El BBVA y el Sabadell se hunden en bolsa este martes por la incertidumbre del mercado y la actualidad política en México como telón de fondo. El banco que preside Carlos Torres, que se encuentra en pleno proceso de opa sobre la entidad catalana, cuenta con buena parte de su negocio en el país norteamericano, donde Claudia Sheinbaum, heredera política de Andrés Manuel López Obrador, ha ganado las elecciones con una amplia ventaja.

Ambas entidades lideran las caídas del IBEX 35 en la mañana de este martes, con descensos que van entre el 4% y el 5%. La jornada está marcada por las presiones bajistas para los mercados a penas a dos días de conocerse la decisión del Banco Central Europeo (BCE) en su estrategia de política monetaria.  Se espera que la entidad que preside Christine Lagarde aplique la primera bajada de los tipos de interés, tras un largo ciclo de aumento del precio del dinero para tratar de poner freno a la inflación en la eurozona.

Esta tendencia, sumada al sentimiento del mercado respecto a los resultados políticos en México, hace que la cotización del BBVA se vea impactada y arrastre a su vez al valor del Sabadell en bolsa. No obstante, los descensos de estas dos entidades no han sido los únicos, puesto que CaixaBank, Unicaja, Bankinter y Santander registran caídas de entre el 2% y el 4%.

Si bien Sheinbaum no se ha pronunciado aún en torno al sector bancario en el país, recientemente el diario británico Financial Times avanzaba que el futuro Ejecutivo mexicano estudiaba la creación de un impuesto especial para las entidades de crédito que operan en México. Se trata de un país especialmente relevante para el BBVA, que genera la mayor parte de sus ganancias allí. También Santander tiene parte de su negocio en el país, aunque con una mayor diversificación geográfica.

La agitación bursátil se produce en plena opa hostil del BBVA sobre el Sabadell para hacerse con la totalidad del banco que preside Josep Oliu. Esta semana, su presidente, Carlos Torres, está en una especie de 'gira' en Catalunya para tratar de vender las bondades de la operación en el entorno político y económico catalán, desde el presidente en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, hasta Antoni Cañete o Josep Sánchez-Llibre.

El BBVA ya ha pedido la autorización necesaria a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), tras haber hecho lo propio con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este visto bueno es especialmente relevante, puesto que el organismo que preside Cani Fernández tendrá que valorar a fondo los efectos de la concentración empresarial que supondrá para el sector si finalmente los accionistas del Sabadell acuden y aceptan la opa. El proceso podría prolongarse varios meses.