La gran renuncia, tal y como se conoce al fenómeno por el cual 47 millones de personas dejaron voluntariamente sus trabajos a los Estados Unidos, ha llegado a España, un año más tarde y con menor dimensión, pero también con cifras de récord. Durante los primeros nueve meses del año y hasta septiembre de este año, 54.000 españoles dejaron su trabajo, más del doble que el año pasado por las mismas fechas, cuando lo habían hecho 22.839. No parecen cifras espectaculares, pero suponen un récord absoluto en comparación con cualquier curso desde 2001, primer año del cual se tienen datos.
Si el pasado mes de abril, las 5.467 personas con contrato indefinido que presentaron su baja voluntaria al estado suponían un récord absoluto desde enero de 2001, fecha en la que se empezó a contabilizar, la cifra no ha hecho más que aumentar desde entonces. En mayo, 6.464 trabajadores con contrato indefinido dejaron voluntariamente sus trabajos. En junio fueron 7.553, en julio 8.267 y en agosto 7.490. El mes de septiembre se batió un nuevo récord al llegar a los 8.450 indefinidos que abandonan voluntariamente su trabajo. Ayuda el hecho de que la reforma laboral haya multiplicado los contratos indefinidos, limitando mucho a las condiciones en las cuales se pueden hacer contratos temporales.
Teniendo en cuenta que en los veinte años anteriores nunca se habían superado las 4.500 bajas voluntarias de personas con contrato indefinido y que las cifras más habituales antes de la pandemia oscilaban entre las 1.000 y 3.000 bajas voluntarias, el salto supone un cambio importante en la cultura de trabajo española. Llega justo en un momento de incertidumbre por|para la guerra de Ucrania, la elevada inflación sostenida y el riesgo de recesión. ¿Por qué? ¿Y por qué ahora?
El secretario de Trabajo y Economía de Comisiones Obreras, Ricard Bellera, afirma que "la reducción del paro que ha llegado de la mano de la reforma laboral" es el principal motivo que hace que la gente se arriesgue. "Cuanto más paro, menos garantías de encontrar otro trabajo," defiende. "Las personas cualificadas ven más posibilidades de cambiar de trabajo y las personas con malas condiciones de trabajo de dejarlo. No olvidemos que hay mucha gente con calificación trabajando en sectores como la hostelería y que si encuentran un trabajo mejor, lo dejan", argumenta.
En efecto, un estudio reciente sobre movilidad laboral realizado por Randstad demuestra cómo la hostelería es la principal afectada por los cambios de trabajo. Un 63,7% de las empresas de hostelería consultada observan un incremento de la rotación en los últimos doce meses, 20 puntos por encima de los siguientes sectores más afectados, el inmobiliario y el suministro de agua, gas y aires acondicionados. En el espectro total, un 38,5% de las empresas ven un aumento de la rotación laboral en el último año.
Un 77% de las empresas que han visto aumentar esta rotación lo atribuyen a que los trabajadores tienen más oportunidades laborales en otras empresas o sectores, argumento que coincide con la explicación de Bellera, de Comisiones Obreras, mientras que un 21% dice que su sector se ve como|cómo más de riesgo que antes. Hay un 24% de estas empresas que asegura que no puede reaccionar a las demandas de incrementos salariales y un 23% que afirma que los trabajadores piden más flexibilidad.
Movilidad en la salud y la hostelería
Otro estudio, este de la consultora Kenjo, concreta que 5 de cada 10 personas dejan su trabajo buscando un salario más alto, mientras que 2 de cada 10 buscan una mejor posición y el resto, 3 de cada 10, cambian de sector y buscan un giro radical a su vida. El 40% de las dimisiones son de gente joven, de entre 25 y 35 años, mientras que el 20% es de gente mayor de 40, porcentaje que en cualquier caso es el doble que el año 2021.
Sectores con una alta empleabilidad como el de salud (13%) del total o el de software e internet (15%) o con unas condiciones de trabajo peores como el retail (un 17%) son los más afectados por las renuncias voluntarias, de nuevo según Kenjo.
Desde la empresa de recursos humanos Grup Montaner coinciden a destacar que "hay muchísimo movimiento" en las empresas. Quien lo afirma es Eva Espinosa, responsable de selección directiva y búsqueda de talento. "Arran de la pandemia, han cambiado muchas cosas, el salario ya no lo es todo en muchos sectores, lo que se demanda es mayor conciliación laboral", explica.
"Buscan en muchos casos que la estrategia de la empresa esté alineada con lo que quieren los candidatos: una trayectoria profesional, un plan de carrera, formación, teletrabajo... La mayoría de candidatos quieren trabajo híbrido y las empresas se están dando cuenta de que tienen que cambiar el chip, aunque hay algunas más resistentes al cambio que son más proclives a perder talento," desarrolla.
Espinosa afirma que hay sectores, como el farmacéutico, que son más rígidos a pesar de ofrecer buenas retribuciones y horarios, y pone el ejemplo de un trabajador que decidió abandonar una empresa del sector a pesar de recibir una oferta de aumento salarial de 12.000 euros. "La empresa le ofrecía el sueldo, pero no flexibilizar las condiciones", añade Espinosa, que aclara que desde el Grupo Montaner se ofrecen formaciones de consultoría con el fin de implementar el teletrabajo. "Una empresa tiene que confiar en sus trabajadores", completa.
El aumento de las renuncias irá del brazo de un aumento de los salarios, cruz Espinosa, "es el mercado el que está marcando las retribuciones", dice. "Ahora ya no son las empresas quienes escogen a sus trabajadores, sino que se está equilibrando y muchas personas exigen unas condiciones".