Nueve de cada diez trabajadores quieren flexibilidad a la hora de escoger desde dónde y en qué horario trabajarán. Y el 80% de los empresarios está de acuerdo en la necesidad de ofrecerla. Es tan importante para más de la mitad de los trabajadores que el 54% considera probable dejar el trabajo si la empresa donde trabaja no le ofrece esa flexibilidad que pide. El 80% de empresarios, por otra parte, está de acuerdo en la necesidad de ofrecer una mayor flexibilidad horaria y de espacios al trabajador. Son algunas de las tendencias detectadas por el informe trimestral Human Capital Outlook, de EY y el despacho Sagardoy con la colaboración de FEDEA y BBVA Research, presentado este lunes y que dibuja hacia dónde camina el mercado laboral con respecto al talento y a la innovación.
Un tercio de los trabajadores, además, quiere semanas laborales más cortas en sus trabajos, declaran justo ahora que empieza a probarse y a entrar en debate la jornada de cuatro días. De media, los trabajadores esperan poder trabajar entre dos y tres días de manera remota después de la pandemia. El teletrabajo forzado por la pandemia hace dos años, así como la toma mayor de conciencia de la necesidad de conciliar y de adaptar los horarios a las situaciones personales ha cambiado el panorama laboral. Trabajadores y empresarios se están haciendo cargo de ello, según apunta el informe, que analiza la evolución del trabajo de abril a octubre de este año.
El dato, incluido en el informe trimestral, corresponde al 2022 Work Reimagined Survey, una encuesta además de 17.000 trabajadores y 1.575 empresarios de 22 países diferentes y 26 industrias.
El nuevo panorama de teletrabajo internacional, analiza el informe, requiere "modelos innovadores dentro de la organización, con equipos multifuncionales coordinándose para el desarrollo de un enfoque ágil y adecuado". Hacen falta también regulaciones legales y regular los visados internacionales para aquellos que teletrabajen, así como contemplar las vinculaciones de aquellos que teletrabajan con las obligaciones tributarias y en materia de seguridad social.
Cambios motivados por la reforma laboral
Más allá de los cambios de tendencia motivados por la pandemia y el impulso del teletrabajo, el informe también observa la caída de la temporalidad que ha motivado la reforma laboral que entró en vigor el pasado 30 de marzo. En los 10 primeros meses del año, se han registrado 3,1 veces más contratos indefinidos que en el mismo periodo de 2019, con el cual se compara para evitar el efecto de la pandemia.
Con la actualización de datos que ofrece el SEPE, los contratos indefinidos acumulados a mes de noviembre es de 6,5 millones, cifra que triplica los 1,9 millones de contratos indefinidos firmados el año pasado a estas alturas y también los dos millones que se firmaron durante el mismo periodo del año 2019.
A partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el informe apunta que la reforma ha hecho caer la temporalidad, sobre todo en el sector privado, pero no tanto en el público, donde el contrato de sustitución e interinato todavía es habitual. En los trabajos del sector público donde hay interinos, la temporalidad está por encima del 30%, una cifra superior el año 2019 y a todos los años previos desde 2005. En el sector privado, la temporalidad en puestos donde no hay interinos es del 16% y de un 18% donde sí que los hay, cifras ambas que representan el nivel más bajo desde 2005.
La temporalidad cae a niveles récords (16%) en el sector privado, pero está por encima del 30% en el sector público donde hay interinos
La caída del paro de larga duración es una realidad, según muestra el estudio: las personas que hace un año que buscan trabajo y no han trabajado en el último año han caído al 15% del total de parados, muy por debajo del casi 40% del año 2021 y también inferior al 20% de finales del año 2019.
A pesar de la estabilización del paro y la caída de la temporalidad, el aumento de las bajas por enfermedad, accidente o incapacidad laboral hasta los 504.700 asalariados durante el tercer trimestre del año han hecho que se reduzca un 1,2% el PIB aportado por cada trabajador, aunque ha aumentado ligeramente la productividad por hora trabajada.
Los contratos fijos discontinuos son otro fenómeno que ha crecido con la reforma laboral, que limitó las condiciones en las cuales se permite que una empresa haga contratos temporales. Los contratos fijos discontinuos firmados a lo largo del año 2022 hasta septiembre bordea los dos millones, una cifra más de nueve veces superior a los cerca de 250.000 acumulados en septiembre del 2019. El informe de Ernst and Young apunta que existe cierto "ruido" a las estadísticas de trabajo a causa del hecho de que parte de la caída de la temporalidad se va hacia este uso masivo de los fijos discontinuos en sustitución.
Movilidad internacional
Entre los cambios motivados por la pandemia y apuntados por el informe, está el aumento de la movilidad internacional del talento, que además se ha visto favorecida por los cambios a la ley de extranjería que favorecen la contratación de talento extranjero por parte de las empresas españolas, en parte por sus dificultades para encontrar talento.
La normativa, según los autores del informe, tiene que facilitar la incorporación al mercado laboral de las personas que ya están en España y cumplen ciertas condiciones, así como reforzar vías de migración laboral regular. También tiene que liberar las cargas administrativas con el fin de mejorar la gestión de la incorporación de los extranjeros al mercado de trabajo español.
El socio de People Advisory Services d'EY y exsecretario de estado de Trabajo, Juan Pablo Riesgo, autor del estudio, apunta que "además de hacer aflorar la economía sumergida facilitando la contratación de personas extranjeras que residen ya en nuestro país y trabajan en la economía informal, hay que reforzar la sostenibilidad del sistema de protección social, que se está viendo tensada por el creciente gasto en pensiones."
Un 70% de las empresas ofrecen la movilidad internacional como parte del plan de crecimiento
La nueva realidad de la movilidad no solo tiene que dar respuesta a las necesidades de las empresas, sino que también se adapta a la flexibilidad de elección de los trabajadores a la hora de escoger el país donde trabajar y adaptarse a los cambios demográficos de la mano de cambios normativos, apunta el informe. Así, la movilidad internacional forma parte del plan de crecimiento de las empresas para un 70% de las empresas. Un 74% de las empresas además ven la crisis motivada por la pandemia como una oportunidad para transformar los programas de movilidad.