Desde la irrupción en abierto de Chat GPT, se habla más que nunca de la Inteligencia Artificial por las sorprendentes capacidades conversacionales de esta tecnología, cuya novedad principal en relación con las que conocíamos es que es generativa, es decir que no solo procesa datos sino que también genera contenidos. Pero antes de que esta herramienta, y las otras que han salido a la luz en los últimos días, se popularice, la Inteligencia Artificial ya se estaba aplicando y es muy probable que la empresa en que trabajas lo haga. De hecho, hay una entre dos probabilidades de que así sea, según un estudio de McKinsey publicado este miércoles que muestra que la mitad de las empresas las aplica.
Bajo el título 'El estado de la IA en 2022 y el balance de media década', este estudio de McKinsey observa cómo se ha disparado el uso de esta herramienta capaz de aprender y de interpretar datos: si en 2017 solo un 20% de los encuestados la empleaba en al menos un área de negocio, ahora esta cifra es de un 50%. La consultora ha entrevistado a 1.492 personas de diferentes sectores, industrias, tamaños de empresa de todo el mundo. Mientras la carrera económica se acelera entre las grandes tecnológicas mundiales, Google, Microsoft, Amazon y otras, así como la fundación lanzada por Elon Musk, Open AI, la aplicación de estas tecnologías se populariza en oficinas e industrias. Ahora bien, este 50% no es una novedad de los últimos meses, puesto que desde el año 2020 hasta 2022 ha habido un estancamiento en esta apuesta, que en 2019 el uso era incluso superior, del 58%, ya que los dos años posteriores a 2017 fueron los de un crecimiento acentuado del uso de esta innovadora técnica.
Paralelamente al estudio mundial de McKinsey, la escuela española de negocios IEBS Digital School ha publicado también una encuesta sobre el uso de tecnologías disruptivas que dejaría a España en mal lugar en el uso de Inteligencia Artificial, ya que solo una de cada tres empresas lo utilizan, un 33% y por tanto un 17% menos que lo que muestra mundialmente McKinsey. El estudio de IEBS se ha realizado mediante encuestas a 1.500 profesionales cualificados. Eso sí, un 69.2% de los profesionales prevén utilizarla en un futuro próximo, tecnología preferida de los encuestados. Dos de cada diez encuestados tienen formación específica en inteligencia artificial. La computación en la nube, usada por un 68% de los encuestados, las plataformas de analítica y business intelligence (52%) y la realidad aumentada o virtual (un 45%) cuentan con mayor uso que la propia Inteligencia Artificial, levemente por encima del internet de las cosas (28%) y el blockchain, utilizado por un 14% de las empresas españolas.
Donde más se utiliza la IA en todo el mundo y donde más ha crecido su contratación, de nuevo según el estudio de McKinsey, es en el sector tecnológico. Entre los ingenieros de software, un 39% de empresas lo han contratado en el último año, por un 35% entre las empresas de ingenieros de datos y un 33% de científicos de datos, los que más han reforzado este sector. El número de aplicaciones utilizadas también se ha duplicado en cuatro años, con la automatización robótica de procesos (39%) y la visión por computadora (34%) como las principales opciones escogidas.
Optimización de operaciones
La optimización de operaciones de servicio es el uso más popular de las empresas para Inteligencia Artificial, con un 24% de incidencia, por encima de la creación de nuevos productos basados en Inteligencia Artificial, con un 20%. El análisis de servicio al cliente, la segmentación de clientes y la nueva mejora de productos basada en IA, igualados en un 19%, son los siguientes usos de la IA, por encima de la captación de clientes y la generación de contactos.
Los principales riesgos que ven las empresas en el aumento de la Inteligencia Artificial tienen que ver con la seguridad cibernética (un 51%), el cumplimiento normativo (un 36%), la privacidad personal (un 28%), la capacidad de explicar cómo toman las decisiones (22%), la reputación organizacional (un 22%) y la equidad e imparcialidad, un 17%. El estudio de McKinsey también muestra que los líderes en aplicación de IA aumentan su brecha competitiva con respecto a quienes no la usan.