Resulta paradójico que los valores dedicados a la producción de energía renovable hayan tenido un mal comportamiento este año cuando se intensifican los planes para ir reduciendo el carbono de la atmósfera. En la Bolsa española, con la excepción de la firma Audax –sube el 60%– el resto de compañías ofrecen pérdidas relevantes: Grenergy (-10,4%), Solaria (-22%), Ecoener (-4,6%), Soltec (-8,34%) y la gigante Acciona Energía se deja el 26,63% de su valor respecto al comienzo del ejercicio. Pero este panorama sombrío para las renovables ha sido generalizado en todos los países. Así, el mayor ETF (fondo cotizado) del mundo, el ICLN ha caído cerca de un 20%, replicando la marcha de grandes valores de renovables.
Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, explica este mal comportamiento en las subidas de los tipos de interés, la presión de los costes y las elevadas expectativas que se había creado el mercado sobre estos valores. Una mala evolución que, además, no se ha visto amortiguada por la menor actividad renovable de las petroleras a lo largo del año. Tienen, pues, menos competencia.
“Los tipos de interés más altos y las distorsiones comerciales han ralentizado la adopción y disparado los costes de los valores solares estadounidenses, desde Enphase a SolarEdge. Por su parte, los líderes europeos de la energía eólica marina, desde Vestas a Siemens Energy, se han visto afectados por el aumento de los costes de los materiales y las turbinas, así como por la subida de los tipos de financiación y la competencia de las grandes petroleras. Esto ha provocado cancelaciones de proyectos e intentos de renegociación de tarifas”, explica. Y añade: “Las empresas dedicadas exclusivamente al hidrógeno, desde Plug Power hasta Bloom Energy, han luchado por ganar escala y rentabilidad. Por su parte, las mineras de litio, desde Albemarle a SQM, se han visto afectadas por la normalización de los precios y el creciente nacionalismo de los recursos”, comenta el experto de eToro.
Pero el ajuste de los precios en estas compañías y también el menor interés de las petroleras sobre el sector, abren un nuevo entorno favorable para el inversor. Además, unas expectativas de tipos más bajos a lo largo de 2024 también serán un aliciente que aliviará sus costes financieros y mejorará aún más sus valoraciones.
Seleccionar mejor
Los analistas consultados también consideran que este 2023 está siendo clave para que los inversores se fijen más en los datos de las compañías que en sus expectativas, como ha ocurrido otros años. En el caso de Audax, su fuerte subida del 60% responde a haber abandonado las pérdidas del año 2021 (3,3 millones de euros) y cerrar el 2022 con ganancias de 7,8 millones de euros y confirmar el resultado positivo en el presente ejercicio.
Dos pequeñas compañías renovables que cotizan en el BME Growth, han tenido un mal comportamiento, aunque por razones muy distintas. Esta misma semana se conocía el ERE (Expediente de Regulación de Empleo) para el 30% de la plantilla de SolarProfit (bajó un 42% en Bolsa) dentro de un plan de choque para volver a la rentabilidad tras registrar un Ebitda (beneficio operativo) negativo de 10,7 millones que la empresa atribuye a la debilidad de la demanda de proyectos fotovoltaicos en los hogares.
Por su parte, el caso de solar Eidf es mucho más turbio, con posible falseamiento de datos por parte de la compañía a sus inversores y auditores, según apuntaba la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Tras ser suspendida de cotización en el BME Growth el pasado mes de abril, su vuelta a la cotización en agosto se ha saldado con un brutal desplome de su precio.
En el lado opuesto, la OPA lanzada por el fondo Antin a Opdenergy, da cuenta del interés que mantiene este sector en el mercado. El precio pagado de 5,85 euros por acción supuso para el inversor una plusvalía inmediata del 46%.
Interés del gran inversor
Otro elemento en favor de la inversión en renovables es el interés que ha despertado entre los inversores institucionales (generalmente, los mejor informados). En los últimos tres años, gestoras, bancos y aseguradores han invertido en torno a los 250 millones de euros en valores españoles de renovables como Acciona Energía, Soltec, Solaria, Grenergy, Ecoener o Audax.
Así, las inversiones se han disparado un 71% en los últimos tres años sobre estos títulos con nombres tan significativos como BlackRock, Wells Fargo, Citigroup, Schroeders y Frankin Templeton, entre otros.
El temor de los accionistas fundadores a recibir una OPA por estos grupos les ha llevado a tomar medidas de blindaje. Son los casos de Audax o Grenergy con la puesta en marcha este mismo año de las llamadas acciones de lealtad que persiguen evitar compras u ofertas no deseadas. Las acciones de lealtad consisten en la atribución de ciertas ventajas o beneficios (generalmente, un dividendo mejorado o un voto reforzado) a los accionistas que mantengan ininterrumpidamente en cartera las acciones de la sociedad durante un determinado periodo de tiempo que se conoce como periodo de lealtad.