El inicio de año del Bitcoin ha sido, sorpresivamente, uno de los más positivos de la corta historia de la criptomoneda. Pese a que el activo venía de cerrar un 2022 plagado de malas noticias, las cuales terminaron arrastrando el valor del Bit, el comienzo del ejercicio ha valido para ver que el Bitcoin, como el resto de las criptomonedas, siguen siendo una de las opciones de inversión favoritas para gran parte de la sociedad. El arranque de curso ha demostrado que el optimismo parece estar volviendo poco a poco a la industria de las criptos después de que en los últimos meses de 2022 se dieran la quiebra de varias plataformas cripto y los despidos masivos en otras tantas compañías.
El Bitcoin, como cualquier otro activo, ha experimentado un curso complejo, dominado por la volatilidad, la inestabilidad y la incertidumbre de los mercados. Además de esto, el escenario criptográfico cuenta con el hándicap de mostrar más abruptamente los vaivenes macroeconómicos en la cotización de los activos. Pese a ello, y al contrario que lo visto en los últimos seis meses del anterior curso, el BTC ha logrado sortear las primeras subidas de tipos de interés de 2023 con notables alzas, además de que poco a poco se ha ido mitigando el efecto contagio generado por el desastre de FTX. Para Miguel Caballero, CEO de Tutellus, “si miramos con perspectiva, estamos en el mejor momento del mercado para las cripto”.
El Bitcoin crece cerca de un 36% hasta ahora
Dicho esto, desde comienzos de año hasta ahora, principios de marzo, el activo ha logrado crecer cerca de 36%. Todo hay que decirlo: hasta el pasado 1 de marzo, el crecimiento de la criptomoneda reina era cercano a un 43%, pero se ha venido abajo en las últimas horas debido a los problemas bursátiles que está teniendo el banco Silvergate, el cual es uno de los más próximos a la industria de las criptomonedas. La huella de FTX, pese a que se ha ido difuminando poco a poco en el mercado, sigue marcada en la cabeza de los inversores. Es por ello por lo que, en el momento en el que una empresa relacionada con la industria cripto anuncia despidos, cierre de servicios, cese de operaciones temporales, o flaquea en Bolsa, el mercado se alarma. Digamos que se activa ese ‘modo FTX’, lo que fomenta las liquidaciones en Bitcoin, Ethereum…
Pese a esto, por el momento, el problema de Silvergate no parece estar afectando más de lo que lo ha hecho a la criptoreina. Si bien es cierto que, en las últimas horas, el Bit muestra un decrecimiento evidente en su cotización, el cual pronuncia una caída superior al 4,5%.
El inicio de 2023, parecido a 2021 a nivel porcentual
Aún ello, y contando con dicha corrección, el inicio de curso del Bitcoin sigue siendo positivo, incluso más que los anteriores, no tanto por la revalorización del activo, sino por el momento en el que se ha dado y, sobre todo, por cómo había cerrado 2022. Pese a que no es similar en cuanto al valor, el inicio de 2023 sí que se acerca desde el punto de vista porcentual al 2021, año de la explosión de las criptomonedas.
En dicho ejercicio, y motivado por la crisis sanitaria, el mercado de las criptos paso a un primer plano en el mundo de la inversión. Pese a que en esa temporada el Bitcoin ya comenzaba a sonarle a cada vez más inversores y empresas, no fue hasta comienzos de 2021 cuando el BTC entró, como poco, en la vida de todo el mundo. Y es que, con la paralización de la industria y un momento de debilidad económica, los inversores hicieron lo que han hecho siempre en unas circunstancias así: buscar alternativas para salvaguardar el dinero y, a poder ser, obtener plusvalías. Pese a que el oro siempre ha sido la opción más clara, el Bitcoin, como el resto de criptos, por la facilidad e inmediatez que ofrecen a la sociedad a la hora de invertir, comenzó a comerle terreno al resto de activos de inversión.
Así, entre enero de 2021 y marzo del mismo año, el Bitcoin logró crecer más de un 50%. En aquel momento, el BTC inició el ejercicio con un valor de 26.493 euros para pasar a valer en algo más de dos meses aproximadamente 40.000 euros. La constatación de que ese año fue el de la explosión de las criptomonedas vino cuando, en noviembre de 2021, el Bit selló su máximo histórico sobre los 56.278 euros. En esos momentos se hablaba de la posibilidad de que la cripto ascendiese hasta los 100.000 dólares. Pese a ello, 2022 se convirtió en un año angosto y complejo desde el punto de vista macroeconómico, lo cual condiciono la progresión de varias empresas del sector, lo que a su vez perjudicó la dinámica del Bitcoin y del resto de activos.
El mercado de las criptomonedas ha cambiado
Es evidente que el Bit de hoy está lejos (desde el punto de vista bursátil) del de 2021. Las circunstancias han cambiado y el mercado se ha hecho más complejo y, sobre todo, más selectivo. Tras los problemas de 2022, los inversores de criptomonedas han aumentado su susceptibilidad ante los vaivenes macroeconómicos y, sobre todo, prestan más atención a cómo les va a las firmas de la industria. Sea como fuere, y descontando la caída de los últimos días, el Bitcoin ha arrancado 2023 con un alza del 43%, un 7% menos que en el mejor año del sector de las criptomonedas.
Miguel Caballero, consejero delegado de Tutellus, expresa en ON ECONOMIA que “si tenemos en cuenta que llevamos dos meses consecutivos de incrementos de la valoración de los criptoactivos, creo que no estamos ante un nuevo ciclo bajista”. De hecho, Caballero cree que “no estamos ya en el fin de este ciclo bajista, precisamente por la incertidumbre macro”, aludiendo a que el Bitcoin viene creciendo en una situación que aún sigue siendo difícil para el entorno económico.