Escondida en un polígono industrial de Badalona, Audax mantiene en sus humildes oficinas la misma esencia de empresa outsider que su máximo accionista, José Elías, sin traje ni corbata, propaga en las redes. Con origen humilde y perseverancia, tanto el empresario como la energética, que tiene cerca de un 2% de cuota de mercado en España y una facturación de 1.389 millones hasta septiembre, se han hecho un hueco en un mercado dominado por gigantes como Naturgy o Iberdrola. Ex banquero de Elías, el director general de Audax, Óscar Santos, dirige la nave con ambición y aplomo, y apunta a la expansión por Europa, la flexibilidad de la demanda y el almacenamiento de energía como oportunidades de futuro. Antes, ya había dirigido Aspi, empresa especialiazada en riesgos laborales que también compró Elías.
Audax es una empresa que no ves en carteles ni anuncios, pero José Elías es muy conocido. ¿Cómo llega Audax a los clientes? ¿Ayuda la fama de su máximo accionista?
Nosotros no invertimos en publicidad y márketing, pero la gente sí que conoce a la empresa más gracias a José Elías. Hay empresas que gastan en márketing y luego tienen pérdidas, nosotros preferimos no hacerlo. José sí que hace que en nuestro mercado se nos conozca más.
Una voz más tradicional tendría miedo a ese perfil influencer que rompe con lo tradicional del empresario.
Nosotros no tenemos capacidad de decidir. Él hace lo que quiere y hasta el momento eso hace que la marca Audax se conozca. Creemos que el hecho de estar en redes no es negativo, depende del mensaje que se traslade. Hasta ahora, creo que es positivo, porque se conoce más la marca gracias a Audax, y no somos partidarios del márketing, a no ser que tengas algo muy concreto a vender.
Él siempre dice que delega mucho en sus trabajadores. ¿Cómo es el día a día?
Él está más en la parte estratégico. Yo le explico hacia dónde creo que va la compañía y él tiene la última palabra. Tiene muchos negocios, así que necesita tener gente que le diga hacia adónde vamos. Tenemos un equipo que piensa hacia adónde llevamos la compañía: compras inorgánicas, nuevos negocios. Y si a él le parece bien, vamos.
¿Y hacia adónde va la compañía? ¿Se siente una de las grandes o una pequeña?
Nos sentimos cómodos en la posición de ser la mayor de las pequeñas o la más pequeña de las grandes energéticas. Pero queremos crecer. Queremos alcanzar los 200 millones de ebitda.
¿Y dónde esperan crecer?
Estamos analizando mercados como Francia, Alemania o Austria. En Francia tenemos producción, pero no comercialización. Y nuestro objetivo es integrarnos verticalmente en los mercados donde estemos. Alemania es un mercado espectacular, con muy poco impago, y allí es al revés: tenemos comercialización pero no producción. No conseguiremos que lo que generamos cubra al 100% a nuestros clientes, porque tenemos ahora mismo una cartera de 16 teravatios y producimos 262 mw de capacidad instalada. Pero sí que queremos estar verticalmente integrados. A medio plazo, también nos interesan países nórdicos como Dinamarca o Suecia.
Nos sentimos cómodos en la posición de ser la mayor de las pequeñas o la más pequeña de las grandes energéticas, pero queremos crecer hasta los 200 millones de ebitda
¿Cómo ven el marco regulatorio en España y en Catalunya?
Creo que es algo general en España que a veces cueste mucho producir energía. En Italia puede ser peor, puedes estar hasta dos años. Nosotros no estamos en Catalunya demasiado no por un motivo regulatorio sino porque intentamos ir allá donde hay mejores recursos. En este mercado, lo importante es tener un origen diversificado de generación, por eso a las grandes les va mejor, consiguen aplanar la curva de producción e igualas el consumo del cliente. Tenemos una oportunidad en España brutal. Nos caen millones de euros del cielo en forma de energía solar y deberíamos aprovechar, nos podría hacer más competitivos a nivel europeo. Sobre todo si podemos ofrecer energía casi gratuita y tenemos la capacidad de almacenar para no encontrarnos con diferencia de precios nocturnos-diurnos.
¿Qué nuevos negocios esperan abrir?
Queremos apostar por la flexibilidad de la demanda justamente porque en España la curva de producción y de precios no coincide con la del consumo de clientes. Queremos ayudar a que el mercado se autorregule y darle al gran consumo la opción de enchufarse y desenchufarse en determinados momentos en función de la producción y del precio.
¿Con Inteligencia Artificial?
Sí, hay fórmulas del algoritmo y de la IA que pueden ayudar al cliente.
Para eso también sirven las baterías. ¿Entraréis en este negocio?
Es pronto para decirlo, esperamos a que se apruebe una regulación, pero si es interesante, valoramos entrar, sí.
¿Y en los centros de datos?
Estamos hablando con algunos clientes para proveerles con algún PPA, hay muchos clientes de gran consumo que necesitan suministro. Pero nosotros no construiremos centros de datos. No podemos dar detalles de los clientes.
¿Y eólica marina?
Es una opción, pero es muy caro. Ahora en lo que debemos invertir es en el repower de turbinas, ya que la tecnología te permite producir mucha más energía con una sola turbina.
Estamos hablando con clientes de centros de datos para darles energía, pero no los haremos nosotros
Apostáis más por la fotovoltaic que por la eólica últimamente, ¿no?
Tenemos más portfolio, pero a nivel europeo tenemos más o menos mitad y mitad, la idea es buscar un equilibrio. La fotovoltaica nos cuadra más con la pime, que abre a las 8h y cierra a las 20, nos cuadra la curva de consumo.
¿Vuestro fuerte es el precio?
Sí, el precio y la energía 100% renovable.
¿Cómo explican la mejora de los beneficios en un 92% hasta septiembre (48,2 millones) con un 22% menos de facturación, 1.389 millones?
Nosotros vendemos una commodity, si se pone muy cara, la facturación sube. Pero cobramos un fee fijo por cada megavatio. Lo importante no es la facturación, son los megavatios que suministras a yis clientes. En 2021 suministramos 13 twh pero el precio estaba a 200 euros mw hora, por eso facturamos más. Pero si miras el margen, nuestro ebitda es un fee fijo por cada megavatio. Me da igual cómo esté el precio de la commodity. Ante una caída de facturación, estamos protegidos. Lo importante es ofrecer cobertura, en este sector, si estás con precios a la baja puedes aprovecharte de la caída. Es más arriesgado si la energía sube, porque tendrás que cubrir tú la subida con el precio que has fijado. Nosotros no especulamos, no somos traders. Si te vendo a precio fijo, te cubro esa posición.
¿Cómo afrontan la deuda de 266 millones, con una parte importante que vence en 2027?
La idea es prorrogar una parte de los 180 millones que vencen en 2027. Nuestro objetivo es estabilizar el retorno de la deuda con la generación de caja. No me gusta tener picos y mi objetivo es que quede cercano a la generación de caja. Tenemos 60, 70 millones al año de caja. Queremos conseguir renovar estos 180 millones para que sean 100 al año. Renovaremos una parte de la deuda. A cierre de 2026, nos vemos por debajo de dos veces deuda financiera - ebitda y un ebitda de 100 millones de euros.
¿No es muy arriesgado el mercado energético sin la escala de las grandes?
Sí, es arriesgado. Pero siempre que tengas generación y tengas clientes, es perfecto. Si solo eres una generadora, o te cierras un PPA con el comercializador o puedes tener problemas en el futuro.
Son una empresa de energía 100% renovable pero también venden gas. ¿Tienen algún plan de descarbonización?
Miramos acciones para vender gas verde como la compensación de carbono o las garantías de origen y en uno de los países que estamos, Holanda, existe el objetivo de rebajar el gas. Nos adaptamos un poco a cada mercado y su escenario.
Tienen cierta imagen de outsider, están en ese tamaño que comentaba de pequeña entre las grandes. ¿Cuál es su relación con las empresas grandes y patronales?
Sufrimos lo mismo que las grandes, pero nosotros podemos molestar poco. Tenemos una cuota de mercado entre el 1,5 y el 2%. Para las grandes, no es nada. Pero estamos en un mercado tan regulado que cuando analizamos cómo saldrán las regulaciones, intentamos pensar que saldrá como les beneficie a ellos.
Sufrimos lo mismo que las grandes, pero nosotros podemos molestar poco.
¿Eso es malo para el cliente?
No, la regulación mira por el cliente. Como cuando la crisis energética de subida de precios, la regulación salió perjudicando a comercializadoras y beneficiando al cliente.
Recibieron una multa de la CNMC por estafar a clientes diciendo que eran de otra operadora. Fue suspendida. ¿En qué situación está?
Fue una agencia externa quien lo hizo y nosotros somos parte afectada. No queremos ningún cliente, doméstico o pyme, que no quiera trabajar con nosotros. De hecho, hacemos una llamda de bienvenida como Audax. Creemos que ganaremos los recursos. Hemos cerrado el negocio doméstico y nuestro target ahora es el cliente industrial.
Publica Crónica Global que tienen un juicio en España por una supuesta irregularidad en la venta de un parque eólico en Montenegro. ¿Cómo está esta situación?
Es un tema muy antiguo y habría que hablar con el departamento legal, pero es algo que ya ganamos en su día.
Somos parte afectada en la sanción que nos puso la CNMC y que ha suspendido
Cambiando de ámbito, ¿no le dio vértigo entrar en un sector tan complejo como el energético viniendo de la banca?
Da algo de vértigo, sí, y siempre hay un poco de síndrome del impostor, porque tomas decisiones de muchos millones de euros. Pero el trabajo del CEO es pensar estratégicamente, tener el mejor equipo y dar las herramientas para que lo hagan lo mejor posible. Mi trabajo es el más fácil.
Pero tienes que conocer el sector.
Sí, hay que aprender. Para aprender en el sector de riesgos laborales, tardé dos años. En energía, tardé un año y medio porque me encontré con la pandemia y con una crisis energética de precios que me forzaron a aprender todo de golpo. Las crisis nos igualan un poco a todos, porque nadie había vivido antes algo así. Yo venía de uan crisis en Aspi y se me dan bien las crisis. Y te ves capaz de hacerlo. .
¿Conocías de antes a José Elías?
Sí, soy de Badalona de toda la vida. Trabajé en banca toda la vida y en 2010 cuando creó Orus empecé a trabajar con él, era su banquero, le llevaba sus cuentas. Al cabo de un tiempo me propuso entrar en una compañía que había comprado, ASPI, escindida de Asepeyo. ME propuso ser director general y cuando salimos a Bolsa me propuso pasar a Audax.