Las recomendaciones de los analistas para el próximo año exigen invertir en compañías poco endeudadas y que tengan una gran capacidad de generar caja. La deuda vuelve a cotizar como un lastre importante por la subida de los tipos de interés de los bancos centrales –y su reflejo en el mercado secundario en todos los plazos- después de casi una década de relajación monetaria que tuvo su máxima expresión en los tipos negativos. El aumento en el coste financiero de las compañías se detrae directamente de sus beneficios y de ahí su importancia para el inversor.

Además, a los tipos más elevados que ya se ven en los mercados con emisiones corporativas de calidad por encima del 3% y que llegan hasta el 7% en el caso del high yield (alta rentabilidad y alto riesgo) se suma la voluntad del Banco Central Europeo (BCE) de reducir su balance. Con la parálisis económica del Covid-19, el BCE no solo se comprometió a comprar cuanta deuda pública fuera necesaria para mantener los tipos bajos, sino que también compró deuda de grandes empresas cotizadas como Repsol o Telefónica, entre otras. La ausencia de un importante inversor supone siempre convencer al resto con más atractivo de rentabilidad en las emisiones.

Este año, las compañías que forman el Ibex 35 y el resto de la bolsa española apenas están emitiendo deuda en los mercados, ante la realidad de tipos más altos. Pese a ello, en los nueve primeros meses del año han incrementado su deuda casi un 9% hasta los 180.000 millones de euros (aquí se contabiliza tanto lo que piden a los inversores como lo que solicitan a los bancos). Iberdrola, que dirige Ignacio Sánchez Galán, encabeza la deuda neta (deuda bruta menos caja) con 44.686 millones de euros, seguida por Telefónica (28.817 millones, superior a su valor bursátil de 19.942 millones) y Cellnex Telecom con 17.100 millones de euros.

Pese a la importancia de la deuda a la hora de elegir compañías en las que invertir, de momento las posiciones son cómodas, en general y solo un periodo prolongado de tipos altos hará mella en las cuentas de las compañías. Está previsto que en 2023 venza deuda financiera por valor de 18.000 millones de euros y otros 15.400 millones durante 2024. Destacan por sus vencimientos Iberdrola con más de 5.400 millones de euros y Telefónica con 1.500 millones en 2023. La operadora de telecomunicaciones ha sido de las pocas del Ibex que ha emitido en este final de año con el lanzamiento de una emisión de bonos perpetuos (no tiene vencimiento) por importe de 750 millones de euros por el que paga el primer año un tipo inicial del 7,125%. Tipo que contrasta con una emisión similar lanzada en noviembre de 2021 (antes de las subidas de tipos de los bancos centrales) cuya rentabilidad inicial era del 2,880%.

La deuda de las compañías tampoco debe verse como un dato aislado al resto de sus principales variables. Hay que tener en cuenta la capacidad de pagar esa deuda, en base al crecimiento y a los beneficios que logra año tras año.

Los analistas de Bankinter acaban de actualizar a fecha de esta semana un dato clave para ver el peso del endeudamiento que luego hay también que comparar con el PER (número de veces que el precio de la acción contiene el beneficio) así como el crecimiento del resultado. Se trata de la deuda de las empresas sobre fondos propios (capital y reservas). Cuanto más bajo es este ratio –que se mide en número de veces-, mejor, ya que indica que la empresa está poco endeudada. La excepción son Inditex y Rovi ya que ambas cuentan con caja neta, es decir, les sobra dinero después de atender sus deudas. Arcelor Mittal (0,1 veces), Aena (0,2), Repsol (0,3), Indra (0,6), Fluidra (0,6) e Iberdrola con 0,7 veces deuda sobre fondos propios forman el grupo con menor problema de endeudamiento dentro de los grandes valores de la bolsa española.

En el lado opuesto en el que la deuda puede ser más problemática para la compañía si sigue la escalada de tipos y estos se mantienen mucho tiempo se sitúa el grupo de transporte aéreo IAG con un ratio de 13,8 veces deuda sobre fondos propios, seguido por las constructoras ACS y Sacyr con 10,3 y 6,3 veces, respectivamente y, por último, la hotelera Meliá con 4,2 veces.