La digitalización acelerada que provocó la pandemia disparó la búsqueda de profesionales de la industria del conocimiento en el mundo, además de la masificación del trabajo remoto, una cosa que antes era una "rareza" del mundo informático y se convirtió en norma para muchos. A pesar de todo, los perfiles tecnológicos no serán los mayoritarios para este 2023, según un estudio del grupo de recursos humanos Randstad. Y solo arquitectos digitales y administradores de tecnología en la nube, como expertos en ciberseguridad o analistas de datos, podrán hacerse un lugar entre otros oficios con una tradición más larga.
Así pues, comerciales, contables e ingenieros serán los profesionales que más pedirán las empresas en el 2023, según el estudio de Randstad difundido este lunes. En concreto, los perfiles comerciales más solicitados serán los de ejecutivo de cuentas; asesor comercial; ejecutivo de desarrollo comercial; director de atención al cliente; ejecutivo de ventas; director de ventas internas; ejecutivo de cuentas, y representante de ventas. También será muy requerido para las empresas el perfil de contable, en cualquier tipo de sector, la tamaño de empresa y la localización geográfica, aunque por eso, su banda salarial pueda ser muy amplia. Según Randstad, el sector de la ingeniería también pedirá un gran volumen de profesionales y de diferentes campos. Así, las empresas con perfiles como ingeniero técnico, de mantenimiento, de proyectos, comercial, de calidad o de producción, serán interesantes.
La importancia de la formación
Para hacer frente a esta demanda, Randstad evidencia el reclamo de las grandes empresas: falta formación específica y de calidad. Una carencia que se hace extensa también en sectores más relacionados a oficios gremiales, como el de mecánicos o instaladores; y sobre todo los relacionados a los nuevos avances en materia energética como el auge de las placas fotovoltaicas o los cargadores eléctricos. Por todo ello, Randstad ha destacado que la formación continua es un aspecto "crucial" para incrementar la ocupabilidad y la competitividad de los trabajadores. "Es fundamental que los profesionales no pierdan de vista lo que piden las empresas y que ajusten su formación en este sentido, para así aprovechar las oportunidades que sin duda ofrecerá el mercado laboral", apunta esta empresa en su estudio.
Pero también hay que fijarse en el perfil personal, más allá del académico. Asimismo, además de la formación, el grupo de recursos humanos pone el acento en la necesidad que los trabajadores desarrollen determinadas habilidades, como las 'soft skills', entre los cuales hay la empatía, la capacidad de aprendizaje y crecimiento, la flexibilidad, el trabajo en equipo y el compromiso. Randstad advierte en este estudio que la escasez de perfiles y la dificultad para retener el talento están provocando que las empresas se esfuercen en ofrecer condiciones cada vez más atractivas para fidelizar a sus empleados. Aunque el sueldo sigue siendo un aspecto fundamental para retener trabajadores, Randstad señala que cada vez toman más protagonismo otros factores como la flexibilidad, el ambiente de trabajo o la capacidad de conciliar la vida familiar con el entorno laboral.
En esta línea, la patronal española CEOE también pide la empatía de la administración. En relación con las reformas estructurales del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia se incluye la puesta en marcha de un PERTE de talento y empleo, con el objetivo de avanzar en el diagnóstico de necesidades de personal, orientación y formación para cubrir empleos pedidos y no cubiertos para la ejecución de las inversiones destinadas en el Plan. Este apartado también recoge la creación de la Estrategia Global para la Calificación y Formación, para reducir el desajuste entre la oferta y la demanda de calificaciones profesionales y combatir la desocupación, con especial incidencia en el desempleo juvenil.