La bolsa española ha protagonizado un 2022 fatídico en lo referente a las salidas a bolsa. Los principales índices españoles no han contado con grandes salidas como las ocurridas en años anteriores, especialmente por el contexto económico y geopolítico que ha impregnado de volatilidad los mercados. En este sentido, solo una compañía, la empresa de energías renovables Opdenergy, ha dado el paso para debutar en el mercado continuo, mientras que son seis las compañías han sido excluidas de negociación.

Sin embargo, el BME Growth vuelve a llevarse la nota positiva del año gracias al mayor movimiento en salidas a bolsa desde enero. El mercado bursátil para pequeñas y medianas empresas, antiguo MAB (mercado alternativo bursátil), ha protagonizado hasta 13 debuts en 2022 y espera cerrar el año con una última salida, la de la socimi Emperador Properties, tras las protagonizadas por Energy Solar Tech y Seresco.

El número de salidas en este mercado refleja que es el único que ha mantenido el ritmo con respecto al 2021, cuando otras 14 empresas debutaron en el selectivo. El BME Growth es una oportunidad de financiación para empresas que buscan alternativas de crecimiento, algunas de las cuales dan el salto al mercado continuo más tarde. La comparativa respecto al resto de salidas a bolsa dejan en evidencia el desequilibrio producido principalmente por un entorno económico hostil que ha provocado un frenazo en el ritmo de debuts en el parqué español. 

Y es que, después de un 2020 marcado por los fuertes desplomes bursátiles por la pandemia del coronavirus, que provocó una sequía de salidas a bolsa, en 2021, estas operaciones se reactivaron, siendo tres empresas las que dieron el salto al mercado nacional. Pese a las previsiones de los expertos y analistas sobre la continuación de la tendencia positiva a lo largo de este año, las salidas a bolsa han vuelto a frenarse debido a la incertidumbre y la volatilidad.

Un contexto provocado principalmente por la guerra en Ucrania, las tensiones inflacionistas, el endurecimiento de las políticas monetarias por parte de los bancos centrales y el miedo a una recesión global. Estos factores han generado miedo y dudas en aquellas compañías con proyecciones de debutar en bolsa este año, paralizando las operaciones de salida a la espera de una situación más favorable.

Solo un debut y seis exclusiones

De este modo, solo la empresa de energías renovables Opdenergy decidió este año dar el salto al mercado. La oferta pública de venta (opv) de la compañía conllevaba la emisión de 42 millones de nuevas acciones por valor de 200 millones de euros. Asimismo, la operación incluyó un tramo orientado al inversor minorista, algo que no ocurría desde el año 2015, cuando debutó Aena. Varios meses antes de la operación de Opdenergy, en febrero, el mercado continuo dio la bienvenida a Atrys Health, empresa biotecnológica del sector de la salud que ya cotizaba en BME Growth. 

Respecto a esta problemática, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha insistido en los últimos meses en la importancia del mercado de valores como herramienta para la recuperación y transformación ambiental y digital de la economía española.

"Las empresas necesitan salir a bolsa y el país necesita que lo hagan, porque nos va en ello coger el tren de la transformación de nuestra estructura productiva. Nos jugamos mucho como sociedad en esto", señaló el mandatario hace unos meses. En este sentido, y con el objetivo de impulsar el mercado de valores, la CNMV ha decidido recientemente exigir menos documentación a las empresas que vayan a salir a bolsa, para así, "reducir los costes y las cargas administrativas de los emisores".

En cuanto a las compañías que han causado el desequilibrio en este 2022 por sus exclusiones de cotización, se encuentra Siemens Gamesa. La compañía dedicada al sector eólico fue excluida el miércoles en el Ibex-35 como consecuencia de la OPA (oferta pública de adquisición) lanzada por su matriz, Siemens Energy. Después de tres años consecutivos de pérdidas en sus cuentas de resultados, la compañía decidió hacerse con el control total de la filial española, que se encuentra en un proceso de reestructuración por el cual despedirá a más de 300 empleados en el país.

Otra de las compañías que han dejado el mercado en este 2022 ha sido Abengoa. Después de estar suspendida de negociación durante más de dos años, fue excluida el pasado septiembre al encontrarse en concurso de acreedores. Varios meses atrás, Codere también abandonó el mercado continuo al encontrarse en fase de liquidación, misma situación vivida por la Corporación Empresarial de Materiales de Construcción (Coemac), la antigua Uralita. Por su parte, la empresa papelera Reno de Medici también quedó definitivamente fuera de la bolsa española el pasado 2 de febrero, tras concluir con éxito la opa forzosa lanzada por el fondo de inversión estadounidense Apollo.