Han empezado a escucharse las primeras señales sobre el fin del boom de las tecnológicas en bolsa, que empiezan a bajar después de marcar máximos históricos en sus precios. En las últimas semanas se han producido ligeras recogidas de beneficios por el temor a un recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China con el horizonte de una esperada victoria electoral del candidato republicano Donald Trump, partidario de elevar aranceles y poner coto a la colaboración en tecnología. Apoyadas en el nuevo tótem de la Inteligencia Artificial (IA), los valores tecnológicos siguen hoy por hoy liderando las rentabilidades del mercado. El índice estadounidense Nasdaq acumula en el año una revalorización del 20%, superando al S&P 500 y, en Europa, el sector tecnológico ha subido en el ejercicio el 18,5%, convirtiéndose en el más rentable, frente a la ganancia del 8,5% del EuroStoxx 50.
Los temores a la burbuja tecnológica se han ido sofocado en los últimos trimestres a base de fuertes crecimientos en sus resultados. El consenso del mercado espera una moderación en el crecimiento de los llamados "siete magníficos" (Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla). Se prevé que el crecimiento de los beneficios de estos valores se ralentice hasta el 29% en el segundo trimestre de 2024, frente a una media del 35% en 2023. A pesar de esta ralentización, los beneficios de los gigantes tecnológicos podrían seguir siendo seis veces superiores a los del resto del S&P 500, que se prevé que crezcan sólo un 5%.
Esta semana han presentado Alphabet (Google) y Tesla con desigual sentimiento, y Netflix impresionó la semana pasada al sumar 8 millones de nuevos clientes y elevar sus previsiones anuales de ingresos y margen de beneficios. Alphabet incrementó un 41% sus beneficios hasta 43.566 millones de euros. Los analistas destacaron el comportamiento de Google Cloud que alcanzó un hito significativo, superando por primera vez los 10.000 millones de dólares en ingresos trimestrales y generando 1.000 millones de dólares en beneficios operativos, lo que refleja un notable crecimiento interanual del 28,83%.
El Nasdaq acumula este año una revalorización del 20%, superando al S&P 500, y en Europa, el sector tecnológico es el más rentable
Farhan Badami, analista de mercado de eToro, apunta que el sólido informe de beneficios de Alphabet y la continua innovación en la nube y la IA sitúan a la empresa en una buena posición para el crecimiento futuro. “Tienen más de 100.000 millones de dólares en efectivo, lo que ayuda a la empresa a ganar más de 1.000 millones de dólares en ingresos por intereses para el trimestre, lo que demuestra que tener importantes reservas de efectivo y poca deuda en un entorno de tipos de interés altos puede ser ventajoso”, explica. Para los inversores, la sólida salud financiera de Alphabet y el fuerte crecimiento de sus ingresos ofrecen una perspectiva positiva para el valor. Su continuo crecimiento en áreas de alto margen como la computación en nube, junto con una gestión eficaz de la tesorería, la posicionan bien para un rendimiento sostenido a largo plazo.
El caso de Tesla es diferente. Aunque la compañía se dedica a la fabricación de coches, el elevado componente tecnológico de sus productos le coloca en este grupo de valores. Pero lo peor de las cifras presentadas es la estimación de que no aumentará la venta de vehículos. El analista de eToro, Josh Gilbert, destaca que Tesla ha incumplido las estimaciones de beneficios por cuarto trimestre consecutivo, prolongando su tumultuoso 2024. La mayoría de las demás métricas clave incumplieron las estimaciones, pero los ingresos aumentaron hasta los 25.500 millones de dólares, por encima de los 24.600 millones esperados. “Una de las mayores decepciones es la previsión de unas ventas de vehículos "notablemente inferiores" en 2024. En esencia, es posible que veamos un año en el que Tesla no experimente un crecimiento en la entrega de vehículos, y eso sería un verdadero golpe bajo para los inversores, con la rentabilidad cayendo ante la visión de un mayor volumen prometido por Elon Musk”, explica el analista.
Además, la producción de cibercamiones ha aumentado significativamente, y parece que será rentable a finales de año, mientras que los planes para su vehículo de bajo coste se están alargando hasta 2025. También ha faltado en la presentación de sus cuentas más concreción sobre el Robotaxi, basado en la IA y en el que Wall Street ha puesto muchas esperanzas.
Valoraciones
David Rainville, gestor en Sycomore AM (Generali Investments), prefiere fijarse en la valoración de estos valores que a escala mundial se negocia es de 22 veces el beneficio por acción (PER), frente a una media de 5 años de 20 veces. “Si observamos los ciclos históricos de revisión de beneficios en el sector tecnológico, no es necesario que los múltiplos aumenten para que el sector tecnológico no sólo genere rentabilidades positivas, sino que también supere al resto del mercado”. Y añade: “Esto significa para nosotros que el crecimiento de los beneficios es lo más importante. Por lo tanto, a pesar de unos múltiplos superiores a los históricos, somos optimistas sobre las perspectivas del sector, basándonos únicamente en la capacidad de generación de beneficios que estas empresas pueden exhibir en los próximos 24 meses”.
Por último, Johanna Kyrklund, directora de inversiones de la gestora Schroders, considera que “las valoraciones del sector tecnológico siguen estando respaldadas por el fuerte impulso de los ingresos y el apalancamiento operativo positivo (es decir, el crecimiento de los ingresos supera al de los costes)”, concluye.