El bitcoin, la criptomoneda más conocida y negociada del mercado, se hunde casi un 13% en las últimas tres sesiones y cotiza en el entorno de los 94.340 dólares, afectada por las expectativas de menores recortes de tipos en Estados Unidos. A las 11.15 horas de este viernes, la criptomoneda se deja un 3,07%, hasta los 94.338,19 dólares.
En la jornada de este jueves, el bitcoin ya cedió otro 3,59%, después de hundirse el miércoles un 5,13%, hasta cotizar por debajo de los 100.000 dólares, un nivel que no perdía desde el pasado 13 de diciembre. Y ello, después de que ese miércoles, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que bajó los tipos de interés en 25 puntos básicos, anunciara que el ritmo de recortes será más lento en 2025.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, anticipó que el organismo será más "prudente" a partir de ahora a la hora de contemplar nuevas bajadas de tipos. "Vamos a buscar mayores avances en materia de inflación, así como una fortaleza continuada en el mercado laboral, y mientras la economía y el mercado laboral sean sólidos, podemos ser cautelosos al considerar nuevos recortes", dijo. Un día antes de la reunión de la Fed, el martes, el bitcoin alcanzó un nuevo máximo histórico en 108.315 dólares. El pasado 5 de diciembre, el bitcoin superó los 100.000 dólares por primera vez en su historia, y desde entonces se había visto impulsado por la victoria electoral en Estados Unidos de Donald Trump, defensor del uso de esta criptodivisa.
Estados Unidos, "capital mundial del cripto"
El hito de superar los 100.000 dólares hace dos semanas marcó un momento clave para esta criptomoneda, que entró en funcionamiento en enero de 2009 como la primera moneda digital descentralizada, creada por un individuo o grupo anónimo bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto. Durante su campaña electoral, Trump prometió convertir a Estados Unidos en la "capital mundial del cripto" y establecer una "reserva estratégica" de bitcoin, similar a las reservas de oro y petróleo que tiene el país.
Los inversores en criptomonedas confían en que Trump ponga fin a la era de escrutinio y regulaciones impulsada por el Gobierno de Joe Biden, que ha expresado preocupación por el uso de estos activos para financiar actividades ilícitas o evadir sanciones.