Los tiempos han cambiado para las compañías dedicadas a la banca de inversión. Firmas como BlackRock, Morgan Stanley, Citigroup, Bank of America o Goldman Sachs, han visto como sus posiciones en el mercado de valores decrecían, arrastrando consigo a una parte importante de los ingresos totales de la empresa. Pese a la robusta estructura financiera de estas compañías, unido a que todas ellas siguen reportando ingresos milmillonarios, ninguna de las grandes firmas de inversión ha logrado paliar la rebaja de los beneficios.
Los ‘tiburones’ de Wall Street, y de todos los mercados bursátiles globales, han sucumbido a la presión inflacionaria. La coyuntura económica ha arrastrado a todas y cada una de las grandes firmas de inversión. David Solomon, CEO de Goldman Sachs, comentó recientemente que la rebaja de los ingresos de la empresa que lidera se debe a un “contexto económico desafiante”. Desde Morgan Stanley creen que el mercado se movió en 2022 en un “contexto macroeconómico complejo”.
Oleada de despidos en las grandes empresas
Y la realidad es que, con la incesante inflación, y las progresivas subidas de tipos de interés que los principales bancos centrales han llevado a cabo, la banca de inversión ha frenado en seco. La primera muestra de la retrotracción y la menor entrada de ingresos con las inversiones que han tenido estas compañías se ha visto con la oleada de despidos que varias empresas han hecho en los primeros días de nuevo curso.
Por ejemplo, BlackRock y Goldman Sachs decidieron ajustar sus plantillas, despidiendo a cerca de 4.000 empleados. En la misma línea, Morgan Stanley fue otra de las firmas que metió tijera en su empresa y despidió a unos 1.600 empleados, un 2% de la plantilla. Para Antonio Castelo, analista de iBroker.es, “es normal que las empresas equilibren una situación de menores ingresos con su masa salarial”. El experto añade que, pese a los despidos y la caída de los beneficios, “no hay que dramatizar por situaciones que son relativamente frecuentes en los mercados, que evolucionan en función de cómo lo hace la realidad económica”.
Morgan Stanley y Goldman Sachs, los últimos en anunciar los resultados
En las primeras dos semanas del nuevo ejercicio, algunas de las firmas de inversión más importantes del mundo han anunciado sus resultados correspondientes a 2022. Todas se han alineado en la caída de los beneficios. Pese a que no todas las compañías tienen el mismo grueso de negocio, todas ellas invierten en renta variable y en renta fija, y los expertos señalan que la banca de inversión y la gestión de activos han aminorado los resultados de estas compañías.
Morgan Stanley y Goldman Sachs son dos que han anunciado durante esta semana sus cuentas correspondientes a 2022. En el caso de Morgan Stanley, los beneficios has ascendido hasta los 11.029 millones de dólares, lo que supone un decrecimiento del 27% con respecto a los apuntados en 2021, cuando ganaron más de 15.000 millones.
En el caso de Goldman Sachs, el banco de inversión ha reportado unas ganancias de 11.261 millones de dólares, un 48% menos con respecto al anterior curso, cuando lograron anotarse unos beneficios de 21.655 millones de dólares. Ambas compañías apuntan a un “contexto macroeconómico complejo” como motivo de la caída de las ganancias.
La banca de inversión se come 35.000 millones de dólares
BlackRock, pese a no ser un banco de inversión, es la mayor gestora de activos del mundo. La compañía con sede en Nueva York anunció a finales de la semana pasada sus cuentas anuales, en las que destacaron los más de 5.178 millones de dólares ganados en 2022. Pese a ello, el beneficio ha cedido un 12% con respecto al anterior periodo, cuando ganaron algo más de 5.900 millones de dólares. En el caso de BlackRock, la empresa anunció a mediados del pasado curso que dejarían de invertir en bolsa en nuevas compañías durante 12 meses, ante el complejo contexto del mercado de valores.
Bank of America es otra de las compañías que ha visto como la banca de inversión reducía sus ganancias. BofA anunció sus resultados el pasado viernes 13 de enero, en los que declaró unas ganancias de 27.528 millones de dólares, un 14% menos que en 2021, cuando ganaron más de 32.000 millones. Wells Fargo y Citigroup son otras dos firmas con negocio en la banca de inversión que han visto como sus beneficios caían con respecto a los de 2021 por la depreciación de las posiciones en el mercado de valores.
Wells Fargo declaró unas ganancias superiores a los 13.100 millones de dólares, un 39% menos, mientras que Citigroup reportó unos beneficios de 14.845 millones de dólares, lo que supone un decrecimiento del 32% con respecto a 2021.
En total, y atendiendo a los resultados de las principales firmas de inversión, la coyuntura económica se ha comido más de 35.000 millones de dólares de los principales gestores de activos o bancos con negocios en la inversión.
Las subidas de tipos han lastrado las inversiones
Antonio Castelo cree que “el endurecimiento monetario por parte de los bancos centrales ha tenido un impacto directo positivo sobre la banca comercial, mientras que no ha sonreído a la banca de inversión, que claramente se ha visto perjudicada”. Además de ello, el experto añade que “en los últimos años, con una política monetaria laxa, la balanza estaba al otro lado, obteniendo importantes ganancias gracias a las revalorizaciones continuas de los mercados de renta fija y de renta variable”.
Castelo cree que las entidades dedicadas a la banca de inversión o a la gestión de activos “intentarán contener los gastos para compensar unos menores ingresos”. Esto ya lo estamos viendo con los despidos masivos. Tras varios años de numerosas contrataciones, motivadas por el crecimiento económico, los bancos de inversión han decidido ajustar sus plantillas y adaptarlas a la coyuntura actual.
Los ‘tiburones’ de los mercados bursátiles globales están notando la presión inflacionaria. Pese a que se trata de un momento pasajero, y estas empresas cuentan con una solidez suficiente como para aguantar el mal momento, hoy por hoy han visto como sus ganancias han caído abruptamente en menos de 12 meses. La renta variable y la renta fija se ha visto golpeada por las alzas de tipos, y este año, los bancos centrales han avisado de que vendrán nuevos ajustes monetarios. Es por ello por lo que, al menos en los primeros compases del curso, la banca de inversión se verá tan condicionada como a finales el ejercicio pasado.