"Si no existe, hazlo tú mismo" es uno de los lemas preferidos de los emprendedores. En un mercado laboral donde empresarios y directivos se quejan hace tiempo de que no encuentran profesionales cualificados para sus puestos de trabajo, pese a que aún hay tres millones de personas en el paro, y en el que la FP Dual no acaba de cuajar, hay empresas que directamente optan por crear su propio centro de formación profesional dual. Empresas punteras como Seat pueden contar con una Escuela de Aprendices desde los años 50, pero otras más pequeñas se están apuntando a este modelo, por ahora excepcional, de formar a sus propios trabajadores con un centro de Formación Profesional. Dos casos ejemplares son la empresa de mecánica de Girona Comtech o los Hoteles Riu, que nos han contado sus historias. 

El modelo de FP Dual pretende que la formación profesional en España sea compartida por centros y empresas, que toda la formación se haga respondiendo a las necesidades del mercado laboral, pero a día de hoy tan solo el 4% de alumnos cursan esta modalidad, en parte por las dificultades de coordinación entre centros y empresas. Ante esta realidad, algunas empresas optan por crear sus propios centros de formación, aprovechando generosas subvenciones públicas que, en el caso de Hotels Riu, en Balears, "te paga el 100% de la formación y te subvenciona parte de los salarios", explica Pere Torrens, director de formación de Riu, que ofrece certificados profesionales y formación dual de hostelería y de informática. "No entiendo cómo no hay más empresas que lo hacen", se cuestiona. 

 

 

"Vimos las convocatorias para la formación dual y en el mercado hacía tiempo que comprobábamos que existía una falta de formación profesional, tanto en informática como en hostelería", explica Torrens. "Podíamos cumplir los requisitos, teníamos instalaciones para acreditar aulas y arrancamos por los cursos de informática", relata. Van por la cuarta promoción, a 10 alumnos cada una, y ya han formado unos 40 profesionales de informática, "casi todos trabajan con hotels Riu", apunta Torrens, apuntando a excepciones de trabajadores que se han ido por motivos personales no relacionados con lo laboral.

De la informática a la cocina

"Existe un déficit de centros y un déficit de personas que quieran dedicarse a ello porque no lo entienden. Tenemos desde licenciados en historia o en derecho que no se ven haciendo una carrera de informática o de ingeniería, pero que pueden hacer un curso de bases de datos o de informática  aplicada a nuestro negocio que sí que les resulta accesible. En el caso del estudiante de derecho, ahora tiene un buen puesto en el área de protección de datos", desarrolla. "El centro de formación nos permite detectar talento o llevarlo hacia áreas de IT. Y nos está funcionando", ahonda. 

La formación tecnológica abrió el camino con cursos de unas 600 o 700 horas divididas al 50% entre teoría y práctica, con el primer sueldo de entre 800 y 1.000 euros ya para pagar esas horas de prácticas. "Algunos de los alumnos ahora están en departamentos cobrando hasta 40.000 o 50.000 euros", cuenta Torrens, aunque depende de las áreas y puestos que ocupe cada trabajador. Tras unos años formando al personal tecnológico de su empresa, han decidido también formar profesionales de hostelería, su actividad por esencia. 

"Nosotros, al estar en Palma, no teníamos un gran problema de trabajadores, pero sí que hemos visto que en los últimos años muchos profesionales han dejado el mundo de la hostelería, porque buscan horarios mejores, no trabajar fines de semana, puestos que permitan conciliar mejor, y también hemos perdido profesionalidad", explica Torrens. La mezcla de la falta de formación con el hecho de tener "unas instalaciones hoteleras que están cerradas cinco meses al año", sumadas a las subvenciones públicas, derivaron en la idea de crear una formación dual de hostelería, que pronto será ampliada a cursos de cocina de formación dual en diferentes niveles. "La idea es coger a gente que no sabe nada de cocina para que sean ayudantes una temporada, pero que tengan la posibilidad, a la larga, de aprender más, profesionalizarse y convertirse en cocineros", desarrolla Torrens. 

Torrens tiene claro que el modelo de Hotels Riu es extrapolable a muchas empresas, "creo que a muchas les falta implicarse un poco más en la formación y a la administración ponerlo más fácil y hacerlo más accesible", defiende. "Esto es el futuro, no puedes organizar la formación profesional sin contar con las empresas", remata. Está de acuerdo con la tesis Oriol Homs, sociólogo experto en formación profesional que defiende que "el futuro de la formación profesional es una formación a la carta para las empresas" y que ese es el espíritu que debe garantizar la ley de Formación Profesional, que pretende que la modalidad dual se extienda a toda la FP. 

Mecatrónica y náutica en Blanes

De esa misma filosofía nació el centro de formación de Comastech, en Blanes, al amparo de la empresa metalúrgica TMComas, ya en su tercera generación en el oficio. "La fundó nuestro abuelo y, por aquel entonces, existía la figura del aprendiz. Ahora, en los oficios, es muy difícil encontrar relevo generacional", explica Georgina Comas, CEO de la metalúrgica y fundadora del centro de formación. "Teníamos mucho trabajo y no encontrábamos a personal cualificado. Queriámos conseguir que el trabajo en el sector del metal y de la industria 4.0 fuera atractivo, no es fácil, y que los jóvenes vengan. Algunos trabajadores que llegaban con una formación de grado medio tenían un nivel muy bajo", relata Comas, que fue una de las impulsoras de que, en septiembre de 2020, arrancara Comastech con una inversión inicial de un millón de euros, esfuerzo considerable para una empresa que factura unos 8. 

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Classe al centre Comastech

El vacío a nivel formativo es tan grande, en la región aunque también en toda Catalunya, que el centro Comastech no se limita a formar personal para su empresa, sinó que desde que arrancaron ha formado ya profesionales para 20 empresas diferentes en sus estudios: ciclo de grado medio en soldadura y calderería y ciclo de grado superior en mecánica y mecatrónica industrial, variable esta que muy pocos centros ofrecen pese a que es la clave de la nueva mecánica por mezclar la mecánica de siempre con los nuevos funcionamientos electrónicos de los vehículos. Además, Comastech también ofrece formación ocupacional y un título propio de formación náutica surgido de un convenio con Yamaha, de forma que se enseñan los conocimientos necesarios para trabajar con motos de agua de Yamaha y las prácticas se hacen con la empresa. 

"Tenemos más empresas esperando a alumnos que alumnos formándose", resume Comas apuntando al éxito de un modelo que tiene mucho maargen de crecimiento. "Este tipo de formación necesita grandes inversiones que no todas las empresas se pueden permitir, es necesario que existan ayudas públicas o más colaboración entre empresas y administración pública", apunta Comas, que cree que es necesario "más centros y de mejor nivel para formar en estas disciplinas". "Hay un vacío gigante, por ejemplo, en soldadura. Si tantas empresas buscan a soldadores, ¿por qué no hay institutos que formen a soldadores de grado medio?". Y explica que los requisitos para crear un centro de formación de acuerdo con el Servei d'Ocupació, la principal contar con diez cabinas, es muy difícil de cumplir. "Si no hay soldadores, tal vez es necesario rebajar estos requisitos", apunta. 

Escuela de Aprendices de Seat / Fotografía: Seat
Escuela de Aprendices de Seat / Fotografía: Seat

El precedente de Seat

Aunque la Formación Profesional Dual naciera en 2012, se potenciara desde el Gobierno español a partir de 2017 y se creara una ley en vigor desde el año pasado para convertirla en el modelo dominante, el espíritu de estos modelos nace de los aprendices de oficios, que existen desde hace siglos. Avanzándose unos 60 años al concepto, Seat creó en los años 50, con la fábrica de la Zona Franca, la Escuela de Aprendices, "en un periodo de posguerra en que faltaban profesionales de oficio", apuntan fuentes de la automovilística. La primera promoción se graduó en 1960 con 18 aprendices que se integraron en la plantilla de la fábrica. 

"La combinación entre teoría y práctica es resultado de la aplicación desde 2014 del sistema de Formación Dual, por el que los alumnos obtienen doble titulación alemana y española", explican de nuevo desde Seat, que ofrece trabajo retribuido justo después de finalizar el primer curso. El sistema de Formación Dual ofrece hoy 5.000 horas de clases y prácticas, siempre realizadas en Seat, en las plantas de Martorell, Zona Franca o el Prat de Llobregat, a cada uno de los alumnos. 

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La escuela de Seat arrancó a finales de los años 50

Seat ofrece Formación de grado Superior en Mecatrónica industrial, donde 22 de los 22 alumnos matriculados el último año promocionaron, Automatización y robótica industrial (donde 10 de 11 matriculados promocionaron), Programación de la producción en fabricación mecánica (10 de 10) y Automoción, con 14 de 14 alumnos promocionados. O sea, que el nivel de inserción laboral es prácticamente del 100%, con un total de 54 alumnos titulados que se han sumado a las filas de Seat en el último año. "Fomentar las prácticas reales tutorizadas en el entorno real de una empresa, unido a un extenso contenido académico actualizado continuamente con las necesidades reales de la empresa, garantiza la creación de talento especializado que las organizaciones necesitan. Es una fórmula contrastadamente de éxito en diversos países europeos, y cada vez más extendida en empresas españolas", apuntan desde Seat. 

El diagnóstico del éxito pone de acuerdo a Gobierno, centros de formación y empresas, y existe una red de 1.500 empresas comprometidas con la Formación Profesional Dual, así como existen 1.164 centros de Formación Profesional que ofrecen esta modalidad en toda España. Sin embargo, siguen siendo tan solo 36.000 alumnos los que cursan esta vía, uun 4% del total de casi un millón de estudiantes de FP en España.