Volver de vacaciones no es fácil. Pero de que te dé un poco de pereza a sufrir lo que denominamos el "síndrome postvacacional", que puede estar ligado a síntomas de ansiedad y depresión, hay un amplio abanico de matices que dependerán de cómo estés en tu trabajo, pero también de cómo abordes tu vuelta. El doctor Xavier Fàbregas, psiquiatra especializado en adicciones y salud mental, alerta que se trata de "una realidad cada vez más común en los últimos años" relacionada en parte "con el hecho de que la gente no acaba de entender que volver al trabajo es una obligación". 

Ana Sánchez de Miguel, directora de Recursos Humanos de Cigna Healthcare, alerta que "pasar de una situación de relax y descanso a una totalmente distinta con largas jornadas y múltiples tareas urgentes puede generar estrés en los trabajadores". "Malestar, ansiedad, disminución del rendimiento, taquicardias, cambios de humor o falta de motivación son algunos de los síntomas" que caracterizan este síndrome, que aunque no se clasifica como enfermedad y es temporal afecta cada vez a más gente. Además, "puede terminar en el conocido como burnout o síndrome del trabajador quemado", alerta Sánchez de Miguel. Si estás regresando o a punto de regresar al trabajo de las vacaciones, tenemos algunos consejos que entre Sánchez de Miguel y el doctor Fàbregas han elaborado para ON ECONOMIA. 

El primero de todos es llevar a cabo una reincorporación gradual. "Siempre que sea posible, es recomendable comenzar con una intensidad baja de trabajo, haciendo las tareas más gratas, e incrementar el nivel y la carga de tareas paulatinamente", aporta Sánchez De Miguel.

El segundo es ceñirse al horario de trabajo y no llevarse carga de trabajo extra a casa. 

El tercero, regresar cerca de los días de descanso de forma que la reincorporación sea mucho más suave. O sea, en vez de regresar un lunes, hacerlo un jueves de forma que de entrada uno le toma el pulso al trabajo un par de días y se planta en el fin de semana. Otra opción también es volver unos días antes de empezar el trabajo (no muchos, uno o dos) para no notar tanto el contraste entre Cancún (por ejemplo) y la oficina. 

Otro consejo que ponemos en el cuarto lugar es más de fondo y tiene que ver con "cambiar el concepto sobre el peso que le damos al trabajo en nuestras vidas". "Las vacaciones no pueden ni deben ser el único momento del año en que realizar actividades que te divierten. Tenemos que repartir las actividades lúdicas durante el resto del año y mantener la sensación de que hacemos más cosas que trabajar", añade Fàbregas.

En ese contexto, "hacer deporte" es una de las mejores actividades para diversificar ese tiempo de ocio y es el quinto consejo que apuntan desde Cigna. "Ayuda a bajar los niveles de estrés y liberar las tensiones diarias". Las prácticas de relajación o meditación también ayudan. 

"Establecer horarios regulares que ayuden a adaptarse a la nueva situación, velando por un correcto descanso y dormir ocho horas diarias" es fundamental para que la reincorporación sea saludable, añade Sánchez De Miguel. 

Bajar el nivel de autoexigencia en los primeros días puede ayudar a tolerar mejor la frustración y, una vez superadas las primeras semanas, cabe "premiarse a uno mismo por el simple hecho" de haberlo hecho. "No es necesario alcanzar grandes logros para poder
obtener una recompensa que, aunque sencilla, supondrá una satisfacción personal", añade Sánchez de Miguel.

El doctor Fàbregas, por su parte, llama a recordar las partes positivas del trabajo en la reincorporación. "Las obligaciones estructuran tu tiempo y eso es algo que solo se valora cuando se pierde y se vuelve terrible llenar el tiempo muerto en desempleo", reflexiona, así como subraya el hecho de que "el trabajo nos sirve para tener una proyección social, una carta de presentación".

Si ninguno de los ocho consejos anteriores son suficientes para evitar una sensación de frustración y si la sensación de malestar permanece más allá de las primeras semanas, "se recomienda acudir a un profesional de la salud mental" para que decida si el problema de estrés puede haberse cronificado. 

Cuatro consejos para los jefes

Si tu preocupación no es reincorporarte al trabajo evitando el síndrome posvacacional, sino que eres jefe y lo que te preocupa es que a tu equipo no le pase factura, hay también algunas claves. Flavia Grimberg, directora de Personas y Organización de la consultora española Watch and Act, recomienda en primer lugar los encuentros informales para compartir experiencias y generar un ambiente positivo de buen clima laboral. 

En segundo lugar, y ya vamos por la décima clave, organizar una agenda y objetivos suave y realista para que los trabajadores no se agobien por la gran carga, pero tampoco se sientan perdidos. 

La clave número 11 es una flexibilidad en los horarios que permita irse adaptando a la nueva rutina, sobre todo en los casos que el trabajador precisa de una conciliación familiar. 

En el número 12, también según Grimberg, el manager o responsable debe ocuparse de que exista un bienestar digital, o sea, que los trabajadores puedan desconectar una vez salgan del trabajo.