La presencia de la mujer en los órganos de dirección de las empresas catalanas, públicas y privadas, se ha estancado en los últimos tres años y queda muy por debajo del 40% que determina la Unión Europea. El avance es tan lento que solo ha mejorado poco más de un punto porcentual: las mujeres son el 18,8% en los consejos de administración de las empresas privadas de más de 250 trabajadores, solo 1,6 puntos más que el año 2021 (17,2%); y representan el 16,2% de las direcciones generales (15,3% en el 2021), y el 19,3% de las presidencias (18,5% en el 2021).

En el sector público estas responsabilidades en los consejos de administración es superior que en el sector privado, el 31,9% en el 2024 (enfrente del 29,8% en el 2021). En cambio, en las entidades de interés público, que también tendrán que cumplir obligatoriamente con la paridad en los consejos cuando se apruebe el Proyecto de Ley de paridad de 2023, la participación femenina baja al 18,1%.

"Esta situación es muy preocupante en una sociedad que se hace decir 'justa' y que no tiene en cuenta la igualdad", ha remarcado Marta Angerri, presidenta del ODEE (Observatorio Mujer, Empresa y Economía), durante la divulgación del informe que impulsan desde la Cambra de Comerç de Barcelona y que se realiza sobre la base de los datos de la firma Informa D&B. La inquietud es más si se piensa que "al nivel que ahora se está mejorando nos harán falta 40 años para alcanzar el 40% de presencia femenina, para no hablar de conseguir la plena igualdad del 50%", ha insistido Angerri.

Se trata de una "estrepitosa" pérdida de talento femenino si se tiene en consideración que las mujeres son el 52% de las personas ocupadas con titulación universitaria y el 40% en los programas de MBA, que se analizan los cargos directivos y de mayor responsabilidad en la empresa, destacan a las impulsoras del estudio.

En este sentido, la presidenta del ODEE y la directora del ODEE y autora del estudio, Carme Poveda han alertado que se constata que solo hay más incorporación de la mujer en cargos de responsabilidad cuando detrás hay una norma que 'obliga' al cumplimiento. Y, incluso así, el nivel de incumplimiento es alarmante. Con los datos del informe se demuestra que de las 3.765 sociedades catalanas sujetas al arte. 75 de la Ley de Igualdad, solo 506 empresas (el 13,4%) tiene un 40% de mujeres al consejo de administración. Este porcentaje es el más alto desde la aprobación de la ley, pero está lejos de llegar al 100% de cumplimiento. Ateniéndonos a estos datos, puede afirmarse que el avance conseguido en paridad a los consejos de administración de empresas (especialmente en las no cotizadas) desde la aprobación de la Ley de 2007 es muy escaso, en buena parte porque la ley solo promueve la presencia equilibrada, pero no obliga.

Un caso aparte, son los porcentajes que se extraen del análisis de las empresas que lideran el IBEX 35. Estas compañías "se han puesto las pilas porque tienen que cumplir con los requisitos de compliance; es un tema reputacional porque se incluye en sus informes de transparencia. Al final resultará que será una isla en un marco de incumplimientos", ha manifestado la presidenta de honor del ODEE, Anna Mercadé. No obstante, cumplen en la elección de los miembros del consejo de administración, pero no la alta dirección o de responsabilidad. Así, pues, las grandes empresas cotizadas españolas (IBEX 35) han mejorado la presencia femenina desde el 29,3% de mujeres en el 2020 al 39,4% en el 2023. Ha pasado de estar situado en la franja media en el 2020 a ser el quinto país con un porcentaje más alto, fregando el 40%, según datos de Eurostat.

La presidenta de honor del ODEE, Anna Mercadé, ha remarcado que los países donde la mujer ha asumido más responsabilidades directivas son mercados con más crecimiento económico y tienen empresas más robustas, ya que las directivas aportan una manera diferente de trabajar y liderar los equipos. "Son empresas que funcionan mejor y menos endeudadas", ha sentenciado Mercadé.

Las empresas de nueva creación también suspenden

Teniendo en cuenta el amplio alcance del informe del ODEE -que cuenta con datos de prácticamente 200.000 empresas-, la realidad que se transmite es "muy preocupante" en empresas privadas como públicas. Incluso en las empresas de nueva creación: el porcentaje de mujeres al consejo de administración en las empresas creadas los últimos cinco años a Catalunya es el 22,9%, enfrente del 70,9% de los hombres.

Si las mujeres, como ya se ha dicho, son el 18,8% en los consejos de administración de las empresas de más de 250 trabajadores, a medida que la dimensión empresarial se estrecha, el rol de la mujer directiva también disminuye. En las empresas de 100-250 trabajadores el porcentaje de mujeres baja al 17,5% en el 2024, y en las de 50 a 100 trabajadores se vuelve a reducir hasta el 16,1%. En cambio, no hay relación positiva entre presencia femenina en puestos directivos y dimensión de empresa a partir de 50 trabajadores, dado que el porcentaje de mujeres se sitúa al 25,9% independientemente del tramo de trabajadores (1,6 puntos más que el 24,1% de 2021).

Las funciones más feminizadas

El informe también verifica que hay determinadas áreas funcionales del organigrama empresarial que parecen predestinadas a las tareas de dirección femenina. Son las direcciones de publicidad, recursos humanos, finanzas, marketing y calidad, aunque entre 2015 y 2024, ha aumentado la presencia femenina sobre todo en las direcciones d'R+D e Informática, aunque todavía son porcentajes bajos (27,5% y 18,7%, respectivamente). Al contrario, los porcentajes de mujeres han bajado a las direcciones de calidad y marketing.

¿Por qué sí en segundo término?

Cabe decir que el estudio Presencia de mujeres en consejos de administración y cargos directivos en las empresas de Catalunya 2024 denota una característica como menos peculiar: un 30% por término medio de las direcciones generales adjuntas (es decir, la mano derecha de los directores generales) están ocupadas por directivas (con porcentajes que van del 29% al 38% según la dimensión empresarial). ¿La pregunta es por qué si son adecuadas para estas responsabilidades no acaban por ascender a la dirección general?, ha planteado Marta Angerri.