Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, dejó clara su opinión durante la jornada de ayer sobre MiCA, la que será la primera regulación de la industria de las criptomonedas a nivel europeo. El máximo mandatario del regulador español comentó que este marco legal, el cual apunta a que podría entrar en vigor a principios de 2024, aunque hay quien lo atrasa hasta finales de ese mismo año, “no es un bálsamo ‘arreglatodo’” y que “no eliminará todos los riesgos”.
Precisamente, el objetivo que pretendían desde Bruselas en 2018, cuando se comenzó a trabajar en esta regulación, era ese, dotar de seguridad a los inversores y empresas de la industria de las criptomonedas. La Comisión Europea entiende que, ante un sector pujante y que, además, en ese momento estaba experimentando un apogeo abrupto, debía ser regulado. Los expertos aseguran que la industria cripto ganará más presencia en las finanzas del futuro. De hecho, algunos actores del entorno económico nacional han remarcado la importancia de la tecnología que está detrás de estos activos.
El propio Buenaventura aseguró el pasado julio que veía un “potencial disruptor muy interesante” en esta tecnología. El mandatario remarcó la importancia de eliminar los intermediarios y los miembros compensadores en las transacciones del futuro. Pese a ello, el presidente de la CNMV también hizo hincapié en los riesgos del mercado de las criptomonedas y remarcó su “escepticismo” sobre la inversión en estos activos.
MiCA, el primer paso hacia un sector más seguro
Ahora, habiendo pasado algo más de seis meses, Buenaventura ha vuelto a hablar del entorno de las criptomonedas, pero en esta ocasión refiriéndose a la regulación europea, la cual para muchos es uno de los mayores pasos hacia seguridad, la confianza y la credibilidad en el sector. Los principales agentes del mercado creen que la entrada de un marco regulatorio eficiente y amplio es más que necesario. ON ECONOMIA informó acerca de la necesidad de instaurar un marco legal que proteja a los inversores de manera correcta.
MiCA es el primer paso, y el único, que se ha dado en materia regulatoria a nivel continental. Pese a que se lleva trabajando en esta regulación cerca de cinco años, Buenaventura cree que regula “dos o tres escalones por debajo de lo que se requiere a los instrumentos regulados”. Además, el presidente del organismo regulador del mercado nacional añadió que MiCA es una “versión en miniatura” de la normativa del mercado de capitales, MIFID.
¿Será MiCA eficiente?
La CNMV no termina de ver toda la seguridad que debería dar en la regulación que plantea la Comisión Europea. El organismo sigue viendo déficits en MiCA. Por ejemplo, que esta no incluye un fondo de garantía de inversiones, por lo que, aunque estos activos estarán regulados, “no estarán a un nivel parejo de protección” al de otros activos.
Para Javier Castro-Acuña, business controller de Bitnovo, “que se regule el mercado de las criptomonedas es una buena noticia. Que nos doten de un marco de seguridad para que las empresas reguladas compitan en igualdad de condiciones y para dar seguridad a los inversores, que vean que no están operando en chiringuitos” es algo positivo. Pese a ello, el ejecutivo cree que “MiCA se ha dejado muchos aspectos fuera y lo más probable es que la regulación siga detrás de la tecnología”.
Uno de los más comentados, a la par que, discutidos, es que MiCA no ha contado con los NFT, que, como las criptomonedas, son vehículos de inversión basados en la tecnología blockchain y con un fuerte condimento de especulación y volatilidad. Al mismo tiempo, estos productos tampoco están amparados por una regulación. José María Viñals Camallonga, profesor del IEB, cree que “la Unión Europea elaborará una legislación complementaria o someterá la actual a cambios, en un corto plazo de tiempo”.
La velocidad del sector es mayor a la de la regulación
Otra de las problemáticas que han surgido en torno a la regulación europea es si realmente cumple con las peticiones actuales del sector. Hablamos de un marco regulatorio que debería haber salido hace tiempo. Ante los recientes acontecimientos dados en el sector de los criptoactivos, se ha hecho más evidente la necesidad de que la industria de las criptos incorpore una norma legal.
El de las criptomonedas es un sector que ha evolucionado y crecido prematuramente. Además de esto, con la problemática surgida tras el desastre de FTX, la Comisión Europea se plantea hacer nuevos cambios, los cuales traerán consigo medidas más restrictivas. El profesor del IEB cree que puede haber variaciones en la norma. “No sería extraño, tomando en consideración el constante cambio de la industria, las carencias de este reglamento no tardarían en hacerse patentes”, explica Viñals.
Y es que, una norma que lleva planteándose desde 2018 y que, por una cosa u otra, no ha visto la luz, debe adaptarse a la situación actual, y más después de todo lo ocurrido durante el anterior ejercicio. Hoy por hoy, parece que esta norma dista del ritmo que marca la industria de las criptomonedas.
El profesor del IEB explica que “también, MiCA se ha visto sujeta a controversia en una materia tan relevante como la privacidad. Tal y como se encuentra configurada esta norma, las empresas de dinero electrónicas estarían obligadas a crear una base de datos de los usuarios que utilicen sus plataformas, por lo que la presunta garantía de privacidad de las criptos se vería amenazada”.
El sector necesita una regulación amplia
Pese a todas las ‘carencias’ que parece que MiCA tiene, el profesor, y los principales agentes del mercado, ven necesaria la incorporación de un marco legal que acerque a la industria de las criptomonedas a la normalización. Pues según los expertos, un sector tan pujante y en que hay tanto dinero de por medio no puede carecer de una regulación.
Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, ya ha mostrado su desconfianza ante algunos puntos de la regulación europea sobre criptomonedas. El máximo mandatario del regulador español advirtió de que “cuando MiCA sea de aplicación, habrá que dejar de advertir a los inversores de que son activos no regulados, pero habrá que seguir advirtiendo de que son menos seguros que un fondo, una acción o un bono, de modo que no haya malentendidos ni haya demagogia cuando haya episodios de pérdida total de la inversión".
Todo apunta a que la entrada de MiCA, pese a ser uno de los hechos más transcendentales de la industria criptográfica, traerá cola y habrá que ver si esta es lo suficientemente amplia y ampara tanto a las empresas como a los inversores.