qué iniciativas llevan a cabo?
Ametller Origen tiene como objetivo potenciar la sostenibilidad del negocio de la mano de la iniciativa 'femcami.org', la cual promoverá la reducción de las emisiones de CO₂ de la compañía, hasta ser neutros antes del año 2027, e impulsará una agricultura más sostenible, entre otras iniciativas.
Por eso han ideado el proyecto Agroparc Penedès, para promover un nuevo modelo de producción agroalimentaria sostenible y circular. ¿Cuándo se pondrá en marcha?
Acabamos de obtener la aprobación del Ayuntamiento de Gelida, el municipio que junto con Sant Llorenç d'Hortons, acogerá este espacio dentro de la comarca del Alt Penedès. Después de la aprobación del Plan de Ordenación Urbana (POU) de Gelida a finales de diciembre pasado y teniendo en cuenta que el proyecto ahora saldrá a exposición pública para que las entidades que lo consideren presenten requerimientos, se tendrán que tramitar todos los permisos pertinentes. Por lo tanto, creemos que, siendo optimistas, las obras se podrán iniciar en el último cuatrimestre de 2023.
"Las obras del Agroparc Penedès empezarán el último cuatrimestre de 2023"
¿Cuáles son los ejes del proyecto?
Son 258 hectáreas de terreno donde se construirán campos de cultivo, unas 90 hectáreas, invernaderos tecnificados, unas 10 hectáreas, y placas fotovoltaicas, 12 hectáreas. Además habrá granjas y un obrador para elaborar los alimentos, así como una nave logística de 40.000 metros cuadrados. También un edificio para oficinas para situar nuestra sede corporativa. Además de un centro de formación e investigación en convenio con universidades locales e internacionales para formar a los técnicos agrícolas del futuro y convertir el Agroparc en un punto de encuentro sostenible del sur de Europa.
Estamos hablando de una inversión de 180 millones de euros en 10 años. ¿Cómo lo financiarán?
Queda claro que optaremos en los fondos Next Generation a través del Perte Agroalimentario. Queremos que el Agroparc sea un proyecto tractor y haremos que se incorporen otras pymes, pero no tanto para que se implanten en el Agroparc, sino para llegar a acuerdos bilaterales para transferir conocimiento.
¿Cuál cifra de recursos quieren obtener del Perte?
Con respecto a la cifra, estamos trabajando, ya que las condiciones del Perte Agroalimentario no se hicieron públicas hasta la última semana de diciembre. Tenemos que aterrizar nuestros propósitos y planificar y periodificar la inversión a lo largo de los próximos 10 años.
"Optaremos al Perte Agroalimentario y sumaremos empresas que nos aporten transferencia de conocimiento, sin entrar en el capital"
¿Con respecto a posibles socios para sacar adelante esta iniciativa, hay nuevas incorporaciones?
Veolia es el principal partner. Pero también Carburos Metálicos y el resto de pequeñas y medianas empresas con las que estamos hablando para que se sumen al proyecto. Ahora mismo estamos en conversaciones con muchas de ellas y no tenemos nombres cerrados. Pero en todo caso, pequeñas, medias y grandes empresas del país se suman no tanto para que se implanten dentro del espacio del Agroparc sino que nos aportarán la transferencia de conocimiento necesaria para que todos los equipamientos que sacamos adelante sean lo más avanzados posible.
¿Pero no habrá algún socio que entre en el capital del proyecto?
No. Lo que sí estamos trabajando es para que entren en alguna de las iniciativas sostenibles que tendrá el conjunto del parque. Por ejemplo, no descartamos que estén presentes en algún proyecto concreto, por decir algo, por ejemplo, la planta de biomasa para hacer una explotación conjunta y que, dado el caso, Veolia pueda invertir. Pero siempre serán acuerdos dentro de las verticales que tendrá el proyecto.
¿En paralelo, la compañía seguirá creciendo con nuevos puntos de venta Ametller Origen y restaurantes?
En la línea de negocio para la gestión de restaurantes -Casa Seat, Sant Cugat, Olèrdola, World Trade Center- no crecerá. Como empresa hicimos esta apuesta para disponer de una herramienta que nos facilitara testear el mercado, para poder escuchar al consumidor, pero no tenemos previsto crecer en la línea de restaurantes.
Actualmente tienen una amplia red de establecimientos de alimentación, básicamente fruta y verdura fresca y platos preparados, repartidos por Catalunya. ¿Prevé nuevas aperturas?
Siempre que encontremos buenas ubicaciones, mantendremos la política de expansión. Hay un objetivo de llegar a las 160 tiendas. Hemos cerrado 2022 con 126 establecimientos.
¿Siempre en Catalunya? ¿No se plantean la expansión de la cadena en España?
Ahora mismo no.
¿Las previsiones económicas para el 2022 se han cumplido?
Estamos cerrando el ejercicio, pero sí, estará en línea con las previsiones que teníamos de una facturación sobre los 450 millones de euros, con un crecimiento anual de orden del 18%. Hemos cerrado el año, como le decía, con un total de 126 tiendas repartidas por Catalunya y unos 3.300 trabajadores.
Con respecto a la gama de productos, durante la covid se incorporaron artículos de droguería y cuidado personal cuando la cadena nació como una red de establecimientos de producto fresco. ¿Se están retirando de la droguería?
Nosotros nos queremos focalizar en la alimentación. Por lo tanto, más que retirar los productos de droguería y cuidado personal, lo que estamos haciendo es una selección de los productos que sí van funcionando y tienen una cierta demanda para seguir comercializándolos, siempre que aporte valor y sean complementarios a nuestra oferta. Por ejemplo, en la línea más sostenible, los clientes están muy interesados en el detergente sostenible, por lo tanto, es un producto que se puede adquirir en nuestras tiendas.
Con respecto al producto fresco, un 60% de la oferta que se encuentra en la cadena Ametller Origen es de producción propia, de lo que cultivan directamente o a través de terceros.
Sí, aproximadamente, el 60% de la oferta que se encuentra en la cadena Ametller Origen es de producción propia. Al mismo tiempo, del total que producimos, un 50% lo vendemos a terceros. Tenemos producto fresco y elaborado en cadenas como Mercadona, Caprabo, Eroski, Condis, Vegalsa o Carrefour. Por ejemplo, ahora acabamos de introducir la crema thai con zanahoria y coco en las superficies de Mercadona.