Management y renacimiento. ¿Se pueden relacionar? Según el consultor y experto en innovación y gestión de talento, Xavier Marcet, sí. "Se está gestando un big bang empresarial similar al del renacimiento del siglo XV, que supuso un punto y aparte en el progreso de la humanidad. Lo que denominamos management humanista". "Necesitamos un nuevo renacimiento en un momento de sobredosis de tecnología donde tenemos que enfatizar el papel de las personas en las organizaciones", apunta Marcet en una entrevista a este medio.
Junto al economista Javier García publican Management Humanista, un libro en el que hacen bandera de que "las personas deben estar en el centro" y en el que aseguran que el management "se enfrenta a un nuevo renacimiento". Para los autores, vivimos en momentos "complejos" y en modelos de gestión en proceso de agotamiento. "Igual que en el renacimiento se enfatizó la centralidad de las personas en un contexto de teocentrismo, el management humanista resalta la centralidad en un mundo cada vez más determinado por la tecnología. Pero no nos confundamos. Nada contra la tecnología. Simplemente, sentido común. Vivimos un momento que requerirá un gran equilibrio entre personas y tecnología", recuerda Marcet.
"Las personas son el activo diferencial de las empresas, no un recurso"
Pero, ¿qué es el management? Para el autor y profesor barcelonés, el management es pensamiento, es acción, es gestión de las personas y es innovación. "Al final, el management humanista es lo contrario del management populista. El management necesita de más inteligencia y no más testosterona", defiende.
¿Y el papel de la tecnología? "Es evidente que la tecnología es imprescindible, pero el protagonismo es de las personas", matiza. "Las personas son el activo diferencial de las empresas, no son un recurso". "Claro que detrás del humanismo está la voluntad de la dignidad de las personas, pero es que además no vemos otro camino para mantener a las empresas competitivas que tener a su gente realmente comprometida con proyectos que valgan la pena", indica el experto en innovación y gestión de talento.
"La humildad es la nueva inteligencia"
"El objetivo del libro es multiplicar las empresas competitivas y con sentido social. Buscamos que haya más líderes comprometidos, ambiciosos en sus proyectos y humildes en aquello personal". ¿Qué es un buen líder? Para Marcet, un buen líder es aquel que escucha, que sabe tomar decisiones difíciles, que da razones y sentido a sus argumentos y que promueven que haya más confianza que miedo. "Liderar es servir, no servirse".
Además, en el libro se hace hincapié de la humildad. ¿Es fundamental? "Hoy en día la humildad es la nueva inteligencia". Marcet considera que los líderes deben compaginar la ambición en los proyectos con la humildad personal. "La humildad es la capacidad de continuar aprendiendo de los demás. Necesitamos líderes humildes".
Claves para ser un buen líder
El escritor pone como ejemplo a Adriano Olivetti, el fabricante italiano de máquinas de escribir. "Adriano Olivetti supo combinar la ambición en sus proyectos y la humildad. Fue un gran ejemplo de cómo juntar la creación de valor corporativo con el valor social". En esta línea, el profesor barcelonés reclama más empresarios tipo Adriano Olivetti y menos directivos estilo el buen patrón. "Más autenticidad y menos cinismo, más valor y menos ostentación". Más allá de Olivetti, el autor pone en valor la figura de Mercè Sala, expresidenta de Renfe, y al sacerdote e ideólogo y promotor de las empresas cooperativas de la Corporación Mondragon, José María Arizmendiarrieta.
Finalmente, el consultor reclama en Management humanista "líderes inspirados en el renacimiento, que sepan hacer crecer a sus empresas porque saben hacer crecer a las personas".