El grupo Inditex, principal empresa de moda de España, ha aprobado este jueves su primer Plan de Igualdad integrado para todas sus empresas, que afectará a 26.000 trabajadores. Además de flexibilizar el horario, facilitar la conciliación y eliminar la media hora añadida de recogida de tiendas, ha aprobado medidas específicas para facilitar la vida a las víctimas de violencia de género, a quienes garantizará permisos retribuidos al 100%, reducciones de jornada sin reducción de sueldo y ayudas económicas para tratamiento psicológico, entre otras medidas, según el acuerdo al que ha tenido acceso ON ECONOMIA. Con la intención de que las víctimas no vean mermado su poder adquisitivo ni amenazada su estabilidad y puedan optar por mantener o alterar su situación laboral, la empresa presidida por Marta Ortega y fundada por su padre, Amancio Ortega, contempla uno de los paquetes de Igualdad más completos en este sentido de las grandes empresas españolas. 

Las trabajadoras que hayan sufrido violencia de género tendrán la posibilidad de optar a la movilidad geográfica si así lo desean y, además, la empresa se hará cargo de todos los gastos de desplazamiento y de mudanzas una vez se tenga la confirmación oficial de su situación de víctima. Los periodos de licencia serán retribuidos al 100% y durarán "el tiempo necesario", con tal de facilitar tanto la protección de los niños como las gestiones administrativas o la asistencia sanitaria, psicológica y jurídica de la víctima.

La empresa, además, garantiza ayudas de hasta 600 euros para la asistencia psicológica a las víctimas y también ofrece la posibilidad de pedir excedencias de 6 meses ampliables a 8 con el puesto guardado. La adaptación de jornada, así como una reducción de hasta un 50% sin reducción de sueldo durante tres meses desde el reconocimiento oficial como víctima, son otras medidas que buscan facilitar estas delicadas situaciones. Las ausencias o faltas de puntualidad de las víctimas de violencia de género, además, no serán consideradas como absentismo en caso de que tengan que ver con su situación como víctima. 

El plan de Igualdad, firmado por los sindicatos y la dirección de la empresa después de una negociación que arrancó en septiembre y ha durado siete meses, contempla un amplio paquete de medidas de conciliación que buscan favorecer la desconexión  digital, adaptar el horario y la reducción de jornada a los estudios y facilitar los cuidados, entre otras cosas. Así, los trabajadores podrán reducir su jornada en caso que estudien y podrán optar a excedencias de hasta cinco años para el cuidado de familiares dependientes e hijos, con reserva de puesto de trabajo incluido. Los trabajadores podrán optar también a permisos, estos no retribuidos, para requerimientos escolares, así como licencias para trámites de adopción y acogida. 

Adiós a la media hora de recogida de tiendas

Las medidas relativas a la organización del trabajo contemplan una novedad relevante como la de fomentar la eliminación de la última media hora destinada a la recogida en los centros comerciales, con tal de intentar facilitar la conciliación a trabajadores y trabajadoras, que tendrán una jornada mínima diaria de cuatro horas continuada y solo tendrán turnos partidos en casos justificables. El plan de Igualdad establece también que el calendario de trabajo deberá de ser anual para que los trabajadores puedan planear bien su conciliación con la vida personal y familiar. 

Inditex se compromete también a garantizar que la formación y reciclajes tengan lugar durante el horario laboral, así como que en las nuevas aperturas de tiendas tengan prioridad los trabajadores que ya están en el grupo textil. 

Con el Plan de Igualdad, Inditex culmina un mes y medio de mensajes de fortaleza y de acercamiento a los trabajadores. Si a mediados de mes anunció unos resultados anuales con récord de facturación (32.569 millones) y de beneficios (4.130) en 2022, un mes antes había conseguido cerrar un salario mínimo fijo de 18.000 euros que equiparaba tiendas y territorios de todo el país, desigualdades que estaban motivando huelgas y concentraciones de los trabajadores. Hace unos días, la presidenta no ejecutiva Marta Ortega reapareció en una de sus raras intervenciones públicas en una entrevista con Financial Times en la que aseguró que se movía por "sensaciones", no planificaba demasiado y no era amante de los números. Parece funcionarle.