Las elecciones europeas del pasado domingo se han cobrado una clara víctima: las bolsas. La convocatoria de elecciones tras los resultados en Francia que dan mayoría a la ultraderecha ha puesto nerviosos a los inversores de todo el mundo que se han dedicado a deshacer posiciones en el Viejo Continente. También el buen comportamiento de los partidos populistas de derechas en el conjunto de Europa, supone una amenaza del actual status quo del mercado, con el temor a mayor intervencionismo público, freno a la globalización y, en general, marcha atrás sobre la Unión Europea, en favor de los intereses de cada país.

El euro ha resumido esa desconfianza del dinero con una caída del 1% frente al dólar, pero, sin duda, son las bolsas la que mejor han reflejado el castigo, con un descenso del índice europeo  Stoxx 50 del 4,2%. El Ibex 35 de la bolsa española ha perdido en estas cinco sesiones el 3,62% de su valor, -el mayor descenso desde marzo de 2023- aunque las pérdidas las lideran Francia con retroceso del CAC 40 del 6,2% e Italia, cuyo indicador se ha dejado el 5,7%.

Alemania ha vuelto a hacer su papel de refugio. Si bien su índice DAX ha retrocedido el 2,89%, el dinero ha acudido al refugio de sus bonos con una caída de las rentabilidades en su referencia a 10 años hasta el 2,36%, frente al 2,61% con el que cerraba la tanda anterior. En el resto de mercado de bonos se han vivido sesiones de mucha volatilidad con ventas que propiciaban la subida de rentabilidades, pero finalmente la situación se calmó, salvo para los bonos franceses, que antes de las elecciones se movían en el 3,11% y ahora rondan el 3,20%.

Se ha roto la sincronización de los mercados europeos con Estados Unidos, pues las bolsas estadounidenses han subido pese a la Fed

El déficit público francés, que alcanza el 5,5% del PIB, parece difícil de reconducir hasta el objetivo del 3% en un clima político tan complicado. Además, esta inestabilidad se produce diez días después de que la firma de calificación financiera bajase el rating a Francia desde AA hasta AA-, argumentando el deterioro de las finanzas públicas galas. Por ello, actualmente, la segunda economía europea se equipara en rentabilidad de sus bonos a Portugal y aún mantiene un diferencial a su favor frente a España (0,15 puntos menos), el más pequeño desde el año 2007.

Además, se ha roto la habitual sincronización de los mercados europeos con Estados Unidos. Aunque la Fed (Reserva Federal) repitió el precio del dinero en el 5,5%, como estaba previsto, el comportamiento de las bolsas estadounidenses ha sido alcista en la semana. El Nasdaq se mueve en los 19.600 puntos, con una subida semanal superior al 3%, mientras que el S&P 500 supera los 5.400 puntos con una revalorización del 1,6%.

“A medio plazo, los efectos indirectos de las elecciones de 2024 relacionados con la gobernanza fiscal y la posibilidad de una mayor integración podrían afectar a los mercados, especialmente a la deuda pública. Las iniciativas de equiparación en las deudas (mutualización) beneficiaron a las economías más endeudadas; en cambio, una mayor fragmentación y la falta de avances en los hitos clave para completar la UEM y restablecer la competitividad de la UE actuarían en sentido contrario”, explican Martin Wolburg y Paolo Zanghieri, economistas senior de Generali AM. Y añaden: “el avance de los euroescépticos podría ralentizar o incluso impedir la integración en ámbitos importantes como la unión bancaria. También podría frenar las ambiciones climáticas. El debate sobre la composición de la nueva Comisión y la elección del presidente puede prolongarse más de lo habitual”, concluyen.

Los bancos, entre los más afectados

Los bancos se encuentran entre los valores más afectadas por la incertidumbre política que recorre Europa. Como grandes poseedores de deuda pública, cualquier movimiento a la baja de estos activos representa un deterioro de estas inversiones y la necesidad de destinar recursos a cubrir las pérdidas latentes que se generen. El gigante BNP Paribas se ha dejado un 8% de su valor, Crédit Agricole el 7,55%, aunque Société Générale lidera con una caída del 10,58%. En el mercado español, el BBVA ha retrocedido el 7,73%, Santander el 6,65%, Bankinter un 4,41%, Caixabank, el 6,68% y Banco Sabadell, el 8,32%, el mayor descenso.

Sin embargo, tras este primer impacto en los mercados, los analistas piensan que no hay motivos para la alarma. Peter Goves, responsable de análisis de deuda soberana de mercados desarrollados de MFS Investment Management, apunta que “no está claro cuál será el cálculo político preciso a nivel de la UE y la campaña política interna en Francia aún no ha comenzado. Sin embargo, aunque se trata de una sorpresa con pocas implicaciones, Francia sigue siendo un país de crédito de alta calificación, con instituciones sólidas y un jefe de Estado pro UE, y la falta de retórica anti-euro en medio del riesgo de eventos probablemente contenga los diferenciales y su volatilidad en general”, indica.

Por último, el experto de la gestora Mirabaud, John Plassard, deja aún abiertos algunos interrogantes: “todo el mundo esperaba que los partidos populistas ganaran terreno en Europa, pero nadie pensó que este maremoto tendría consecuencias tan profundas, obligando al presidente Macron, por ejemplo, a disolver la Asamblea Nacional. Estas elecciones deberían tener repercusiones políticas y económicas aún desconocidas”, concluye.