La presencia femenina en puestos directivos no avanza en España pese a las leyes y planes de igualdad. Es más, la cuota de las mujeres en el poder ha caído un punto, del 16,6% de 2023 al 15,6% de 2024 y tres puntos desde el 18,8% alcanzado en 2020, según el estudio presentado este martes por Eada Business School de la mano de ICSA Group a partir de datos de 80.000 empresas españolas. En 2008, había un 19% de mujeres entre los directivos. El estudio muestra, en cambio, que la brecha salarial sí que se ha mejorado al reducirse del 12,1% al 11,2%, en parte debido a leyes de Igualdad que se centran en la discriminación salarial pero no atacan a la paridad en puestos directivos, por ahora solo legislada para empresas cotizadas.
La brecha es mayor en las grandes empresas, donde tan solo el 17,6% de directivos son mujeres, mientras que en las pequeñas la cifra aumenta al 52,9% y en las medianas se sitúa en el 19,4%.
Los directivos hombres son, así pues, un 84,4% sobre el total, y un 66,1% de los cargos intermedios también lo son, por un 33,9% de mujeres. La presencia femenina entre empleados, sin embargo, sigue creciendo con un 46,3% por un 53,7% de hombres.
En cuanto a sueldos, los hombres cobran de media 93.030 euros anuales en cargos directivos, un 11,2% que las mujeres, que perciben 83.663. En los mandos intermedios la brecha es mayor, de un 12,2% entre los 40.588 euros que cobran ellas y los 45.536 de ellos. En los empleados la diferencia se reduce al 8,9%, entre los 27.529 de media anual entre mujeres y los 29.975 euros de los hombres.
Indry Canchila, socia-directora del área de consultoría de ICSA grupo y una de las autoras del informe, ha destacado que "los planes de igualdad funcionan", pero que "están enfocados a empresas de más de 50 empleados". "Hay cerca de 3 millones de pymes en España y solo 32.000 están obligadas a tener planes de igualdad, un porcentaje ínfimo", ha añadido.
Aline Masuda, profesora e investigadora de Eada, ha señalado por su parte que "las leyes por sí solas no bastan" y que además de ir acompañadas de un régimen de sanciones y un plan de cumplimiento claro, "se tiene que cambiar la cultura de las empresas para mejorar la presencia femenina en puestos directivos".
En este sentido, las autoras defienden que la caída de mujeres en puestos directivos puede tener que ver con el retroceso del teletrabajo en las empresas y el fomento de un cargo directivo "muy presencialista" y "con poca flexibilidad", "un sistema organizativo que no está aceptando la presencia femenina en cargos de poder". En este sentido, Masuda ha destacado la importancia de abordar "un cambio cultural" que afecte también a los hombres y los cuidados, que pidan más permisos de cuidados y que no se les penalice en las empresas por ello, y también en cargos directivos más flexibles y más "enfocados a los objetivos".
El informe muestra una evolución que llevó a las mujeres a representar un 19,5% de los cargos directivos en 2008, hito que nunca se ha repetido pero que casi se alcanzó en 2020, durante la pandemia, cuando llegó a ser del 18,8%. Desde entonces, sin embargo, se han perdido tres puntos porcentuales de cuota femenina en puestos de dirección, fenómeno que las autoras atribuyen al auge del teletrabajo que vino con la pandemia.
Las mujeres consiguen mayores cuotas en puestos de dirección de comunicación, donde alcanzan un 39%, o de recursos humanos (33,2%) y márketing (30,5%), mientras que tan solo representan un 5,2% de los puestos directivos en el sector TIC y un 5,8% de los puestos de dirección de producción. En dirección comercial, hay un 7,3% de directivas, un 9% en dirección general y un 19,1% en dirección de Administración y Finanzas.
Por sectores, un 19,74% del total de mujeres directivas se dedican a la Sanidad y un porcentaje idéntico a los servicios. Un 14,4% van al tercer sector y un 7,89% se dedican al transporte y la logística, mismo porcentaje que al turismo y ocio. La banca y seguros tan solo cuenta con un 1,32% de las directivas españolas, misma cuota que la construcción.
La baja cuota femenina en cargos de dirección contrasta con su mayor formación. De hecho, en las formaciones para directivos de EADA las mujeres son mayoría y superan el 54,5% de cuota.
Canchila ha destacado también la que la mayoría de autónomos que se dan de alta en España son mujeres, ya que es una forma de "diseñar el propio puesto de trabajo" y dotarlo de mayor flexibilidad, en contraste con la rigidez de los cargos directivos y sistemas de trabajo en las empresas.
En ese sentido, las autoras del estudio han defendido el cambio de sistemas organizativos. Por poner un ejemplo, Masuda ha explicado que "en cargos de CEOS que pueden ganar muchísimo y trabajar todos los días, tal vez se podrían crear dos cargos y repartir el sueldo para trabajar algo menos", flexibilidad que podría dar más cabida a las mujeres mientras sigan haciéndose cargo de una mayor carga de cuidados.
Aunque gran parte de los cargos directivos lo alcanzan a edades que ya no deben cuidar de los hijos, Masuda ha aclarado que "las mujeres interrumpen la carrera y después es muy difícil de retomar" después de hacerse cargo del cuidado de los hijos. "Estás un año fuera del mercado laboral, desconectas y te quedas a medio camino", ha reflexionado Canchila.