Empezando de atrás para adelante, los mercados financieros reaccionaron bien al dato de empleo publicado el pasado viernes con la creación en Estados Unidos de 253.000 puestos de trabajo no agrícolas (100.000 más de los esperados) y con la tasa de paro bajando una décima hasta el 4,1%. Un buen dato que, de momento, tapa la boca a los agoreros de la recesión y también aleja descensos bruscos en los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed), ya que la economía estadounidense no está enferma para necesitar dosis muy altas de política monetaria.

La semana estuvo marcado por el conflicto en Oriente Próximo y la extensión al Líbano e Irán, que podría provocar la tan temida escalada bélica en la región, productora de un tercio de todo el petróleo que se consume en el mundo. Con estos mimbres, las empresas petroleras y de defensa fueron bien en bolsa y el resto de los sectores (especialmente la banca en España) pinchó, por lo que el IBEX·35 recortó un 2,58% en línea con el resto de las plazas europeas. El S&P 500 estadounidense tuvo que conformarse con una subida semanal del 0,22%, mientras que el dólar ganaba casi un 2% respecto al euro, haciendo bueno su papel de refugio en momentos de tensiones geopolíticas.

El gran protagonista fue el petróleo, cuyos precios han repuntado con fuerza debido a la intensificación de las tensiones geopolíticas en Oriente Próximo: el crudo ha subido casi un 10% esta semana, con el Brent y el WTI cotizando a 78 dólares el barril y 74,20 dólares, respectivamente. El mercado teme un contraataque de Israel contra las infraestructuras petrolíferas iraníes. Irán produce alrededor de 3 millones de barriles diarios, pero hay que recordar que los mercados del petróleo están actualmente bien abastecidos y que otros países, entre ellos Arabia Saudí, también disponen de un cómodo margen de maniobra para aumentar su producción en caso de que disminuya la iraní, destacan los analistas de MarketScreener.

Una de las claves de la próxima semana será la vuelta a la actividad de los mercados chinos el próximo martes, poniendo fin a la Semana Dorada de vacaciones que homenajea la creación de la República Popular China hace 75 años. Tras las fuertes subidas con la publicación de medidas de política monetaria y financiera, habrá que ver cómo han digieren los inversores estas decisiones a la espera -dicen los analistas- de aplicar otras de carácter presupuestario. La inflación en Estados Unidos también será un dato muy observado

Resultados empresariales

El comienzo de semana destacará por la publicación de la lectura del índice Sentix del mes de octubre, clave para determinar el grado de confianza de los inversores sobre la actividad en los próximos meses tras las crecientes señales de ralentización del crecimiento en la Eurozona. Así como la evolución de la tendencia de las ventas minoristas de los hogares en el conjunto de la zona monetaria en agosto para determinar su comportamiento ante la moderación de la tasa de inflación y las condiciones financieras. Tras este dato, el martes 8, conoceremos la evolución de la actividad industrial de Alemania en agosto, tras registrar una contracción de un 2,4% en términos mensuales (frente al 1,7% en el mes de junio) esta publicación será clave para determinar las perspectivas del sector tras la negativa tendencia observada en la primera potencia europea, explican desde Self Bank. Por su parte, conocemos la balanza comercial de Francia del mes de agosto. Al día siguiente, la atención se centrará en la balanza comercial de Alemania del mes de agosto, que permitirá conocer el impacto de la menor demanda de China y la caída de las órdenes de pedidos sobre uno de los pilares del modelo económico de la primera potencia europea.

El jueves 10, destacará la publicación de la producción industrial en Italia. Para finalizar la semana, será relevante la lectura final del IPC de Alemania del mes de septiembre, tras mostrar la primera lectura un significativo avance del proceso desinflacionista en el conjunto de los Estados miembros de la zona monetaria, una tendencia que aumenta la posibilidad de que el BCE opte por reducir los tipos de interés oficiales en 25 puntos básicos en su próxima reunión del día 17 de octubre. Finalmente, destacarán los datos de Reino Unido sobre la evolución del PIB en el mes de agosto, el output industrial y su balanza comercial.

En Estados Unidos, el comienzo de semana vendrá protagonizado por la ausencia de referencias económicas de relevancia. No será hasta el martes 8, cuando conoceremos la balanza comercial del mes de agosto, registrando un déficit durante julio de 78.800 millones de dólares. Por su parte, en el ecuador de la semana conoceremos como todas las semanas las solicitudes de hipotecas y la lectura final de los inventarios mayoristas de agosto.  El jueves 10, la atención de los inversores se centrará en la lectura final del IPC de septiembre, en un contexto, en el que la Fed comenzó el proceso de bajada de tipos, recortando el precio del dinero en 50 puntos básicos en su reunión del mes pasado.

Finalmente, se publicará la lectura preliminar de la Confianza del consumidor de la Universidad de Michigan en octubre. Por su parte, también se conocerá la tendencia del índice de precios de producción de septiembre. En el ámbito empresarial, destacará por la publicación de resultados de compañías como BlackRock, JPMorgan, Wells Fargo y Delta Airlines, entre otras.