Uno de los grandes retos de la Unión Europea es la productividad de sus empresas y trabajadores, que crece a un ritmo muy por debajo de cómo lo han hecho los Estados Unidos. Aunque se trata de un reto a abordar a nivel macro por la UE, la productividad está también en los detalles, en el día a día de una empresa y en la forma cómo se organiza y se motiva a un equipo o se apuesta por la tecnología.
"Uno de los motivos de la falta de productividad en Europa es el tamaño de las empresas. Está demostrado que las empresas más grandes son en general más productivas que las pequeñas y medianas. Crecer es importante", reflexiona Oriol Aspachs, autor de un informe publicado recientemente que muestra el estancamiento de la productividad en la Unión Europea y cómo los mejores índices se concentran en el norte de Europa.
"Europa no tiene ninguna de las grandes empresas tecnológicas del mundo", añade Aspachs, apuntando ya cuál será el primero de los consejos para que un directivo mejore la productividad.
Crecimiento e inversión
Crecer, si se hace de una forma sostenible y sin disparar la deuda, es una de las formas de mejorar la productividad, pero solo si se hace con sentido. Mediante la fusión, la adquisición de otras empresas menores o la ampliación de capital, se pueden acometer mejor los siguientes pasos.
Invertir en I+D es una de las grandes claves de una mayor productividad. Encontrar una tecnología que agilice procesos o bien un producto que aporte valor añadido puede parecer un tanto arriesgado y poco productivo a corto plazo, pero es la mejor estrategia a largo plazo, aunque no todas las empresas se lo pueden permitir.
Una inversión en Inteligencia Artificial enfocada al sector de la empresa, por ejemplo puede ayudar a mejorar la eficacia de los procesos, ya sea haciéndolos más rápidos o más precisos. Y una inversión en crear un producto único que aporte algo diferente a lo que ofrece la competencia va a ser lo que dé el diferencial.
La formación dentro de la empresa, olvidada por muchas, es una de las claves no solo para aumentar la productividad, sino también para mantener a los trabajadores motivados y que no abandonen la empresa, que a su vez es una forma de mejorar la productividad, por lo que es una carta hacia la productividad en dos sentidos.
La nueva FP Dual aprobada por el Gobierno y elegida por la Unión Europea para integrar la formación a las necesidades de la empresa debe ser una estrategia que camine hacia ello. Con ella o sin ella, invertir dinero en que un trabajador aprenda más sobre su oficio, ya sea para especializarlo o para hacerlo más versátil, va a ser definitorio para que las tareas se ejecuten mejor, aunque sus horas invertidas en un inicio puedan restar productividad a corto plazo. Estamos, de nuevo, ante una apuesta que requiere inversión. "Tener trabajadores que conozcan las técnicas y tecnologías más avanzadas ayuda a mejorar la productividad", señala Aspachs.
Talento y Recursos Humanos
Una buena búsqueda de talento es clave para mejorar la productividad y no perder el tiempo con perfiles que no se ajustan a lo que estamos buscando. Ante un escenario de mayores vacantes en bastantes sectores, no es fácil a día de hoy encontrar con el perfil ideal para una empresa. Pero más vale pasar algo más de tiempo que apostar por alguien inadecuado, ya que los procesos de relevo restan productividad a la empresa y no son agradables para nadie. La adecuada selección de talento empieza en los Recursos Humanos: escoger un equipo formado, con experiencia, que se actualice y tenga aptitudes o 'soft skills' va a ayudar en varias de las claves posteriores.
Una de ellas es la retribución y desarrollo de talento: pagar buenos sueldos es una medida bastante eficaz para retener al mejor talento, aunque no el único. Más allá de la formación, acompañar a los trabajadores en su llegada y desarrollo en la empresa ayuda a conocer mejor sus potencialidades e inquietudes, que en la medida que estén conectadas alargarán su vida en la empresa. Las retribuciones variables por objetivos y "una buena cultura corporativa", aporta Aspachs, van ayudar a que la empresa crezca y mejore su productividad.
Una buena organización del trabajo y asignación de las tareas con una cadena de valor sencilla va ayudar a que cada uno se centre en su trabajo y no perder tiempo productivo en duplicar tareas o preguntar quién lo hace. Para ello existen cada vez más empresas especializadas, pero de nuevo un buen equipo de Recursos Humanos va a saber mejor cuáles son los softwares adecuados para cada tipo de empresas y ayudará a los equipos a organizarse en función de sus tareas.
El factor emocional
En la toma de decisiones, y entrando ya en un terreno más emocional del directivo o líder, aunque las reacciones deban ser rápidas y seguras en momentos de crisis, el liderazgo debe asumir una escucha activa hacia su equipo, que tiene contacto con una realidad con la que tal vez el líder no lidie, igual que pasa al revés. Un líder debe ser seguro y firme en sus decisiones, pero colaborativo en el proceso hacia llegar hasta ellas. Pablo Folgueiras, consultor en liderazgo y mentor de CEOs en Lideraxis, recuerda que "en los momentos de incertidumbre o pequeñas crisis que rompen la rutina, que pueden ser del 20% sobre el total en una oficina y tal vez mucho menos en una cadena industrial, las relaciones interpersonales son la clave de la productividad". Cuando llegan las crisis, la comunicación es clave para encontrar una rápida solución.
Fomentar un buen ambiente de trabajo es, en la retención de talento y el desarrollo profesional, un elemento central para un líder. De la escucha activa, las buenas formas y una exigencia racional y proporcionada va a depender el bienestar de un trabajador que cada vez más ve el trabajo como solo una parte más de su vida. "El buen ambiente fomenta el compromiso y, por tanto, la productividad. Es necesario celebrar los logros y los éxitos y no solo quedarse con lo negativo", apunta Juan José Jiménez, executive search & consulting Head en Hays España.
Ahonda en ello Folgueiras, de Lideraxis, que cree que "la productividad se eleva mediante el mejor reconocimiento a las personas". "En un trabajo en equipo, si existe miedo a manifestarse o trabas a que las personas se expresen va a ser muy complicado mejorar y es un mal habitual", expresa. Se trata, defiende, de buscar "modelos de responsabilidad y no de culpabilidad".
Es importante, señala Jiménez, de Hays, no confundir el buen ambiente con una distensión total que puede acabar siendo contraproducente y aburrida. "Debemos asignar funciones y proyectos desafiantes a los trabajadores, con tal de que se mantengan alerta y comprometidos. En caso de que cumplan, deben ver opciones de crecer dentro de la organización", reflexiona apuntando
Relacionado con el buen ambiente y con la buena organización del trabajo está la de ofrecer una mayor flexibilidad de horarios y lugar de trabajo y favorecer la conciliación, otra de las claves para Jiménez, de Hays. "No solo se trata de dar la opción del teletrabajo, sino de demostrar la confianza en el trabajador", añade Jiménez. Aunque el teletrabajo entraña algunos riesgos para ambas partes y cada vez más empresas recelas, los expertos suelen coincidir en que un modelo híbrido consensuado y adaptado a las necesidades del trabajador es la mejor opción.
Por último, trabajar en ampliar la agenda de contactos es también importante para la productividad. Conversando con las voces más influyentes del sector, se pueden conseguir ideas para cualquiera de los consejos anteriores, incluso, quién sabe, a la hora de emprender una fusión entre dos empresas que ayude a ambas a crecer.