Los grandes bancos españoles obtuvieron un beneficio neto conjunto de 5.696 millones de euros entre enero y marzo, prácticamente un 14% más que el año pasado, a pesar del impacto de 1.120 millones de euros que supuso el impuesto extraordinario a la banca. Según las cuentas presentadas por Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja, la tasa, que no se descuenta del beneficio, sino de los ingresos, no fue un obstáculo para que estos registraran incrementos de dos dígitos en casi todos los casos, favorecidos por el alza de los tipos.
La nueva tasa supone un 4,8% de los ingresos que obtenga cada banco (y cada compañía energética) por su actividad bancaria en España, entre intereses y comisiones. Bankinter fue la primera entidad bancaria en desvelar sus cifras, que arrojaron un beneficio neto de 185 millones de euros, el mejor resultado trimestral de su historia y un 20% superior al del año anterior, a pesar de los 77 millones que tuvo que destinar al impuesto.
El 25 de abril, el Santander comunicó un beneficio trimestral de 2.571 millones de euros, un 1% más, después de pagar 224 millones de euros por el impuesto extraordinario, sin lo que habría ganado 2.795 millones, un 10% más.
Dos días más tarde fue el turno del BBVA, que obtuvo un beneficio neto atribuido récord de 1.846 millones de euros, un 39,4% más que un año antes, gracias a los mayores ingresos logrados y a pesar de los 225 millones que destinó al pago de la tasa. El mismo día, el Banco Sabadell comunicó una ganancia neta trimestral de 205 millones de euros, un 4% menos que en el mismo periodo de 2022, tras destinar 157 millones al pago del impuesto.
Unicaja Banco ganó 34 millones de euros, un 43,2% menos entre enero y marzo de 2022, tras pagar íntegramente el gravamen, que en su caso ascendió a 63,8 millones de euros, sin lo que el beneficio habría incrementado más de un 60%. CaixaBank, por su parte, ha comunicado este viernes que ha mejorado en un 21,1%, hasta los 855 millones de euros, una vez descontados los 373 millones del impuesto, el más elevado de este grupo de bancos.
Aumento del precio del dinero en la eurozona
Lo que parecen tener claro las entidades es que aún no ha llegado el momento de pagar intereses a sus clientes por los depósitos que custodian, "igual que nunca les cobraron cuando el precio del dinero era negativo", recuerdan fuentes del sector. La decisión la tomará cada banco, en función de sus necesidades de liquidez o de lo que haga el resto de competidores, que de momento mantendrán la estrategia de remunerar en función de la vinculación del cliente, al que también ofrecen colocar su dinero en productos más rentables (y con más riesgos) como los fondos de inversión, añaden.
Sin embargo, todas las entidades se benefician ya del aumento del precio del dinero en la eurozona -actualmente en el 3,75 %- y no solo a través de las revisiones de las hipotecas variables, sino también del resto de los créditos y gracias a las comisiones que cobran, lo que se ha traducido en sustanciosos incrementos de los ingresos.