Existe un ferviente debate, muchas veces intergeneracional, sobre la importancia de tener una carrera para conseguir un trabajo bien pagado o, en el mejor de los casos, hacerse rico. La verdad es que todas las estadísticas existentes demuestran que tener una buena formación es el mejor camino hacia un mayor salario, pero también existen diferencias entre sectores y niveles de formación. ¿Qué sucede cuándo apuntamos hacia los más ricos del mundo? ¿Qué han estudiado? ¿Qué papel han tenido sus estudios en que sean los más ricos del mundo?
La mayor fortuna del mundo, según la lista que Bloomberg actualiza a tiempo real, es Jeff Bezos, de 59 años, fundador y máximo accionista de Amazon, con 200.000 millones de euros de patrimonio. Bezos desbancó ayer mismo a Elon Musk, que ostentaba el primer puesto. Antes de tener la idea de montar una librería on-line en 1994 que se acabaría convirtiendo en el mayor portal de venta on-line del mundo, Bezos trabajó como vicepresidente de D.E. Shaw & Co, una firma de gestión de inversiones de Wall Street.
Nacido en Albuquerque y licenciado en Ciencias de la Computación e Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Princeton, es más que probable que a Bezos sus estudios le sirvieran para hacer carrera, o al menos lo hicieron para abrirse camino con su primer empleo en una compañía de fibra óptica. Criado entre Houston y Miami en una familia humilde, el padre de Bezos nunca se hizo cargo de él y, de hecho, asumió el apellido de su padre adoptivo, cubano, que se casó con su madre. Desde pequeño, Bezos disfrutaba inventando, armando y desarmando artefactos.
En segunda posición entre los más ricos del mundo, tras perder una posición al pasar de los 232.000 a los 198.000 millones de patrimonio, se encuentra Elon Musk, fundador de Tesla y propietario de la red social X, conocido por su extravagante carácter, su apología de la adicción al trabajo o sus flirteos con la extrema derecha en las redes sociales. Con Tesla creó un coche eléctrico potente y de gran tamaño y con Space X envía cohetes a la luna con suertes dispares. El estadounidense circuló de joven por varias universidades entre la de Pretoria, en Sudáfrica, la de Kingston, Ontario, en Canadá, y por último a la de Pensilvania, en los Estados Unidos, donde culminó las carreras de física y economía, que sin duda contribuyeron a su visión emprendedora y también tecnológica.
El primer europeo y los que no acabaron
La tercera fortuna del mundo y primera europea es la del francés Bernard Arnault, de 71 años, presidente y director general del grupo de marcas de lujo LVMH, con Louis Vuitton como marca más conocida. Antes de conseguir su fortuna de 197.000 millones de dólares, este hijo de un propietario industrial de una empresa de obras públicas se inició en los negocios con su padre, al que asesoró desde muy joven para reorientar la empresa. En el año 1971, se licenció en ingeniería civil y matemáticas en la Escuela Politécnica francesa.
Con una fortuna de 179.000 millones de dólares, Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, hoy grupo Meta que también cuenta con Whatsapp e Instagram, estudió también Ciencias de la Computación en Harvard, donde de hecho creó un sistema de puntuaciones por su aspecto físico a estudiantes que abriría el camino a Facebook, con la que después se haría millonario.
El fundador de Microsoft, Bill Gates, es el quinto hombre más rico del mundo con 150.000 millones de dólares de fortuna y nunca acabó sus estudios universitarios de Derecho en Harvard, que abandonó precisamente (y con buen ojo) para fudnar Microsoft.
Tampoco los acabó el primer español entre los más ricos del mundo, Amancio Ortega, en el número 16 con 89.000 millones de dólares. De hecho, Amancio Ortega dejó la escuela a los 14 años para trabajar en una tienda de telas en A Coruña.
La primera mujer de la lista Forbes, la heredera de L'Oreal, Françoise Bettencourt Meyers (puesto 15), con 97.100 millones de dólares, estudió relaciones internacionales judeo-cristianas en una elitista escuela católica, la Marymount International School de París.