La mayor gestora de activos del mundo, la norteamericana BlackRock, cerró el tercer trimestre del año con un beneficio neto atribuido de 1.642 millones de dólares (1.561 millones de euros), lo que equivale a un avance del 13% en comparación con el mismo periodo de 2022. La firma que dirige Larry Fink destacó que, "por primera vez en casi dos décadas, los clientes están obteniendo un rendimiento real en efectivo fuera del mercado de valores y pueden esperar a tener más certeza sobre las políticas y el mercado antes de volver a arriesgarse". Por ello, augura "oportunidades transformadoras" para los inversores que confíen en la gestora de fondos para consolidar sus carteras. BlackRock considera que la actividad se está acelerando y destacó el impulso empresarial subyacente, que "sigue siendo fuerte", y más a medio plazo, a medida que se estabilicen los tipos y se sientan las bases para el crecimiento futuro. La compañía dijo estar preparada para esta recuperación porque, según Fink, se han visto "periodos de incertidumbre como este antes", como entre 2016 y 2018.
Entre julio y septiembre, la entidad contabilizó entradas netas por importe de 3.000 millones de dólares (2.850 millones de euros), elevando a 193.000 millones de dólares (183.388 millones de euros) el flujo de entrada en lo que va de año. Asimismo, la firma ha señalado que hubo en el trimestre 49.000 millones de dólares de salidas netas de estrategias de acciones de índices institucionales con comisiones más bajas (es decir, renta variable indexada), incluidos 19.000 millones de dólares de un único cliente internacional. Con ello, la cifra de negocio de BlackRock en el tercer trimestre de 2023 alcanzó los 4.522 millones de dólares (4.297 millones de euros), un 5% más que un año antes, y revirtió la situación anual, ya que si los datos se muestran entre enero y septiembre, su facturación se redujo en un 2,27% hasta los 13.228 millones, frente al mismo periodo de 2022, cuando obtuvo 13.536 millones de dólares. Los clientes mueven fondos no únicamente dentro de los activos gestionados por el fondo, sino también fuera de él, lo que puede afectar negativamente al negocio "que se reduce", según la compañía. Los ingresos por servicios tecnológicos crecieron un 20% en el tercer trimestre, reflejando la demanda sostenida de Aladdin y varias renovaciones importantes de eFront, "lo que confirma que el análisis de carteras completas es el futuro de la tecnología de gestión de activos", según un comunicado de la compañía.
En lo que llevamos de año, los activos bajo gestión de BlackRock ascendían a 9,1 billones de dólares (8,6 billones de euros), una cifra que supone un incremento del 14% respecto de los 7,96 billones de dólares (7,56 billones de euros) de hace un año pero un descenso del 3,4% respecto de los 9,42 billones de dólares (8,95 billones de euros) del segundo trimestre del presente ejercicio. Según Fink, el desempeño de BlackRock con la renta fija no ha mitigado la debilidad observada con los fondos del mercado de valores y ha decepcionado gravemente las expectativas del mercado.