Entre los muchos datos que publicaba este jueves la Encuesta de Población Activa (EPA), uno ha pasaba un tanto desapercibido a pesar de que implica un profundo cambio en el mercado de trabajo: los mayores de más de 55 años es el colectivo, junto con los de 20 a 24 años, donde más ha crecido la ocupación en los últimos doce meses. Así, el número de ocupados que peinan canas ha aumentado en 196.300 sobre un total del 368.000 o, dicho de otra forma, uno de cada dos nuevos ocupados supera los 55 años. En comparación, si la ocupación subió un 1,8% entre el primer trimestre de 2022 y el de 2023, la del segmento de los seniors aumentó un 4,9%, superado solo por el de 20 a 24 años que se eleva un 5,2% en doce meses.
Desde los sindicatos advierten de que una parte de este aumento está relacionado con el envejecimiento de la población trabajadora y no tanto por la contratación ex novo de trabajadores seniors repescados de las listas de empleo; aunque también se produce, en parte, por las subvenciones públicas para la contratación de mayores de 55 años. Desgraciadamente, pese a que la EPA analiza el tiempo que llevan los trabajadores en su puesto de trabajo, no lo desagrega por edad lo que impide determinar cuántos seniors llevan menos de cinco años en su puesto de trabajo, por ejemplo. Sin embargo, desde los sindicatos matizan que el crecimiento del peso de los mayores en el conjunto del mercado laboral supone un cambio en la práctica de despidos masivos (especialmente en los grandes Expedientes de Regulación de Empleo o ERE) de los más mayores antes de llegar a la edad de jubilación so pretexto de rejuvenecer las plantillas. Lo que se conoce como prejubilaciones.
El incremento de los trabajadores más experimentados no es un fenómeno nuevo, pues está en ascenso desde la crisis financiera. Actualmente, uno de cada cinco personas con empleo (20,7%) supera los 55 años de edad -lo que supone 4,22 millones de hombre y mujeres-, cuando al inicio de la crisis financiera, en 2007, su peso era del 11%. Por tanto, han ganado casi 10 puntos básicos en el mercado laboral. Sin embargo, la ascensión es creciente, pues de los diez puntos de los últimos años, dos se han aumentado desde la pandemia hasta aquí y casi un punto (0,8) en un solo año.
El incremento se ha dado principalmente en el segmento de 55 a 59 años, que suponen actualmente la mitad de los seniors y el 11,8% del conjunto de los ocupados españoles, con un crecimiento de 5,1 puntos básicos desde 2007. Pero también se ha generado un notable aumento, de 3,7% entre los trabajadores de 60 a 64 años, que actualmente suponen el 7,3% del conjunto de ocupados. Los mayores de 65 años han ganado también peso, desde un 0,7% antes de la crisis financiera, al 1,6% actual, aunque cabe recordar que la edad legal de jubilación ha pasado desde los 65 años en 2011 a cerca de los 67 en la actualidad.
Por sectores, la inmensa mayoría -como el resto de los ocupados en España- trabaja en el sector servicios, el 77,5% del colectivo, seguido de la industria que da empleo a 495.200 seniors, la construcción, con 250.900 y finalmente la agricultura, con 207.000. Algo de esperar, es la alta participación del colectivo en la administración, donde la estabilidad laboral es casi plena lo que impide el despido por motivos de edad como sucede en el sector privado. Así, de los 3,52 millones del personal público que hay actualmente, según los datos de la EPA, casi un millón superan los 55 años. Lo que supone que el 23,6% de los seniors españoles prestan sus servicios en una Administración y, por otro lado, el proceso de envejecimiento de la función pública, pues según los datos conocidos este jueves, el 28,3% de la plantilla supera esa edad.
Como curiosidad, el 5,4% esta pluriempleado, unas 228.000 personas, en su mayoría (85.000) con una formación secundaria y después, otros 57.600 con educación superior, lo que induce a pensar que el segundo empleo no es por motivos de “supervivencia”, sino como un complemento salarial con actividades bien remuneradas.
Parados cada vez más activos
Otro dato que demuestra que los mayores cada vez están mejor tratados en el mercado laboral es que aumenta el número de los que, aun habiendo perdido su empleo, no renuncian a recolocarse. Algo que está relacionada directamente con las expectativas de encontrar nuevos empleos. En 2007, no sólo había menos mayores trabajando, también había muchos menos buscando empleo. Así, en esos años, todavía de bonanza económica, los mayores de 55 años tan solo sumaban el 7,4% de los demandantes activos de empleo, y ahora suponen el 18%, aunque en este caso también está muy relacionado con el envejecimiento de la población. De hecho, en el último trimestre constan 1.400 personas que superan los 70 años que están buscando empleo.
Los seniors por comunidades autónomas
Aunque el mercado respeta cada vez más las canas, también se produce una relación directa del peso de los seniors en el mercado laboral con el envejecimiento de la población. Así, en Castilla y León los mayores de 55 años suponen el 25,3% del conjunto de los ocupados; el 24% en Asturias, el 22,9% en La Rioja, el 22,8% en el País Vasco y el 22,4% en Galicia. En cambio, en Murcia es el 18,9%, en Canarias y Andalucía el 19,2%; en Baleares el 19,4%, en Catalunya el 19,8% y en la Comunidad de Madrid el 20%.