El entorno de trabajo siempre ha ido evolucionando y la situación provocada por la restricción a la movilidad durante la pandemia ha sido la espuela que ha acelerado los cambios de manera disruptiva. La irrupción del teletrabajo ha potenciado las telecomunicaciones y la informativa y la búsqueda de soluciones tecnológicas para desarrollar las tareas de forma eficiente y eficaz.
Con el trabajador como centro de las actividades empresariales, la aparición de nuevas herramientas colaborativas ha sido imprescindible para garantizar que el trabajo se pueda llevar a cabo independientemente del sitio desde donde se desarrolle. Se han convertido así en un nuevo pilar para la productividad empresarial al que las empresas tienen que destinar una parte de sus inversiones anuales.
"Esta es la nueva lógica del trabajo, la nueva definición de cómo se entiende el trabajo actual y de futuro", manifiesta Massimo Rapparini, responsable de Tecnologías de la Información en el grupo suizo Logitech. Según su opinión, las herramientas colaborativas aumentan la efectividad de los empleados y su productividad, "durante la pandemia como a posteriori se ha visto cómo los equipos de trabajo que se han dotado de las herramientas de conectividad y ejecución adecuadas han ganado en productividad gracias a la colaboración en remoto", concreta. Se trata, además, de incorporar en las áreas de trabajo de las empresas entornos smart work, en los que es importante configurar un workspace colaborativo y flexible que, además, garantice el bienestar de los empleados y una óptima experiencia de usuario.
Vínculo con la empresa
Al mismo tiempo, la disponibilidad de las herramientas necesarias es un vínculo del trabajador con la empresa, "es una manera más de poder retener talento en las compañías", añade Massimo Rapparini. Si el trabajador tiene flexibilidad en el puesto de trabajo y puede llevar a cabo sus responsabilidades con los medios que le hacen falta, "tiene más vínculos con la empresa y menos intenciones de cambiar".
Invertir en estos elementos contribuye al crecimiento del negocio y a la consolidación de equipos de trabajo
En este sentido, los avances tecnológicos en inteligencia artificial han aportado su grano de arena con una nueva generación de herramientas diseñadas para estos nuevos entornos de trabajo. Mejoras en la conectividad, en los encuentros en remoto, en las cámaras—que ya tienen una visión de 360 grados— y los audios, entre otros, son esenciales para compartir información con documentos o imágenes, para realizar encuentros virtuales, organizar tareas y horarios, etcétera. A medio plazo, estas herramientas también se beneficiarán de tecnologías como la realidad virtual o el metaverso; "podremos reunirnos con avatares de nuestros compañeros de trabajo y directivos", aventura el directivo de Logitech. Pero no se trata únicamente de mejorar a nivel interno. A la gestión de la comunicación entre equipos internos hay que sumar la coordinación constante con clientes y proveedores.
Mientras, hace falta que las compañías tomen conciencia que invertir en estos elementos contribuye al crecimiento del negocio y a la consolidación de equipos de trabajo más productivos; "es un tema global, que afecta a toda la industria y los servicios, y a cualquier dimensión empresarial", concreta Rapparini. El responsable de Logitech apunta que en los nuevos desarrollos hay un liderazgo compartido entre las empresas tecnológicas de Europa y los Estados Unidos, que van detrás de las marcas asiáticas. Massimo Rapparini insiste en otro aspecto: el ahorro de costes, de movilidad y, en definitiva, la contribución a la sostenibilidad. Las herramientas colaborativas contribuyen a todos estos aspectos en mayor o menor medida.